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Ernesto Gándara, candidato

Se enfila hacia la candidatura común PRI, PAN, PRD y el apoyo de otras organizaciones con muchas posibilidades de triunfo y eso ha despertado nuevas expectativas entre sus seguidores

Por Bulmaro Pacheco

Varios han sido los casos de procesos internos para postular candidatos a la gubernatura del estado en la historia de Sonora: En 1937  (PNR) fue electo Román Yocupicio, para terminar el período que dejó inconcluso Ramón Ramos Almada. Yocupicio se impuso en la interna a Ignacio Otero Pablos y Leobardo Tellechea y gobernó de 1937 a 1939. 

Ese mismo año, Anselmo Macías Valenzuela, ya en el PRM (Partido de la Revolución Mexicana), le ganó en la interna a Ignacio Otero Pablos y Francisco Bohórquez.

En 2002, Eduardo Bours le ganó a Alfonso Molina Ruibal, y en 2009 es elegido Alfonso Elías Serrano contra Ernesto Gándara Camou.

El PAN postuló como el primer candidato al gobierno estatal a Gilberto Suárez Arvizu, contra Faustino Félix Serna.

Biébrich anota en sus memorias que en 1973 el dirigente nacional del PAN José Ángel Conchello le propuso ir en alianza PAN-PRI. Carlos Armando ofreció consultar el tema con el presidente Echeverría, pero el asunto no prosperó y al final el PAN no postuló candidato al gobierno estatal, como sí lo hizo de 1979 a 2015.

El PRD postuló primero al legendario dirigente campesino Ramón Danzós Palomino, en dos ocasiones a Jesús Zambrano, posteriormente a Petra Santos, y en 2015 a Carlos Navarro López.

Ernesto Gándara ha sido funcionario federal, presidente municipal de Hermosillo y senador por Sonora. Logró obtener la candidatura después de dos intentos y en una alianza donde por primera vez en la historia política de Sonora van juntos PAN, PRI y PRD.

Los adversarios a la alianza han tratado de desprestigiarla y la han condenado hasta la saciedad. Más que su insistencia en un juicio moral, ha sido el temor político que les provoca tal unidad, por la suma de votos que pudieran lograr en contra de Morena y sus aliados. También porque son los únicos partidos que cuentan con estructura estatal y con reservas humanas probadas y experimentadas que con los años han formado y de las que, por ahora, carecen Morena y sus aliados.

Ese es el temor a la Alianza PRI, PAN, PRD más allá de los calificativos —de contradictorios e hipócritas— que caen por su propio peso. La realidad es que no la esperaban ni la imaginaban.

Morena no ha podido concretar su alianza con el Verde Ecologista y el Partido del Trabajo, dadas las condiciones de —porcentaje de votos y número de candidaturas— que estos exigen para cerrar el trato y formalizar su alianza. Se les está yendo el tiempo.

Ahora han cambiado la estrategia para dedicarse de lleno a jalar gente de otros partidos, ante la ausencia de estructuras partidarias de Morena y sus aliados en Sonora.

Meses atrás, Gándara mantuvo presencia en todas las encuestas realizadas para medir el nivel de preferencia electoral entre los principales aspirantes al Gobierno del Estado. En todas encabezó a los aspirantes del PRI y mostró ser electoralmente el más competitivo.

Dentro del PRI, Pedro Ángel Contreras también expresó su intención de competir en la interna, pero posteriormente declinó para sumarse a la candidatura de Gándara.

A diferencia de Morena, que tuvo una escisión con la salida de la exdelegada de la Sedatu, Petra Santos, que ahora busca la candidatura independiente, y de Movimiento Ciudadano, que registró la salida de la diputada y exdirigente estatal Dolores del Río y sus estructuras hacia Morena, en ninguno de los tres partidos que postularán a Gándara se han registrado fracturas o escisiones graves. Las tensiones menores en el PAN se han centrado más en la naturaleza de la alianza —lógico— que en la calidad o la viabilidad de la candidatura a gobernador.

Eso también lo han registrado los adversarios que dicen representar a la llamada cuarta transformación (4T) y han acelerado la búsqueda de disidentes del PRI o del PAN para incorporarlos y mediante el recurso “efectista” de la exhibición de la “fotografía en redes”, mandar la señal de que se han dado fracturas en sus adversarios para tratar de influir en su moral y autoestima.

A quienes cooptan de otros partidos, les exigen primero la renuncia pública a su militancia, y si el disidente en turno puede exhibir o denunciar alguna inconformidad por su salida, ¡pues mucho mejor! Como Morena carece de estructuras y liderazgos, pican piedra seguido en la intención de jalar gente de otros partidos y exhibirlos como una medida política más efectista que efectiva. Ningún político de peso completo se ha visto en esas exhibiciones.

Hasta ahora —y en su mayoría— han explotado a aventureros del PAN —que ellos mismos se dieron de baja cuando el PAN perdió en 2015 y el padrón de ese partido bajó sensiblemente—. También lo han hecho con militantes y ex dirigentes de Movimiento Ciudadano, para transmitir la idea de que la candidatura de Morena al gobierno estatal ha causado revuelo. Todo eso no ha sido más que montaje bien armado con quienes se han prestado al espectáculo.

Morena, en su papel de “cacha voto e inconformes”, jala para su causa a quienes no solo no conocen las propuestas del partido sino tampoco a su candidato, y eso ha generado malestar entre los cuadros fundadores de Morena, que le han exigido a las nuevas adquisiciones que “hagan cola y méritos” para aspirar a postulaciones presentes y futuras dentro de su partido. ¿La antigüedad de los fundadores? Faltaba más.

La otra tensión en Morena se deriva del intento de reelección de sus principales presidentes municipales y diputados. La mayoría enfrenta el rechazo de los electores, pero insisten. Confunden la publicidad en los medios con la popularidad. A pesar de contar con el gobierno federal, no ha existido con ellos obra o servicio de gran envergadura en sus municipios. Tampoco han rediseñado nuevos modelos de gestión municipal y han sido la improvisación, el nepotismo, el chambismo, la corrupción, los recomendados y la presencia de familiares en los puestos de Gobierno una práctica recurrente de quienes ofrecieron “el cambio”… y no han cumplido.

¿Qué han gestionado para Sonora los diputados federales? ¿En qué han mejorado los municipios gobernados por Morena en Sonora? En nada, y así… buscan reelegirse.

Ernesto Gándara se enfila hacia la candidatura común PRI, PAN, PRD y el apoyo de otras organizaciones con muchas posibilidades de triunfo y eso ha despertado nuevas expectativas entre sus seguidores. Esos seguidores que no lo dejaron ni en 2009 ni en 2015, y supieron esperar la hora y la oportunidad que ahora les llega.

Una parte importante del electorado ha registrado que Gándara representa una candidatura cercana a la gente y ajena a manos sucias de sangre y dinero mal habido. Cuenta con la humildad requerida para despertar confianza. No es corrupto ni resentido social y mucho menos es rencoroso; puede mirar de frente y unificar. Eso lo diferencia y lo hace conectar bien con la diversidad política sonorense, que lo ve como una buena alternativa de gobierno.

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