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Estrés y ansiedad, principales enfermedades del siglo XXI; ¿Cómo manejarlo?

Por Juan Arturo Flores/

Si usted se siente cansado y agotado desde que se levanta en las mañanas, emocionalmente exhausto en el transcurso del día y lo que anteriormente era motivo de alegría ahora no lo es, si perdió la capacidad de disfrutar y a pesar de que hace todo para cumplir sus compromisos el trabajo no parece tener fin, déjeme decirle estimado lector que usted sufre el síndrome de Burn-Out.

Este síndrome es un tipo concreto de estrés laboral el cual se describe como un estado mental persistente, negativo y relacionado con el trabajo, en individuos normales, caracterizado principalmente por agotamiento, sensación de eficacia reducida y que se acentúa más en aquellos profesionales que interactúan con sus clientes o compañeros de trabajo de forma intensa y duradera llegando al extremo de que la persona que padece este síntoma se vuelve cínica, fría y acompañado de sentimientos de impotencia y fracaso.

Para contrarrestar o aliviar este mal es importante que adopte ciertos hábitos en su vida cotidiana como son ser realista con uno mismo y no imponerse metas demasiado altas, no posponer asuntos importantes por desidia y hacerlos de una vez, tratar de llevar una rutina de sueño con horarios bien establecidos, no consumir alcohol o drogas y convivir un poco más con familiares y amigos o practicar algún hobbie entre otras cosas.

¿Qué hacer para manejar el estrés?

Hay ciertos métodos que los psicólogos y terapeutas expertos en el tema recomiendan como son las técnicas de respiración mediante el suspiro y la respiración profunda, ya que ayudan a disminuir y controlar el ritmo cardiaco; como también las técnicas en las tareas diarias como son el organizar bien nuestros tiempos de trabajo y los recursos personales, no posponer las cosas urgentes si no hacerlas en el momento ya que con los días esto causa demasiado estrés. Cabe señalar que no todo el estrés es malo, curiosamente este es una respuesta de protección ante el peligro y nos permite dominar las situaciones difíciles. Desgraciadamente hoy en nuestro siglo el estrés uno de los causantes número uno en muertes en el mundo ya que es un detonante de enfermedades como son la hipertensión y la diabetes así como problemas cardiovasculares.

También es importantísimo hacer énfasis aquí porque el 70 o 80% de nuestro estrés se basa en el saber manejar bien nuestras emociones como son la ira, la vergüenza, el miedo, la envidia, el celo y la frustración, el saber manejar bien estas emociones se le llama inteligencia emocional y es aquí donde se basa ni más ni menos que la mayor parte del éxito en nuestras vidas ya que no importa tanto la inteligencia académica de una persona, no importa si sabe habla 4 o 5 idiomas, o que si tiene maestría o doctorado, o si tiene una apariencia física envidiable. Si no sabe manejar bien sus emociones está perdido. Como dijo el escritor francés Gustavo Le Bon “si quieres saber el destino de una persona fíjate en su carácter.”

Hay otros factores de riesgo que nos producen estrés como es la mala alimentación ya que como lo mencionamos antes el estrés es un detonante biológico de algunas enfermedades las cuales son resultados de excesos cometidos en nuestros hábitos alimenticios.

Es difícil creerlo pero la forma en la que pensamos también es detonante de ansiedad y a largo plazo cambiar hasta nuestro destino, por más increíble que parezca, porque nuestros pensamientos se convierten en acciones, las acciones en hábitos, los hábitos moldean nuestro carácter y por consiguiente nuestro destino. Por lo anterior es vital importancia controlar nuestros pensamientos negativos hacia uno mismo y hacia otras personas ya que la mayoría de las veces esto nos lleva a sentir físicamente esos estímulos como si en realidad los estuviéramos viviendo pero que no existen y son peligros y amenazas que solo viven en nuestras cabezas las cuales nos hacen sentir alteraciones físicas que degradan mucho nuestra salud como son sudoración, dificultad para dormir y pesadillas, olvido de cosas, tensión muscular, problemas digestivos, disfunciones sexuales y cambio de peso, entre otras. Cabe señalar que no es lo mismo estar triste o tenso que tener estrés o ansiedad ya que se considera dentro de los parámetros normales sentirse melancólico o decepcionado uno que otro día, pero ojo, si esa tristeza, agotamiento o preocupación irreal y excesiva que no lo deja disfrutar la vida se prolonga por más de seis meses ya se considera un trastorno psicológico emocional según los expertos.

¿Qué son las emociones y cómo debemos tratarlas?

Las emociones son una reacción, un estimulo y alteraciones que se reflejan físicamente en nuestro cuerpo hacia un acontecimiento de importancia para nosotros y debemos tratarlas lo más calmado y fríamente posible para que no nos afecte tanto y no dejarse llevar por el momento ya que después viene el arrepentimiento cuando nos damos cuenta que fue demasiada e innecesaria la acción que aplicamos al momento de la emoción.

Aparte de las técnicas antes mencionadas hay que tomar en cuenta el planear las actividades y tareas diarias así como los proyectos a mediano y largo plazo en lo más posible que podamos y no dejar margen en lo absoluto a las sorpresas o a lo inesperado hasta donde este nuestro alcance ya que de aquí se derivan muchas emociones negativas como son la frustración, la desesperación, la ira, el remordimiento y la decepción.

Pero para tener buenos resultados y aspirar a bajos niveles de estrés y ansiedad primero que nada hay que practicar siempre valores y principios universales como son la integridad, la humildad y prudencia pero sobre todo alimentar el espíritu con fe y esperanza, un poco más seguido. Así confiaremos más en nosotros mismos y sin duda llegaremos a un mejor puerto porque si no practicamos algunos de los conceptos morales antes mencionados de nada servirán ni las técnicas de relajación más avanzadas.