Guaymas: la política por encima de la ley

Por Rigo Gutiérrez y Daniel Sánchez Dórame/

La tarde del viernes “La China” mostraba un semblante de agrado. Después de casi una semana bajo arraigo en las improvisadas celdas de la PEI en Guaymas, al fin tenía un cigarro entre sus dedos. Estuvo cerca de tener la cajetilla completa, pero las restricciones de la medida cautelar no lo permitieron. Tenía claridad de los acontecimientos que la habían llevado a estar entre esas paredes, acusada de participar en el secuestro del dirigente municipal del PAN, Omar Núñez.

Fue la noche del jueves 26 de septiembre cuando tras haber presenciado un informe regional del gobierno de Sonora, el político panista decidió llevar a su casa María de Jesús Llamas Coronado, conocida como “La China”, pero antes, los dos estuvieron en un hostal a la salida norte de la ciudad donde un grupo de sujetos intentaron tomarles fotos. Tras abandonar el sitio, la pareja se dirigió al domicilio de Llamas Coronado, ahí los interceptaron de nuevo, lo introdujeron al domicilio, lo desnudaron, golpearon, y le tomaron fotos. El objetivo: pretendían extorsionar al político albiazul.

Ya entrada la madrugada del viernes, Núñez Caravantes abandonó el domicilio de la China. Una casa de interés social que contrasta con las viviendas en este sector, en su mayoría de amplios jardines, cocheras eléctricas, y varios autos, aunque rodeados de polvorientas calles lejos del asfalto.

Horas después, el líder panista se presentó ante el Ministerio Público para denunciar los hechos.

De las investigaciones comenzaron a dar con los involucrados: la misma María de Jesús, Francisco Javier López Lucero (ex dirigente municipal del PAN); Ernesto Guadalupe Trillas Lemus (policía municipal); Francisco Javier Oceguera Sánchez; Sergio Francisco Millanes Grijalva; y José Rafael Covarrubias.

A la China la detuvieron en su domicilio el sábado 28, junto con otras dos personas más (un primo y una amiga). De inmediato fue internada en las celdas de la PEI. Durante el fin de semana fue interrogada en varias ocasiones y en medio de la noche le hacían firmar sus declaraciones. Sus familiares no tuvieron noticias de ella.

Ana, una amiga cercana a su familia quedó al cuidado de sus cuatro hijos, todos menores de edad: de seis, ocho, catorce y dieciséis años.

Cuando las indagatorias comenzaron a correr, la China reveló a la policía que fue el señor Oceguera Sánchez, quien se puso en contacto con ella y le ofreció dinero a cambio de lograr fotos comprometedoras de un político local.

Aunque por otra parte, supuestas declaraciones tomadas en la agencia del Ministerio Público (las que hacían firmar en medio la noche), añadían otro dato a su versión: de diversos encuentros, el señor Oceguera, le pedía a la China que sacara las fotos, porque al secretario particular del alcalde de Guaymas le urgía tenerlas.

Pero fue en los días posteriores ―de acuerdo a información proporcionada por la Procuraduría de Justicia en Sonora―, cuando los sujetos involucrados directos en el secuestro, confirmaron la participación de Eduardo Gaxiola, secretario particular del alcalde guaymense Otto Claussen.

En la declaración ministerial, de tres de los detenidos, señalan a Gaxiola, como quien orquestó la extorsión. Además establecen que el particular del alcalde priista giró instrucciones para que el policía Ernesto Guadalupe Trillas, asistiera a los perpetradores del delito.

Para el abogado José María Hernández, defensor de la China, en ningún momento tuvieron acceso a la Averiguación Previa desde que se hizo cargo de su caso. Sin embargo, él y la mujer de nombre Ana, eran los únicos autorizados para visitarla. Hasta el jueves por la noche, la representación legal de Llamas Coronado tuvo acceso a las actuaciones. Y de acuerdo al abogado, en sus declaraciones no hacía mención a la participación del particular del alcalde de Guaymas.

El viernes cuatro de octubre, la China no se le veía nada que a ella la pusiera en un estado depresivo, incluso se le notaba contenta y hasta habían acordado platicar con el ministerio público para que le permitieran ingresar a su casa y rescatar un poco de ropa para sus hijos, que para ese día, ya estaban con su abuela.

“A las 12.40 del sábado me enteré. Estaba haciendo antesala con el MP para que me prestara el expediente y saber cómo iba la situación. Ahí me entró una llamada y me preguntan ‘Licenciado, necesito que me informe si es cierto que la China se suicidó ahí en la base’. Entonces salí y me fui caminando, minutos después llegué y ya el médico me informó lo que había sido”, recuerda el abogado aún con una expresión de confusión sobre lo que pasó.

La familia y los niños de la China, revela José María Hernández, están deprimidos y decepcionados por todo lo que ha pasado, ahora buscan el respaldo de las autoridades nacionales y llevan su denuncia para que se esclarezca y salga la verdadera causa del fallecimiento.

Choque de fuerzas políticas

Fue a raíz de la muerte de Llamas Coronado, que la fiscalía estatal salió ante los medios e intentó aclarar la situación en Guaymas. Por primera vez oficializaba y ponía detrás del secuestro del panista, al particular del alcalde guaymense, quien a base de extorsión buscaba callar las críticas hacia el gobierno municipal. Ahí lanzó ficha de búsqueda de Gaxiola, hasta hoy prófugo. La comunidad durante la semana, despertó con los voceadores en la calle llevando novedades del caso, además de la resonancia en las diversas estaciones de radio locales, donde abrieron el debate y fijaron posturas de partido.

El alcalde Claussen Iberri salió en defensa del funcionario municipal involucrado y a raja tabla tomó el caso y dijo lo plantearía ante autoridades nacionales de derechos humanos, porque el involucrado no contaba con las suficientes garantías.

Por su parte el dirigente estatal del PAN, Juan Valencia Durazo, acompañado de Omar Núñez, ante medios de comunicación acusaron directamente a la administración priista de Guaymas de estar detrás del secuestro del líder albiazul. Sin más, pidieron dieran la cara y entregaran al funcionario.

Dos semanas después del secuestro del líder panista, la muerte de una involucrada, y toda la carga partidista en el caso, las autoridades de procuración de justicia en la entidad navegan sin establecer un rumbo certero para las víctimas, lejos de intereses políticos.

Familiares piden exhumar el cuerpo de ‘La China’

Que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhume el cuerpo de María de Jesús Llamas Coronado, alias “La China”, para determinar la causa de su muerte, solicitarán sus familiares quienes dudan lo dicho por la Procuraduría General de Justicia de Sonora (PGJE) que afirma que ésta se suicidó en un apartado de la Agencia del Ministerio Público donde la mantenían en calidad de arraigada como sospechosa de secuestrar al presidente del PAN en Guaymas.

Así lo dio a conocer, José María Hernández Vázquez, abogado que la hoy occisa había designado para que la defendiera en el caso de homicidio y lesiones en perjuicio del líder albiazul, Omar Núñez Caravantes.

“La familia de María de Jesús (La China) me ha conminado que denunciemos ante la CNDH y que solicitemos que se haga una exhumación del cadáver y se determine con plenitud cual fue la verdadera causa del fallecimiento, ellos no creen, no están convencidos de lo que el Procurador (de Justicia, Carlos Navarro Sugich) declaró, éste vino y dijo eso porque fue lo que le manifestó su gente”, afirmó Hernández Vázquez, quien continúa como representante legal de la familia.

Fue el viernes 27 de septiembre, cuando el líder del PAN en el puerto de Guaymas, Omar Núñez Caravantes, denunció ante Segunda Agencia del Ministerio Público que había sido secuestrado, golpeado, fotografiado desnudo y después extorsionado.

Resultado de las investigaciones la PGJE detuvo a cinco sospechosos, entre éstos figura el ex dirigente albiazul, Francisco Lucero (quien heredó el cargo a la víctima); un policía municipal; un reportero gráfico; y María de Jesús Llamas Coronado, de apodo “La China”, quien al mediodía del sábado cinco de octubre se suicidó en la celda donde la mantenían arraigada.

Según el Procurador de Justicia, “La China” se colgó con un cable eléctrico que arrancó de una televisión; sin embargo, el abogado y sus familiares dudan de la versión oficial porque afirman que María de Jesús se encontraba en buen estado anímico y optimista de que pronto saldría bien librada de las acusaciones en su contra.