Inicia 2014 a punta de balazos; recuento de la inseguridad en Sonora

Por Rigo Gutiérrez E./

En un recuento elaborado por “Primera Plana”, en el inicio de este año ya van 37 ejecuciones; Ciudad Obregón con “focos rojos”

 Casi a diario hay alguien detrás de un arma de fuego oprimiendo fuertemente el gatillo y apuntándolo a joven, una mujer, o un sujeto que, hasta ahora sólo terminan siendo uno más de la fría estadística. En un abrir y cerrar de ojos apagan vidas. En lo que va del 2014, prácticamente todos los días se han registrado homicidios con características relacionadas al crimen organizado. Expedientes que se apilan y empolvan sin investigación alguna. Balaceras entre bandas salpicando en toda la geografía sonorense: Nogales, Empalme, Cajeme, Peñasco, Agua Prieta, Caborca.

Un recuento elaborado por Primera Plana, en base a informes proporcionados por la Policía Estatal Investigadora, hasta el cierre de esta edición se había registrado 37 muertes. Es decir un promedio de 1.6 ejecuciones por día. Una tendencia que enciende las luces de alerta.

Y es que de acuerdo al último reporte emitido por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNS), en todo el 2013 se registraron 403 homicidios, más que el año anterior, cuando se presentaron 330 ejecuciones con arma de fuego.

En esa misma numeraria, se muestra que en enero de 2013 se registraron 27 homicidios. Aunque el mes pico fue mayo con 48 casos, seguido de septiembre con 44 muertes.

Falta estrategia puntual

Pero el problema de la alta incidencia de muertes ligadas a las bandas del crimen organizado puede ser atacado con estrategia y con un proyecto más integral, por parte de las autoridades, es lo que plantea José Larrinaga Talmente, consultor en temas de seguridad y actualmente coordinador de la Licenciatura en Seguridad Pública que ofrece Instituto del Occidente.

“No se puede tapar el sol con un dedo, se están disparando por así decirlo, los delitos de homicidio con características del ejecución ligadas con el crimen organizado. Y qué obliga a las autoridades, estrategias con operativos con metas y objetivos para que puedan prevenir, y ahuyentar a las bandas del crimen organizado que operan en Sonora”.

Con más de 20 años de experiencia en áreas de seguridad pública, Larrinaga considera que el “foco rojo” se sitúa en estos momentos en la zona de Ciudad Obregón, donde las ejecuciones están al orden del día y en lugares públicos, esto último con un claro mensaje de amedrentar a la población, así como a las mismas autoridades, lo cual a su vez causa alarma entre la misma sociedad.

Sin embargo para Larrinaga Talamante, el mayor problema de inseguridad en la entidad son los robos, que durante 2013, se registraron 12,184 casos (con denuncia ante el Ministerio Público), principalmente atracos a casa habitación y de vehículos.

“La Procuraduría está rebasada en capacidad, porque existen solamente dos peritos para toda la ciudad; se registran a diario 30 casos de robos, con dos peritos obviamente que no lo van a lograr”.

Añadió que la solución a los problemas de inseguridad y vandalismo exigen una estrategia integral, debido a que ni la familia, ni la autoridad, ni los maestros lo van a lograr solos, tiene que ser con participación y un método.

Olvida Estado seguridad ciudadana

Un concepto que parece haber quedado en el olvido para los tres órdenes de gobierno, es “seguridad ciudadana”, es lo que plantea María Dolores Rocha Ontiveros.

La maestra del Departamento de Sociología y Administración Pública de la Universidad de Sonora, explica que cuando se habla de seguridad pública, tradicionalmente se alude a la seguridad Estado; es decir, en el marco tradicional en función de la estructura del Estado nacional a través de la cual se crean las corporaciones policiacas para sentar condiciones de convivencia, armonía y paz social, pero advierte, esa visión actualmente tendría que modificarse.

Y es que sostiene: “la principal función o atribución del Estado o el por qué se crea y existe, es garantizar la tranquilidad, desarrollo integral del individuo y la paz social bajo las reglas que se conocen en todos los sistemas políticos”.

En este contexto, y sustentado en su reciente tesis doctoral “La política de seguridad pública en México en la pluralidad política”, propone incorporar el concepto de seguridad ciudadana, entendiéndolo como el respeto y la garantía de los derechos humanos en torno a la satisfacción de las necesidades del individuo, lo que implicaría toda una transformación del sistema político, económico y social, donde la política pública del gobierno esté enfocada, en principio, a cambiar las condiciones de vida de las personas, garantizándoles todos los ámbitos de su desarrollo humano.