Inicia en El Vaticano juego de favoritos

Entre los cardenales que ya se encuentran en Roma para la elección del nuevo Papa las posturas continúan siendo divergentes, aunque hay siete nombres que siguen sonando como los más papables.

Entre ellos están los italianos Angelo Scola y Gianfrando, el brasileño Odilio Pedro Scherer, el argentino Leonardo Sandri, el canadiense Marc Ouellet, el austríaco Christoph Schonborn y también un estadounidense, aunque en este caso no hay unanimidad sobre quién podría ser de los 11 cardenales electores del país norteamericano.

El grupo no es de llamar la atención pues cada uno de ellos resume, a su manera, las características que han ido despuntando en estos días de la declaraciones de los cardenales, que no descartan que el sucesor de Benedicto sea un Papa no europeo, aunque no lo dan por seguro, mientras lo que sí se busca es un Papa que sea capaz en el manejo de la Iglesia.

«El gobierno de la Iglesia será la llave maestra del cónclave», dijo en esta línea Gian María Vian, el director del Osservatore Romano, el diario del Papa.

De ahí, el nombre de Angelo Scola, Arzobispo de Milán, un teólogo de 71 años, cercano al movimiento conservador Comunión y Liberación, amigo del ahora Papa emérito Benedicto XVI y quien, sobre todo, es miembro de varias instituciones del Vaticano.

A su lado están Ravasi y Sandri, ambos moderados y, de nuevo, grandes conocedores de los entresijos vaticanos, pues el primero fue Ministro de la Cultura durante el pontificado de Ratzinger, y el segundo, jefe de las Iglesias Orientales.

Entre los extranjeros, en cambio, el nombre más recurrente es el de Odilio Pedro Scherer, de 63 años, Arzobispo de Sao Paulo, quien es latinoamericano pero habla alemán, y el canadiense Ouellet, de 69 años, presidente de la Comisión Pontificia para América Latina y quien vivió en Colombia.

«Ambos son muy buenos candidatos», dijo en esta línea el experto en temas vaticanos John Allen. «Aunque, bueno, sobre Ouellet pesa el tema del hermano, acusado de abusos», precisó Iacopo Scaramuzzi, vaticanista de una agencia de noticias italiana.

En el caso de los estadounidenses, en cambio, lo que se evalúa positivamente es que, a pesar de pertenecer a la potencia mundial, los cardenales de ese país han tenido fuertes choques con la Administración del Presidente Barak Obama, algo que los ha hecho subir en las apuestas.

Entre estos destacan el Cardenal franciscano Sean O’Malley, quien enfrentó varios huracanes en las Islas Vírgenes y fue enviado para hacer frente al escándalo de los abusos en varias diócesis de Estados Unidos salpicadas por esa plaga.

Y Timothy Dolan, quien desafió a la Casa Blanca por sus políticas de control de la natalidad, aunque últimamente su nombre se vio manchado después de que tuviera que declarar como testigo en un caso de abusos.

Por el contrario, estando El Vaticano como está, es difícil que le toque a un africano. Esto porque además el papable negro, el ghanés Peter Turkson, de 64 y presidente del Pontificio Consejo para la Justicia, relacionó en una reciente entrevista con la CNN la homosexualidad con la pedofilia.

Asimismo pocas posibilidades las tienen los asiáticos, cuyo único candidato de primera línea es el filipino Luis Antonio Tagle y los otros latinoamericanos, incluido el mexicano Francisco Robles Ortega, el purpurado más joven de México.

REFORMA