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La Colorada envenena el ambiente; mina cerca de Hermosillo

Por Gerardo Moreno/

En un recorrido realizado por “Primera Plana” desde tempranas horas se pudo apreciar una densa nube de polvo cubriendo a la comunidad; además los pobladores durante tarde y noche sienten detonaciones bajo sus hogares

A cincuenta kilómetros de la ciudad de Hermosillo se encuentra La Colorada, una comunidad que por garantizar empleo y esperanza de desarrollo, deja que su tranquilidad, seguridad y hasta su salud, quede en segundo plano, pues a tiro de piedra se encuentra una mina a cielo abierto donde se extrae oro y plata, la cual al realizar sus trabajos perjudica fuertemente a la comunidad.

La Colorada es un municipio cuya principal actividad es la minería, tiene varias comunidades entre ellas Tecoripa, San José de Pima, Cobachi y la cabecera municipal del mismo  nombre. En total, según el censo 2010, tiene una población de mil 663 habitantes ―la mayoría se encuentra en Tecoripa―, mientras en La Colorada es una población más flotante, ya que por su cercanía a la capital del Estado muchos prefieren ir y venir todos los días.

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A unos metros de la mancha urbana se encuentran los límites del yacimiento operado por “Minera Pitaya”.

La mina de esta comunidad se llama “La Colorada”, es una de las vetas más viejas que existen en el territorio nacional, según el sitio web mexicominero.com, la extracción de minerales en esta comunidad data desde el siglo XIX y empezó como una mina de excavación de donde se extraía oro y plata, la cual cerró a inicio de la Revolución Mexicana. Después la compañía inglesa “Dorado Gold” la operó desde 1993 hasta el 2002, ya como una mina a cielo abierto.

Actualmente la opera, desde el año 2011, la compañía “Minera Pitaya”, subsidiara de la compañía canadiense “Argonaut Gold”, y se estima que tiene una producción aproximada de entre 10 mil a 15 mil onzas de oro el primer año y posteriormente subiría alrededor de las 50 mil onzas. Se calcula que la mina tiene una vida útil de alrededor de 10 años.

La extraña nube sobre La Colorada

Gran parte de los habitantes de La Colorada se quejan de las actividades de la mina principalmente por las explosiones que se escuchan como si las hicieran debajo de sus viviendas y el polvo que con el retumbar se levanta, además de que durante el proceso de separación del oro de la piedra, las máquinas también levantan polvo que no se sabe a ciencia cierta si viene con cianuro.

En un recorrido realizado por Primera Plana hacia esta comunidad, encontró que desde tempranas horas se puede apreciar una densa nube de polvo que cubre completamente a la comunidad y que se logra ver a varios kilómetros de distancia.

Por otra parte exactamente a espaldas del parque frente a la iglesia, se extiende un cerco inmenso y con varios letreros que indican precaución, anunciando el perímetro de la empresa minera, desde ahí se logra ver las excavaciones que se realizan en busca de los metales. El pueblo literalmente está pegado a la mina.

Para empeorar la situación, el pozo de agua para abastecer a los habitantes de La Colorada está dentro de la propiedad de la mina y de ahí se distribuye, lo que genera desconfianza. Muchos prefieren no utilizarla y comprar agua purificada.

Daños de la mina, un tema tabú

Hablar de la mina se ha vuelto un tema intocable e incómodo para la comunidad de La Colorada, pues el miedo invade a sus habitantes, ya que la mayoría de las personas tienen a algún pariente, un esposo, un hijo, un primo o algún conocido laborando en el yacimiento. Por lo tanto los pobladores lo primero que responden al cuestionarlos sobre la mina es si saldrá su nombre publicado, de lo contrario prefieren no hablar pues tienen el temor de que su pariente sea relacionado y pierda su trabajo.

De esta forma en aras de tener un empleo seguro, callan los inconvenientes de tener la mina a unos metros de sus casas.

“Es muy difícil que alguien te conteste con honestidad y te diga la verdad pues todos tienen un pariente trabajando en la mina, pero ve y pregunta vas a encontrar a alguien que no tenga parientes ahí (en la mina) y te  va a responder”, comentó una señora que dejaba a su hijo al preescolar.

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Los procesos para la extracción de oro y plata, despiertan inquietud entra la población. A todas horas escuchan detonaciones y temen estar respirando algún material tóxico.

La misma mujer expresó que el principal problema que ella veía son las fuertes explosiones que hacen todos los días alrededor de las cinco de la tarde y que a veces realizan durante la noche, las cuales suenan tan fuerte que pareciera que las hacen afuera de su hogar.

 “Vas a necesitar un libro de cien hojas para apuntar todas las problemáticas”, contestó otra mujer que pasaba frente al Ayuntamiento, y continuó diciendo que primeramente las nubes de polvo que quedan suspendidas cuando trabaja, así como las fuertes explosiones cuando dinamitan el cerro, son los principales inconvenientes que ella tiene con la mina.

Otra mujer que salía del centro de salud comentó que las voladuras (explosiones) son lo peor que realiza la mina ya que tiene su vivienda toda agrietada.

En plática con un señor, vecino de toda la vida en La Colorada dijo: “Yo tengo un conocido que trabaja en la mina en una de las máquinas donde se separa el oro de la piedra y él si le echa agua pero los demás no le echan y levantan mucho polvo con quién sabe qué cochinero que viene a parar acá”.

Agregó que ya han avisado a la mina sobre esta situación pero no les hacen caso, observó que el problema es principalmente en la noche, ya que la mina está funcionando las 24 horas del día. Lo que más le preocupa son los niños que respiran todo esa contaminación.

Además que las voladuras estremecen todas las casas de la localidad, aclaró que la misma mina va y las arregla, pero “apenas les pone una tapadita de cemento que a la próxima explosión se vuelve a caer”.

El llamado que hace es que tengan más cuidado cuando hacen trabajos en la mina, que las explosiones ya no las hagan tan cerca de las casas y que por lo menos le echen agua a las máquinas para que no levanten polvo.

Por su parte una comerciante de la comunidad, que está a favor de la mina ―tampoco quiso dar su nombre―, expresó que no está de acuerdo con las personas que se quejan de la mina, que son “hipócritas y vividores” pues todos tienen algún pariente trabajando ahí, y “trabajo es trabajo”, e indicó que lo único que buscan es recibir dinero de parte de la mina sin trabajar por él. Dijo que sí hay inconvenientes pero que son mínimos, contra los beneficios que ha traído.

Autoridades permisivas

Luis Andrade, encargado del Centro de Salud de la Colorada desde hace ocho meses, comentó que no considera que los trabajos de la mina afecten la salud de los habitantes de esta comunidad. Sin embargo reconoció que los principales problemas de salud tienen que ver con infecciones respiratorias pero debido a los cambios del clima y por el mismo polvo que se encuentra en la comunidad, “nada que ver con la mina”, recalcó.

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El secretario del Ayuntamiento, Eduardo Córdova Rendón, hace oídos sordos e ignora las problemáticas derivadas de la mina.

Aseguró que quienes lo visitan es la población en general y que no hay un grupo que llegue más frecuente como niños o adultos mayores. Recordó que cuando llega un paciente con estas características se le vacuna contra la influenza y se le recomienda hacer ejercicio, comer en abundancia frutas y verduras, abrigarse bien y cuidarse de los cambios del clima.

Por su parte el Ing. Eduardo Córdova Rendón, Secretario del Ayuntamiento, descartó que la mina afecte a la comunidad, si no que al contrario, ha generado más beneficios; entre los que menciona la cantidad de empleos seguros que tienen pues el 70% de la comunidad trabaja directa o indirectamente para la mina, alrededor de 300 empleos.

Indicó que la empresa minera y el Ayuntamiento tienen buena relación, e incluso han realizado donaciones para obra pública como unos 600 mil pesos para la rehabilitación del parque principal ubicado frente a palacio municipal, además que han ayudado con el bombeo de agua potable y gracias a eso pueden asegurar el abasto ―racionado durante unas horas por la mañana y por tarde―, para todas las casas de la localidad, algo que antes no podían.

Indicó que la mina se comprometió y ha cumplido con la rehabilitación de los hogares que se vean afectados por las explosiones que realizan. Y aseguró que actualmente se ha intensificado las afectaciones porque están trabajando más cerca a la zona habitacional; pero que el futuro está proyectado hacia atrás de la mina, lo más alejado de la comunidad.

Es así que mientras la mina La Colorada sigue extrayendo oro y plata del suelo sonorense sin las menores consideraciones para evitar afectar a los habitantes de esta comunidad, estos no tienen más remedio que aguantar y seguir viviendo con el temor de que la empresa tome represalias contra los trabajadores si alzan la voz por lo cual dejan a un lado su salud y bienestar, por un empleo.

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