“Somos ineficientes recaudando e irresponsables gastando”: Antonio Astiazarán

Por Imanol Caneyada/

La reforma hacendaria propuesta por el Gobierno federal y aprobada en la Cámara de Diputados con algunas modificaciones, es en este momento motivo de un debate que ha movilizado a todas las fuerzas políticas y sociales del país y que ha polarizado a dos partidos, PRI y PAN, que parecían marchar con una cierta armonía hasta ahora.

La incertidumbre del ciudadano se acrecienta en medio de los exabruptos, que nada aportan a la discusión.

La presente entrevista con el diputado federal Antonio Astiazarán Gutiérrez busca arrojar un poco de luz al debate.

Una de las principales críticas a la reforma es que va a golpear, por un lado, al rubro de la previsión social en los trabajadores y por el otro a las clases medias. ¿Otra vez los que menos tienen tendrán que apretarse el cinturón?

La Reforma Hacendaria que se aprobó por la Cámara de Diputados, no es la misma que la propuesta enviada por el Ejecutivo. Los cambios que se le hicieron estuvieron enfocados para proteger la economía familiar, y en especial a las clases medias:

Sin alterar el espíritu original de la propuesta del Presidente, en donde se propone dotar al Estado Mexicano de los recursos para hacerle frente a programas sociales que necesitamos como país (Seguro contra el Desempleo y la Pensión Universal para los Adultos Mayores de 65 años), así como incrementar los recursos para obras de infraestructura en el país. Pero al mismo tiempo, esta Reforma fue posible eliminando aspectos sensibles para la población mexicana como las propuestas de cobrar IVA en colegiaturas, rentas, hipotecas y en la adquisición de viviendas.

En este momento, los mexicanos tenemos dos problemas: somos ineficientes en la recaudación, y en ocasiones irresponsables en el gasto público. Esta reforma busca combatir estos dos problemas, incrementando el ingreso fiscal, y estableciendo candados para que este nuevo ingreso no se vaya a gasto corriente.

Uno de los aspectos que más ámpulas ha levantado de la propuesta de reforma hacendaria es la homologación del IVA al 16% en la frontera. ¿No perjudica esto al crecimiento económico, teniendo en cuenta que para 2014 se prevé cero crecimiento?

La actividad económica en la frontera se basa en el intercambio permanente de mercancías entre un país y el otro.

En particular, la industria de la exportación representa la principal fuente de empleo en la frontera mexicana. Para proteger esta fuente de empleo, se modificó la propuesta del Ejecutivo, exentando del cobro del IVA a la importación temporal de productos que internan a México para ser transformado por la industria maquiladora.

Ahora bien, tratándose del impuesto al consumo, habría qué preguntarnos si un bien que se vende en la frontera mexicana es un 5% más barato que el resto del país, por la diferencia de tasa actual del 16% en todo México, y el 11% actual que aplica en la frontera. De no ser así, pareciera entonces que no es el consumidor quien gana con la diferencia de tasa en el IVA, sino el intermediario que está vendiendo un producto más caro en la frontera, que en el resto del país, homologando el precio de un producto en la frontera, al resto del precio en México.

El argumento que más han esgrimido los defensores de la reforma es que van a pagar más quienes más tienen. ¿Podría explicarnos cómo se refleja esto en concreto en la reforma?

La Reforma aprobada contiene nuevos criterios, que buscan cambiar la distribución de la riqueza. Ya no es posible que en México tengamos al hombre más rico del mundo, y más de la mitad de la población viva en niveles de pobreza.

Por esto aprobamos impuestos que antes no se aplicaban en México. Por ejemplo, se propone que paguen impuestos las utilidades de la Bolsa Mexicana de Valores, que hasta este momento no pagan impuestos, pero que en otros países sí aplica dicho impuesto. También se establece una tabulación que incrementa la tasa del Impuesto Sobre la Renta para personas físicas que tengan un ingreso a partir de 500 mil pesos anuales.

Uno de los puntos más importantes de la Reforma fue la eliminación del régimen de consolidación fiscal. Este sistema fue aplicado por corporativos mexicanos que son dueños de varias empresas, y que aprovechaban las pérdidas de una de las empresas del grupo para reducir el pago del impuesto de una empresa hermana. Ahora, cada empresa estará obligada a responder fiscalmente por sus utilidades o pérdidas.

En un país de privilegios, ¿qué mecanismos va a instrumentar el gobierno para que los que más tienen no evadan el pago de impuestos, es decir, que la reforma no sea letra muerta?

Para atraer a la formalidad a la economía informal, necesitamos otorgar incentivos para que se incorporen a la formalidad los empleos informales. La Reforma contempla un nuevo sistema de incorporación fiscal, mediante el cual se otorgan incentivos, como las prestaciones sociales, a quienes se den de alta en el SAT como nuevos contribuyentes. Esta es la razón por la cual desaparece el régimen REPECO (Pequeños Contribuyentes), brindándoles el beneficio fiscal de condonar los adeudos fiscales durante el primer año de su incorporación.

La reforma busca también cubrir huecos por donde comúnmente se ha venido presentando la evasión fiscal, al simplificar el pago de impuestos, y eliminar otros como el IETU y el IDE.

Una queja constante del contribuyente menor, aquel que difícilmente puede pagar un despacho de contadores, son las dificultades para hacer la declaración. En ese sentido, ¿qué ha incorporado esta reforma para la simplificación del pago de impuestos?

En principio, la Reforma busca que, así como uno nace con la CURP, también cuente con su cédula fiscal desde al momento de nacer. Para ello fueron necesarias una serie de reformas fiscales, contenidas en el Código Fiscal de la Federación, para adecuar la realidad legal a los avances tecnológicos. Así, por ejemplo, cada ciudadano contará con un buzón electrónico en donde podrá recibir notificaciones, realizar sus declaraciones, y cubrir sus créditos fiscales. Esta reforma representa el avance tecnológico más avanzado en la historia reciente de nuestro país.

Pero al mismo tiempo, la reforma elimina una serie de requisitos contables que antes se exigían a las empresas, como el dictamen contable emitido por un Contador Público certificado.

Este proyecto de reforma ha significado, entre otras cosas, la ruptura del Pacto por México. ¿Qué consecuencias políticas tendrá en el futuro, teniendo en cuenta las diferentes reformas pendientes?

Si bien es cierto que la Reforma aprobada por la Cámara de Diputados, no es producto de un acuerdo del Consejo Rector del Pacto por México, también es cierto que en el diseño de la misma participaron todos los partidos políticos, incluyendo al Partido Acción Nacional. Esto se explica no sólo por el hecho de que la Reforma fue aprobada por el PRD, PVEM, PRD, Nueva Alianza y el PRI, sino que también se pudo constatar porque el propio PAN ―a pesar de haberse opuesto a la miscelánea fiscal― estuvo a favor de la Ley de Ingresos del 2014, la cual contiene el cobro de nuevos impuestos, derechos y aprovechamientos.

En lo personal, tengo confianza en que las diferencias que se presentaron durante la discusión de esta reforma, no sean obstáculo para seguir construyendo acuerdos para futuras reformas, como la energética. La sociedad busca acuerdos, y no pleitos, y cada partido deberá estar acorde a esta exigencia ciudadana.

Por último, ¿qué costo político considera usted que tendrá el PRI con el apoyo incondicional a la Reforma hacendaria?

Los tiempos políticos han cambiado en nuestro país. El mayor costo político que puede tener un partido en el gobierno radica en la falta de resultados, y en el no cumplir con los compromisos que se hicieron durante la campaña.

Los candidatos del PRI, encabezados por nuestro presidente de la República, nos comprometimos a que México cambie. A que el crecimiento de nuestro país se acelere, y el disfrutar de un México próspero, y en paz.

La Reforma Hacendaria no puede verse como el único instrumento para que México crezca. Se trata de un mecanismo que nos permitirá lograr otros objetivos mayores, como lo son la Reforma Social, con la que lograremos contar con más recursos para atender problemas actuales, como el seguro del desempleo y la pensión vitalicia para adultos mayores.

La sociedad exige ahora partidos responsables. Ya no se trata de decir cómo no, sino de proponer alternativas para resolver los problemas de México. Los legisladores del PRI seguiremos acompañando a nuestro presidente de la República, en la búsqueda de un México diferente, por el que votamos y esperamos los mexicanos.