Los animales siguen sin protección en Sonora

Por Imanol Caneyada/

Entre muchos de los daños causados por la parálisis legislativa, está la iniciativa de ley para la protección de los animales, aprobada en comisiones el 10 de abril y que busca hacer respetar los derechos de los animales en la entidad 

Una de las iniciativas de ley que espera a que la parálisis legislativa que aqueja a Sonora se supere es la de protección a los animales, la cual, fue presentada por el diputado del Verde Ecologista Vernon Pérez Rubio el pasado mes de noviembre y aprobada en comisiones el 10 de abril de los corrientes.

Enfrascados en una pugna interminable relacionada con los espacios de poder al interior del Congreso, pugna tutelada por el Ejecutivo estatal, según han señalado los líderes de la oposición en repetidas ocasiones, el Congreso continúa arrastrando la indolencia y la indiferencia de los legisladores por los temas que deben resolverse en la entidad heredada de la legislatura pasada.

Los diputados de la actual legislatura no habían sesionado en todo 2013; apenas el pasado martes 23 de abril el Pleno entró en funciones, después de que el jueves 18, la fracción panista lograra la presidencia de la mesa directiva y después, inexplicablemente, abandonara la sesión, huyendo ―según testigos― de la discusión sobre los nuevos impuestos y del movimiento de los malnacidos.

Quedará para el anecdotario la frase que le soltó el diputado Humberto Robles al líder de la fracción panista, Javier Neblina: “Cumple con tu responsabilidad, no seas joto”.

Si conflictos catalogados como urgentes, léase el del transporte público o la aplicación de nuevos impuestos, no han impulsado a los diputados a cumplir con su deber, una iniciativa de ley que protege la dignidad de los animales es probable que siga esperando en la congeladora legislativa un tiempo más.

De hecho, la iniciativa fue presentada en la anterior legislatura, a mediados de 2011, por el entonces diputado panista Héctor Laguna Torres.

La causa que propició este proyecto de ley fue el anuncio del ex alcalde de San Luis Río Colorado, Manuel Baldenebro, de recompensar económicamente a aquellos ciudadanos que llevaran al Ayuntamiento perros para ser sacrificados.

La medida, que en su momento causó repulsión e hilaridad por partes iguales y que tuvo ecos internacionales, únicamente puso sobre la mesa un problema de salud serio que aqueja a todo Sonora: la proliferación de mascotas callejeras producto de la irresponsabilidad de sus amos.

Pero también nos retrató como una sociedad cruel con sus mascotas e indiferente de sus derechos.

La iniciativa que retomó en octubre del año pasado Pérez Rubio, en esta ocasión ha sido consensada con grupos de la sociedad civil como Pata de Perro o la Sociedad Protectora de Animales de Sonora, principales impulsores para su aprobación.

El texto aprobado en comisiones el pasado 10 de abril y que espera turno para subir al Pleno, trata de combatir principalmente estos dos aspectos: el problema de salud pública y la observación de los derechos de los animales.

Incluye también la prohibición de espectáculos taurinos en territorio sonorense.

La iniciativa consta de 89 artículos, divididos en cinco títulos.

En los artículos preliminares, la iniciativa asienta que la ley tiene por objeto proteger y garantizar el bienestar de los animales domésticos evitando que se les maltrate o martirice.

Su finalidad, dice más adelante, es la de regular la protección de los animales domésticos, erradicando y sancionando el maltrato y los actos de crueldad en su contra; favorecer su aprovechamiento y uso racional; fomentar en la comunidad la protección, el respeto, la consideración y el trato humanitario que debe brindarse a estos animales; y fomentar y apoyar la creación de sociedades o asociaciones cuyo fin sea el de proteger a los animales en general.

Con lo anterior, la iniciativa pone en la mesa de discusión un debate muy del siglo XXI: ¿son los animales sujetos de derecho?

Tradicionalmente, el derecho ha sido entendido como la ciencia que regula el comportamiento humano; todo el derecho, decían los romanos, ha sido constituido a causa del hombre.

Actualmente, el comportamiento histórico del ser humano en relación a los animales es constantemente cuestionado; desde una corrida de toros, pasando por las peleas entre animales, hasta el maltrato como conducta habitual, sectores muy amplios de la sociedad exigen a las autoridades que los animales sean considerados sujetos de derecho o, al menos, que las leyes garanticen su bienestar.

En ese sentido, la iniciativa de ley aprobada en comisiones contempla en la teoría todos estos aspectos, además de obligar a asumir al estado la responsabilidad de actuar contra la proliferación de mascotas sin dueño, a través de campañas de esterilización, adopción de mascotas y sensibilización de la ciudadanía al asumir un compromiso como cuidar a un animal doméstico.

El punto más débil del proyecto es el de las sanciones. Si bien contempla desde apercibimientos hasta arrestos por 36 horas, les deja a los ayuntamientos la responsabilidad de crear los reglamentos conducentes y la aplicación de los mismos.

En términos generales, los gobiernos municipales han demostrado ser incapaces de hacer cumplir los diferentes reglamentos que regulan la convivencia en las ciudades; por tratarse de animales, es lógico esperar que la aplicación de la ley sea defectuosa.

Es decir, estamos ante una posible ley modélica desde la perspectiva de la teoría, pero que en la práctica corre el riesgo de convertirse en letra muerta.

Eso si los diputados deciden un día de estos someterla al Pleno y aprobarla.