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‘Los desnudaron, pero no los ultrajaron’

Por Daniel Sánchez Dórame/

El comandante de la 4/ta Zona Militar aclaró que tras la denuncia de presunto abusos contra jóvenes del Servicio Militar Nacional en Hermosillo, realizaron una investigación.

A los conscriptos de la clase 1994, anticipados y remisos, sí se les obligó a desnudarse durante la primera jornada del Servicio Militar Nacional (SMN) en el 73 Batallón de Infantería con sede en esta capital, pero solo como parte de exámenes médicos y no para ultrajarlos.

Así lo reconoció André George Follum Van Lissum, comandante de la 4/ta Zona Militar. «Sí fueron desnudados, hicimos la investigación y no hubo tales abusos; el procedimiento normal establecido en la Ley de SMN dicta que lo primero que se debe hacer con los jóvenes que se encuadran es un examen riguroso y completo, precisamente para prevenir que haya elementos con deficiencias cardiacas o del sistema esquelético que se vean comprometidos por los ejercicios extenuantes».

Cuando se le cuestionó si era necesario desnudar a los jóvenes, el Comandante respondió que efectivamente y que en ningún momento hubo abusos o se les obligó a desnudarse a la intemperie.

«Esto sólo se hace el primer día (desnudarlos) y lo hace un médico profesional, no lo hacemos nosotros (militares)», aclaró Foullum Van Lissum.

Fue la semana pasada cuando varios jóvenes del 73 Batallón de Infantería denunciaron sentirse ultrajados y humillados porque el sábado 2 de febrero al iniciar con su SMN el médico militar y un cabo instructor los obligó a despojarse de sus ropas y quedarse solo con los calcetines y pararse de frente a otros conscriptos, para luego auscultarlos con un estetoscopio al tiempo que les repetía «desde el momento que se en listaron sus nalgas me pertenecen».

Aunque éste hecho no fue denunciado formalmente ante las autoridades judiciales o Derechos Humanos, al menos diez jóvenes aprovecharon los espacios de opinión y Redes Sociales de distintos medios de comunicación para corroborar los malos tratos que fueron objetos por parte de los instructores militares.

«Entiendo que nos pongan a hacer ejercicio hasta agotarnos, que nos quieran disciplinar con firmeza y que los militares sean muy estrictos, pero desnudarnos y ponernos frente a frente fue totalmente innecesario y más si solo se trataba de una revisión médica a los pulmones, me sentí humillado», declaró un joven que accedió hablar a cambio del anonimato.

Explicó que como muchos de los jóvenes, trataron de taparse las partes nobles con las manos, pero el instructor gritaba firmes y los obligaba a poner las manos a los costados.

Como se recordará, el testimonio indicaba que primero los pesaron y separaron, a los jóvenes de mayor peso los calificaban como “gordos” y en repetidas ocasiones los señalaban como “inútiles a la patria”.

“Nos separaron en grupos de 40 para pasarnos a un cuarto donde nos pidieron que nos quitáramos toda la ropa y nos dejáramos solo los calcetines, a muchos nos ganó la risa de nervios y fue cuando el militar preguntó de qué nos reíamos, si desde el momento que nos enrolamos sus nalgas me pertenecen”, recordó.

«Después hicimos dos filas de 20 y nos pusieron espalda con espalda para que rozaran nuestras nalgas, luego nos voltearon y fue cuando el doctor se acercó para escuchar nuestros pulmones», declaró otro de los denunciantes.

Al finalizar la jornada, platicando con los conscriptos del 24 Batallón, los jóvenes se enteraron que a sus colegas solo les hicieron quitarse las camisas para el chequeo médico; supuestamente, hacia el sábado 9 de febrero se redujo drásticamente el número de jóvenes en el 73 Batallón, de hecho los entrevistados declararon que ya no regresarán por miedo a represarías o que una vez que se haga público el abuso los instructores sean más estrictos.

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