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Movidas por el amor y la esperanza

La líder del colectivo denunció que mientras realizaban una jornada de búsqueda, un grupo de hombres las amedrentó y realizo disparos al aire
La líder del colectivo denunció que mientras realizaban una jornada de búsqueda, un grupo de hombres las amedrentó y realizo disparos al aire

En el monte, caminos, rancherías, un grupo de mujeres han emprendido una labor nunca antes vista en el país, con más valor y voluntad que las autoridades, excavan para encontrar a sus hijos “desaparecidos”

Por Redacción

Sin más herramienta que una pala y una varilla, mujeres sonorenses recorren cientos de kilómetros diariamente en distintas partes del estado, para encontrar a sus “corazones” —palabra que utilizan en referencia sus seres queridos­— que les fueron arrebatados y que hoy se encuentran en calidad de desaparecidos.

En el marco de la festividad por el Día Internacional de La Mujer, el Semanario “Primera Plana” tuvo la oportunidad de platicar con Patricia Flores Armenta, líder del Colectivo Madres Buscadoras, quien con una voluntad incalculable, movida por el amor hacia su hijo desaparecido, ha sido pilar y causa importante en la organización de este grupo de mujeres.

También fue víctima

La situación que vivió Patricia a raíz de la desaparición de su hijo Marco Antonio, no ha sido nada fácil. Al igual que otras madres de familia, experimentó la amarga angustia que sienten miles de mujeres en el país a causa de no saber nada sobre el paradero de sus seres queridos. Sin embargo este hecho trágico, que marcó su vida para siempre, fue la razón que dio origen al Colectivo Mujeres Buscadoras.

“Tras la desaparición de mi hijo en mayo de 2019, decidí no quedarme de brazos cruzados esperando a que las autoridades lo encontraran, yo le juré a él que costara lo que costara lo iba a encontrar, así que no he dejado de salir a la calle, al monte, a los arroyos en su búsqueda”, afirmó.

El ejemplo de salir, organizar y dirigir brigadas para encontrar a su ser amado, interesó y motivó a que otras madres y padres, que no buscaban a los suyos por temor a represalias, se sumarán al noble esfuerzo de dar con el paradero de sus corazones, trabajo que hasta el momento se ha visto reflejado en los hechos, pues han logrado recuperar 99 cuerpos en diferentes del estado.

Se suman más mujeres

Patricia consideró que la ola de violencia en la que está inmersa la sociedad, así como la facilidad con la que a una persona se le desaparece en el país, ha ocasionado que madres que viven en otros estados nos apoyen y también nos soliciten ayuda para publicar en nuestras redes a sus familiares.

“Desgraciadamente en nuestras búsquedas hemos encontrado personas originarias de estados como Michoacán, Veracruz y Chihuahua, por lo que es importante que en esta lucha tener el apoyo de la ciudadanía en general”, lamentó.

Detalló que actualmente el colectivo lo conforman alrededor de 255 mujeres en Sonora y se mantienen en contacto con más de 600 personas en sus grupos de redes sociales donde se apoyan mutuamente.

Sufren de carencia 

Afirmó que es poco el apoyo recibido por parte de las autoridades estatales y que las herramientas y todo lo que ellas ocupan para realizar trabajos de búsqueda han sido donadas por la sociedad civil, pero también ha sido resultado de actividades de boteo y de la realización de rifas.

“Toda nuestra labor ha sido con más voluntad que material de apoyo, el Gobierno Estatal nos prometió ayuda y todavía es hora de que no la recibimos”.

Denunció que las trabas y los problemas que han tenido habrían sido, según dijo, por culpa del Gobierno, y contó un caso que les pasó en Puerto Peñasco, cuando realizaban labores de búsqueda, donde supuestamente tuvieron problemas con autoridades del Estado.

“El problema es que nos ven como si fuéramos una piedra en el zapato, tienen que dejarnos de ver como enemigos porque no lo somos, lo que sí, somos madres desesperadas, que por amor a nuestra familia realizamos estas búsquedas”.

Por su parte, aseguró que seguirán trabajando arduamente con o sin apoyo de las autoridades, en busca de todos aquellos que han sido desaparecidos. “No vamos a descansar hasta no tener con nosotras a nuestras personas, porque ellos se merecen un lugar digno donde descansen sus restos y nosotros tenemos el derecho de vivir en paz y saber a dónde llevarles de perdida una flor”.