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Olor a Dinero | De discriminación y boicots

El programa de Chumel Torres fue suspendido de HBO tras ‘affaire’ con la esposa de López Obrador.

Por Feliciano J. Espriella

El 25 de junio de 2017, el pseudocomediante José Manuel Torres Morales, más conocido como Chumel y de un tiempo atrás metido a comunicador, publicó el siguiente tuit: “Cuando coges con un azteca entiendes por qué lo mataron”.

Como ese ha publicado cientos más en los que agarra parejo, aunque muchos de ellos han ido en contra de mujeres por lo cuál ha sido calificado desde tiempo atrás como misógino, pero también sobre niños, ancianos y hasta enfermos, de quienes ha hecho burla y escarnio escudado en un humorismo que raya en el insulto, en todos los espacios en los que participa, especialmente en un programa radiofónico que trasmite Radio Fórmula.

Destaca entre sus mensajes ofensivos, por el origen del destinatario, uno en el que se burla y denuesta al hijo menor del presidente López Obrador. Un niño.

No obstante, el tuit mencionado en el primer párrafo hubiera sido suficiente para que, en absolutamente ningún espacio de ningún país, fuera organizado por particulares o instancias oficiales, se le invitara a participar en debates relacionados con racismo o discriminación. En ninguno.

La iglesia en manos de Lutero

Sin embargo, Mónica Maccise, en ese entonces presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), convocó la semana pasada a un Foro sobre “Discriminación” en el que uno de los participantes era el susodicho Chumel. Como quien dice, quería poner “La Iglesia en manos de Lutero”.

El foro fue suspendido un día antes por la propia presidenta del organismo, a raíz de que la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, publicó un tuit en el que se refirió a las ofensas que el comediante había infligido a su hijo y de las cuales nunca emitió una disculpa. Ese tuit encendió las redes con mensajes que en su mayoría condenaban la mencionada invitación al foro.

Hacían símiles sobre invitar a pederastas a participar en foros sobre pedofilia o padres y maridos golpeadores en debates sobre violencia intrafamiliar. En pocas palabras, a la hoy ex presidenta se le vino el mundo encima.
Al día siguiente presentó su renuncia, tal vez por la presión de las críticas públicas, o, según afirman de los muchos “adversarios” al presidente, por petición de la historiadora, o incluso pudiera haber sido que le pidieron la bola.

Al comediante, por cierto, le “suspendieron” cuando menos temporalmente un programa que transmitía por HBO.
El asunto hasta el pasado lunes seguía bastante caliente con enconados debates en las redes, en los que para algunos el asunto lo enmarcan en ataque a la libertad de expresión, en tanto muchos otros lo festinaban.

Boicot a Oxxo’s y Coca cola

Unos días antes del affaire Chumel, se había suscitado en redes otro trending topic relacionado con Femsa, uno de los más importantes consorcios comerciales del país.

Declaraciones atribuidas al presidente de Femsa, José Antonio Fernández Carbajal, conocido por el apodo de El

Grupo Femsa, que dirige José Antonio Fernández, también lo involucraron en un escándalo en redes sociales.

Diablo, en el sentido de que pondría “el doble” de dinero de lo que pagó de impuestos recientemente (más de 8 mil millones de pesos) para sacar a López Obrador de Palacio Nacional.

Al igual que el asunto de Chumel, esto desató tal cantidad de descalificaciones en redes sociales (incluido un llamado a boicotear a Coca Cola y Oxxo) que la empresa se vio obligada a hacer la siguiente aclaración en Twitter: “Circula en redes sociales información falsa sobre Femsa y sus directivos. Reiteramos que no participamos en actividades políticas o electorales. Los 230 mil colaboradores de la empresa en México tenemos la misión de generar valor económico, social y ambiental para nuestro país”, publicaron.

A la fecha el asunto se ha calmado, prácticamente ya se enfrió y lo del boicot pasará a ser uno más de esos buenos deseos que nunca materializamos los mexicanos, específicamente acciones como ésta.

En México, los boicots no han funcionado nunca, básicamente porque que jamás se ha utilizado como herramienta de lucha, a diferencia de los anglosajones, quienes sí lo han utilizado en múltiples ocasiones con mucha eficacia y excelentes resultados, logrando generalmente impactos muy fuertes.

¿Vale la pena hacer el boicot a Coca cola específicamente? Opino que sí, aunque no por las razones de las acciones de Fernández Carbajal, sino porque es un producto brutalmente dañino para la salud.

Somos de los principales países, y en descuido los primeros consumidores per cápita de Coca cola en el mundo. En la medida que se reduzcan los consumos de éste y demás productos similares, mejorará la salud de millones de mexicanos y se abatirán los elevados índices de obesidad, diabetes e hipertensión.

La mejor prueba y muy contundente, por cierto, son los elevados índices de mortalidad que se registran en México por el Covid-19.

Por hoy fue todo. Gracias por su tolerancia y hasta la próxima.