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Temporada de pitahayas en riesgo por incendios

Por fuera del Mercado Municipal, se colocan vendedoras de este fruto.
Por fuera del Mercado Municipal, se colocan vendedoras de este fruto.

Este año podría haber crisis en la venta de este fruto típico del desierto sonorense ya que la zona donde se cultiva sufrió un incendio forestal  

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Para mantener viva una tradición que inició con su padre y que ella mantiene viva por ya más de 27 años, la señora Brenda Chávez Carrillo, originaria de Carbó, Sonora, ya comenzó a vender la famosa pitahaya, en el mercado municipal de Hermosillo y adelanta que este año será más difícil, pues los incendios forestales han arreciado, dejando un complicado panorama.

Para Brenda, la tradición de vender pitahaya de Carbó en Hermosillo comenzó con su padre, quien era de las personas que iban a recolectar el fruto que crece de manera silvestre en el desierto sonorense, para luego venir a comercializar a granel en la ciudad.

El dedicarse a este negocio no es fácil y prácticamente es un trabajo en familia, pues es una dinámica diaria, que inicia a las 12:00 o 1:00 de madrugada, acudiendo a los montes a recolectar el fruto.

“Los pitayeros salen a las 12, una de la mañana, a cortarla, se van al monte y llegan a las 7:00 o 8:00 de la mañana, ya de ahí nosotros los esperamos ahí en el oasis (el entronque a Cabo) y así venirnos a venderlas aquí a Hermosillo”.

De ahí las vendedoras lo toman y viajan a Hermosillo para colocar los puestos y sin importar el calor o el tiempo que dure, comenzar a ofrecerlo a los ciudadanos que visiten el centro de la ciudad.

Todos los días viajan de Carbó a la capital, para ofrecer su producto.

Junto con Brenda viajan su hermana, una prima y un sobrino, que tienen ya dos semanas viajando a diario de Carbó a Hermosillo a vender pitahayas.

Sin embargo, ha sido una temporada difícil, tanto por los incendios forestales, que no ha hecho tanto calor por las noches y que quizá muchas personas no saben que ya están vendiendo.

“Va bien, gracias a Dios, ahorita está medio calmadón, yo digo que a lo mejor no sabía bien la gente que ya habíamos empezado, porque sí hemos estado batallando y casi no hay pitahaya, no hay mucha porque afectaron muchos los incendios que hubo por allá”.

De la venta de pitahayas en Hermosillo subsiste en su casa con su madre y dos hijas, por eso invitó a todas las personas a que acudan al mercado Municipal de Hermosillo y les compren este tradicional fruto sonorense, que solo se puede conseguir durante esta temporada.

“Ya estamos vendiendo pitahayas, que se dejen venir aquí estamos en el mercado, a 10 pesos la pieza y pues que vengan y que nos apoyen comprando también… hay pura calidad”.

Lenika Plasencia, alcaldesa de Carbó.

Incendios forestales le pegó a la pitahaya

Lamentablemente estamos a mediados de junio y en el centro de Hermosillo son muy pocos los puestos de venta de pitahayas, en comparación a años anteriores, el problema es que este año una serie de incendios forestales afectó parte de la zona donde se cosechan este fruto sonorense y ahora es más difícil conseguirlo.

La alcaldesa del municipio de Carbó, Lenika Plasencia, explicó que la venta de Pitahayas representa un ingreso extra muy importante para alrededor de 300 familias que se dedican durante todo un mes a esta actividad, donde se involucra padres, hermanos, tíos, todos van a cortarlas durante la madrugada, luego las limpian y madres e hijos viajan los 45 minutos que hay entre Carbó y Hermosillo, a venderlas.

Lamentablemente este año, dijo, habrá menor producción de la esperada, ya que desde hace dos meses comenzaron los incendios forestales en el municipio, donde ya se tienen unas 20 mil hectáreas de superficie afectadas, muchas de ellas en la zona donde se dan las pitahayas.

“Lo que estábamos platicando con los pitayeros es precisamente las distancias que van a hacer ahora, antes era muy cercano, era más fácil y menos cansado ir por el producto, ahorita se tiene que extender más, el área donde se cosechaba fueron alrededor de 600 hectáreas quemadas”.  

A esto se le suma que los climas son variantes y eso provoca que el fruto tarde el crecer, sin embargo, ya se comenzaron las primeras cosechas y pronto se espera que empiece a venir más personas de Cabó a Hermosillo a vender.

“No nos esperábamos este incendio ni tan rápido, los incendios normalmente los vivimos en el verano y ya empezaron hace dos meses… no va ser la cantidad que esperamos todos los años, pero esperamos que todo sea a favor y que si se logre la meta de las familias y puedan tener los ingresos que ellos están acostumbrados”.