Una charra en cada hija te dio

Por Franco Becerra B. y G.

El sábado 8 de mayo mi primo-hermano Rodolfo “Popo” Arteaga Bollaín y Goytia y su esposa María Luisa de León, me invitaron a una charreada, en la que se presentaría la escaramuza “Charras de la Laguna”, conformada por ocho bellas mujeres laguneras capitaneadas por Paty Valdéz Santiesteban.

Popo y María Luisa son los orgullosos padres de Anilú Arteaga de León quien participa en la escaramuza.

Los rayos de la tarde caían lentamente sobre el lienzo charro de los Montoya en la ciudad de Gómez Palacio, Durango, cuando aparecieron las charras desde sus cabalgaduras, saludaron al público tocando con gallardía sus sombreros con una varita de membrillo.  

Sus vestidos son un regalo para la vista y los moños en sus cabelleras una discreta coquetería.

Las charras montadas en sus briosos corceles con la rienda en la mano izquierda —que es la del corazón— recibieron de las gradas una lluvia de aplausos, al tiempo que la tambora zacatecana lanzaba las notas alegres de “El Cantador”.

El espectáculo inició: Las charras partían del arrancadero con sus caballos a gran velocidad y al jalar con fuerza el freno las patas traseras rayaban una clara estela sobre la arena.

Esa magistral cuanto temeraria suerte se conoce como “La Punta”.

“Las Charras de la Laguna” hicieron gala de una perfecta sincronía al ejecutar por nota sus ejercicios: cruces, giros, escaleras, flores, abanico, coladera y dibujos.

Al lanzarse a todo galope y entrecruzarse con sus caballos es un ejercicio de una sorprendente precisión: ni un segundo menos, ni uno más, ese es el reto.   

La charra y su caballo son una sola entidad, un centauro donde se funde la inteligencia humana con la potencia equina, solo así se comprenden las maravillosas evoluciones de la escaramuza.  

Se trata de disciplina, de entrega por los caballos, de trabajo en equipo, para después de los entrenamientos semanales ver coronados los esfuerzos con una buena charreada.

La escaramuza “Charras de la Laguna” nació en el 2002 y durante su trayectoria ha destacado como un equipo triunfador en las competencias estatales, además de ocupar los primeros lugares en la fiesta máxima de la charrería: las nacionales, competencia que organiza año con año La Federación Mexicana de Charrería, a la que asiste un promedio 110 escaramuzas de varias regiones del país.

Una maravillosa fiesta de color y de emociones, eso es la charrería mexicana: el deporte nacional considerado por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Es un orgullo para la comarca contar con “Las Charras de la Laguna”: es un orgullo para las familias Arteaga de León y los Bollaín y Goytia tener a una charra tan linda y tan buen jinete como nuestra Anilú Arteaga.

Y si alguien me comentara que Anilú se parece a mi madre, su tía abuela Catalina Bollaín y Goytia Hernández, no tendría más que aceptarlo y… de muy buena gana.