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Vigilados por la Inteligencia Artificial

La Dra. Raquel Torres, junto con sus alumnos de Sistemas de Información, desarrollaron un experimento de Inteligencia Artificial en dispositivos; “si tosiste y el teléfono te escucha constantemente toser, puede ser que te recomiende que te tomes un jarabe”

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Dra. Raquel Torres platica sobre el ejercicio para detectar la activación de algoritmos de Inteligencia Artificial.

De seguro han escuchado decir que a veces las redes sociales saben lo que estamos pensando, pues apenas creen que quieren un producto o servicio y ya les aparece la publicidad en su teléfono, pues esto se debe a que existe un algoritmo de Inteligencia Artificial (IA) que escucha y vigila lo que estás publicando o diciendo, para recomendarte contenidos y venderte productos. Así lo demostró un ejercicio realizado en Sonora por la maestra Raquel Torres Peralta y sus estudiantes.

La doctora en Ciencias computacionales, profesora e investigadora de la Universidad de Sonora y coordinadora de la licenciatura en ingeniería en sistemas de Información, platicó que realizó un ejercicio con sus alumnos donde se les asignó un producto o servicio que fuera inusual, lo mencionaron sólo una vez por alguna plataforma en sus teléfonos y se midió el tiempo en que aparecía un anuncio y el resultado fue impresionante.

“Entonces ellos tenían que medir el tiempo en que ellos hicieron mención del artículo y luego el tiempo que pasó desde ese momento hasta que apareció la publicidad en redes sociales o en cualquier medio electrónico”.

Un trabajo académico

La doctora Torres Peralta aclaró que este ejercicio lo realiza cada semestre, pero en esta ocasión decidieron hacerlo más dinámico, para que los estudiantes se mantengan más atentos en las clases en línea y aprendan experimentando.

“En las clases en línea es difícil mantener el interés del alumno, y en estos temas en general me gusta mucho involucrarlos y que ellos vean, que no se queden con lo que uno les dice, sino que ellos experimentan y vean los efectos ya de primera mano”.

Cada estudiante tenía asignado un producto, algo inusual, algo que normalmente no utilizan. Debían mencionarlo una sola vez por un medio en específico y ya no dirían el nombre por ningún otro medio y se esperarían a ver cuánto tardaban en salir los anuncios.

Por ejemplo, a uno se le encargó que pusiera clases de carpintería por whatsapp en un mensaje de texto, otra pañales por un mensaje de voz, buscar una comida en específico en internet, o mencionar un producto por llamada telefónica y otro era mencionarlo en voz hablada teniendo el dispositivo cerca.

“Los hallazgos fue, que por cualquier vía fue muy eficaz la publicidad. Tuvimos muy eficientes los algoritmos, en el buscador de google tardó siete minutos, también hay que tener en cuenta que los muchachos estaban haciendo otras cosas mientras esperaban, aquí les pusieron una búsqueda de comida y en twitter apareció un anuncio de Uber Eats”.

Otro ejemplo, fue que por llamada telefónica un alumno comentó que quería un X-Box y a los 16 minutos le apareció la publicidad en sus redes sociales. Incluso a un estudiante se le encargó que mencionara en una plática con otra persona el muñequito verde de la serie el Mandalorian, sin decir el nombre, y en dos días le apareció el anuncio del mismo en Facebook.

La maestra Torres señaló que incluso ahorita sigue recibiendo resultados de anuncios, donde no solo se aplica a los comentarios hechos en diferentes aplicaciones, sino también hablar por llamada telefónica, o en vivo con el teléfono bloqueado y siguen dándose los anuncios.

Un alumno escribió un mensaje con intención de comprar una impresora. Al día siguiente le aparecieron anuncios del producto.

Somos escuchados

Raquel Torres Peralta aclaró que todas las personas que tienen algún dispositivo, como Alexa, un teléfono celular o incluso las televisiones que se conectan a internet, pueden tener ese potencial de captar información para después venderte productos.

“Por ejemplo, me decían si vas a teclear un mensaje a lo mejor no es whatsapp quien hace eso, sino la aplicación del teclado que estas usando. No lo podemos saber, no sabemos exactamente que aplicación es, pero sucede y la verdad es que cuando nosotros accedemos utilizar una aplicación, le damos aceptar a los Términos de Uso”.

Explicó que esto se da porque nada es gratis, y mantener estas aplicaciones es extremadamente costoso, dijo que nada más hay que ver las instalaciones de desarrollo que tienen empresas como Facebook, Whatsapp, Google. Donde hay sueldos, mantenimiento de la empresa y que además tiene jugosas ganancias.

“Estamos hablando de los hombres más ricos del mundo, los dueños de estas empresas. No se hace caridad aquí, de decir lo voy a hacer para ayudar a la gente, no, es un negocio, entonces toda la información que esté a su alcance van a hacer uso de ella para venderte cosas. Finalmente es ahí donde ganan ellos, en la publicidad que venden a diferentes empresas”.

Entonces señaló que no importan que aplicación estemos usando, incluso el propio sistema operativo del teléfono, ninguno se salva y todos estamos bajo el ojo de estas empresas.

“No es que nos estén escuchando todo el tiempo, todo lo que decimos, sino que reconocen ciertas palabras y se lleva un registro de alguna mención que hiciste. Por ejemplo, si tosiste y el teléfono te escucha constantemente toser, puede ser que te recomiende que te tomes un jarabe para la tos, sin necesariamente mencionarlo”.

Aclaró que estos fueron algunos comentarios que recibieron después de publicar los hallazgos que tuvieron los estudiantes, pero es algo que aún no se ha investigado tal cual, pero viendo el algoritmo y la Inteligencia Artificial que utilizan, no se puede descartar que sí esté sucediendo a ese nivel.

No hay que tener miedo, pero sí estar consientes

La doctora Torres detalló que a través de los teléfonos, el algoritmo puede saber con quiénes tienes más relación, quiénes tienen influencia en ti, a esa persona que le gusta, incluso las aplicaciones saben que talla eres, tus gustos en música, en ropa, talla de calzado todo, no hay algo que se les escape.

Reconoció que luego de este ejercicio queda como un sentimiento de que estamos expuestos o estamos en riesgo o peligro, pero la verdad dijo que no es a tal extremo, sólo son programas que se utilizan para hacer negocio.

En mensaje de audio dijeron que necesitaba unos audífonos de gamer, 24 horas después en Facebook tenía publicidad.

“Somos muchísimos habitantes en el planeta quienes tenemos un celular, la capacidad de procesamiento de la información no es suficiente como para extraerla de manera individual, pero sí tenemos que estar conscientes de que esto se da. Porque si sabemos de dónde salen las cosas, podemos verlo de diferente manera”.

Aclaró que esto lo menciona no tanto por los comerciales, porque esos se pueden considerar inofensivos, porque al final es la persona quien decide comprar algo, no la aplicación. La alerta, por así decirlo, está en la información y contenido que las mismas aplicaciones te recomiendan y que pueden radicalizar cierta postura.

“Nosotros pasamos mucho tiempo en redes sociales y más ahora con la pandemia, estamos conectados a nuestros círculos de amistades y familia a través de las redes. Y cuando estamos navegando, por decirte algo, en Facebook, Twitter o Instragram, el algoritmo de esas aplicaciones nos muestra el contenido que cree que nos guste para que nosotros sigamos abriendo la App y sigamos y usándola”.

Lo que pasa, dijo, es que de acuerdo a nuestro perfil, patrones de uso e interacciones, el algoritmo te va mostrando contenido de ese mismo tipo para que te sientas bien y sigas usando la aplicación, eso implica que nuestra visión de la realidad pueda estar siendo influida por esos programas y finalmente eso nos genera sentimientos y puede ocasionar que tomemos ciertas decisiones.

Por ejemplo, ahorita en México vivimos una situación muy polarizada por dos grupos, uno que está en contra del Gobierno y otro que está en extremo a favor. Entonces, dijo, de acuerdo a tus preferencias, interacción y contenidos que ves en redes, el algoritmo determina de qué lado eres y te recomienda ese contenido.

De tal forma que si estas a favor, te va a mostrar noticias y material para los que están favor, entonces la idea tuya será que vivimos en un país que es un paraíso, que estamos muy bien y tenemos muy buen gobierno y vas a sentirse confiado, optimista, con un buen sentimiento donde vives y donde estás.

En cambio sí te identifica del otro grupo, te mostrará noticias y contenido en contra del gobierno donde todo va a ser una catástrofe, vas a sentirte inseguro, vas a tener ansiedad sobre dónde estás y que estás haciendo, pensarás que vives en un lugar donde puedes morir mañana, porque estamos en una catástrofe.

“Entonces la manera en que estos dos grupos ven la vida, ya se está viendo afectada por este proceso. Pero si tú sabes que lo que ves en las noticias o en los medios digitales, son producto de estos algoritmos, ya estás consiente y entonces puedes decidir ver un poquito del otro lado también, para tener un criterio más amplio y estar mejor informado”.

El problema, precisó, es cuando no sabes, entonces puedes mantener este sentimiento por mucho tiempo y después tomar decisiones que a lo mejor no hubieras tomado si conocieras el panorama completo.

Para esto, recalcó que solo hay que estar consiente de estos algoritmos, no dejar que nos afecte en lo anímico y juzgar un poco más la información y contenidos que estamos consumiendo.

“Lo primero es estar informado, saber cómo funciona, a groso modo no tienes que ser un especialista… Sino en general saber cómo funciona y de dónde sale lo que ves en la pantalla de tu celular y computadora, para que tengas un criterio a la hora de aceptar o rechazar un contenido. Y que también, además de estar enterados, no debemos separarnos de la realidad, tener contacto con la gente, informarte de todo y no solamente seguir una corriente. No debemos tener miedo del uso de estas aplicaciones, pero sí utilizarlas con cautela”.