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Riesgos desconocidos de las purificadoras de agua en Hermosillo  

Las autoridades sanitarias no tienen capacidad suficiente para vigilar estos establecimientos, tampoco informan y por si fuera poco, expertos advierten sobre los riesgos de contaminación por nanopartículas de plástico en los garrafones 

Por Rigo Gutiérrez E.

¿Quién te asegura que el agua purificada que bebes muy confiadamente de tu garrafón cumple con todas las Normas? En los últimos años en Hermosillo se ha registrado un impresionante “boom” de empresas purificadoras, rebasando incluso a las autoridades encargadas de vigilar su correcta operación, representando un riesgo para la salud de las familias.

De acuerdo a datos del INEGI, a nivel nacional en el 76.3% de los hogares compran agua en garrafón o botella, pero esta cifra a nivel local se dispara.

Un estudio realizado por la investigadora María Elena Vega Amaya, del Colegio de Sonora, presentado en 2020, contabilizaba entonces 319 purificadoras. Colocando a la capital sonorense en tercer lugar nacional en este tipo de empresas, por habitante.

La maestra Vega señala en su investigación que el 87.3% de los hermosillenses no utiliza el agua de la llave para beber. Pero todavía más, de estos un 96% compraba agua en garrafón.

Explica que en la ciudad, el alto consumo se origina por una “mala percepción” del usuario sobre la calidad del agua de la llave. Sin embargo, apunta que los controles de calidad del Organismo Operador del Agua, son mucho más estrictos que las purificadoras.

“La percepción negativa sobre la calidad del agua de la llave, el desinterés del OOA por promover la calidad de su agua, el mercadeo de las empresas transnacionales y el laxo marco regulatorio para el establecimiento de las PEA, contribuyeron a esta emergencia”, indica en su estudio la maestra.

Por su parte el profesor investigador de la Universidad de Sonora, Antonio Romo Paz, explicó a “Primera Plana” que las purificadoras, en su mayoría empresas familiares, están regidas bajo tres Normas Oficiales, la NOM-127, NOM-251 y la NOM-201; en tanto el agua de la red Municipal está sujeta a las Normas NOM-127, NOM-230 y NOM-179.

Incapacidad del Gobierno para vigilar purificadoras

El químico, con amplia trayectoria en investigación y docencia, explica que para los establecimientos de rellenado de agua las NOM les regulan todo el proceso, desde la desinfección del garrafón que debe ser un cuarto aparte, que debe sellarse herméticamente, el uso de guantes, cubrebocas, entre otros aspectos.

Además se les exige que cada seis meses cambien los filtros para procesar el agua y esto debe quedar registrado en una bitácora.

“Debería tener cinco filtros, (el mejor proceso es el de osmosis inversa que quita metales), esos filtros tienen que estar cambiándose cada seis meses, pero nadie supervisa, pueden durar años y nadie va a decir nada porque, la Secretaría de Salud no hace análisis de metales pesados”.

En este sentido, consideró que las autoridades sanitarias no cuentan con capacidad suficiente para vigilar que todos los establecimientos existentes cumplan con las Normas. Reveló que la Secretaría de Salud en la entidad tiene apenas 28 verificadores para ver todo lo referente al manejo de alimentos.

Agua a ras de calle ¿es de calidad?

Por si fuera poco, en los últimos años han comenzado a surgir expendedoras de agua purificada a manera de autoservicio a nivel de calle. En estos puntos de venta llega el consumidor con su garrafón, le introduce monedas y la máquina rellena el depósito. Un método al margen de todas las regulaciones sanitarias.

El profesor Romo explicó que la raíz de este descontrol se debe principalmente a la incapacidad de la autoridad. “Nadie vigila a las personas que tienen un negocio con agua de garrafón, la calidad del agua depende del fabricante, si lo hace bien o lo hace mal, nadie lo supervisa”.

En este sentido, los académicos ven necesario hacer las cosas cada vez mejor. En primer lugar que la autoridad cumpla con vigilar, porque es su obligación, y que los establecimientos acaten las normas, para que la gente tenga la seguridad que si está gastando en un garrafón, tenga garantías que realmente sea segura.

Y es que según datos de INEGI, las familias en promedio destinan alrededor de 52 pesos semanalmente para la compra de agua embotellada (Encuesta Módulo de Hogares y Medio Ambiente elaborada en 2017).

 Nuevos riesgos por nanopartículas de plástico

El maestro Antonio Romo explicó que también estas NOM requieren actualización, porque hay estudios recientes que apuntan a nuevos riesgos para la salud por el contenido de micropartículas y nanopartículas de plástico.

Y es que la gente gusta de consumir agua en botellas, las cuales son fabricadas con plásticos, mismos que para mantener la rigidez del envase emplean diversos aditivos químicos, algunos peligrosos para la salud.

“Se debe conocer que la mayoría de las nanopartículas son muy peligrosas para la salud y cada vez se hace más investigación y se están dando cuenta que puede llegar hasta el cerebro, son pequeñísimas, es una millonésima parte de un milímetro y estos están contenidos en los envases pero nadie los controla”.

El maestro explicó que el plástico siempre va a estar desprendiendo partículas pero se desprende más con la exposición continua del agua y el calor, en una ciudad donde a veces los vendedores acostumbran recorrer las calles con exponiendo los garrafones a más de 40°C.

“Ahora hay investigación que todavía no termina, pero apunta a que son un peligro para la salud y esa nanopartículas no se contempla ninguna Norma Mexicana sobre sobre el agua”.

Cuestionado sobre los riesgos de las nanopartículas de plástico, Romo indicó que pueden tener un impacto en la salud como: que pueden causar inflamación en los tejidos internos; algunos estudios sugieren que pueden tener efectos tóxicos en las células; y hay plásticos especialmente los que contienen ftalatos y bisfenol A (BPA) que pueden actuar como disruptores endocrinos, alterando la función hormonal en el cuerpo.

 Recomendaciones para minimizar riesgos

Algunas de las recomendaciones que brinda el maestro Romo sobre el agua:

-Evitar el almacenamiento prolongado del agua en el garrafón, para que no se degrade el plástico.

-No dejar el garrafón en lugares cálidos o bajo la luz solar.

-Optar por agua embotellada en envases que sean libres de BPA.

-Considerar el uso de sistemas de filtración de agua en casa, para no depender exclusivamente del agua embotellada.