Auditoría de ISAF evidencia el “negocio redondo” detrás de los Uniformes Escolares
Por Gerardo Moreno/
El Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) destapó todas las irregularidades presentadas en los Uniformes Escolares Gratuitos, confirmando el negocio redondo entre el gobierno de Guillermo Padrés y “empresas privilegiadas”. Aunque este programa debía ser de ayuda para las familias sonorenses, resultó de alto costo, con prendas de pésima calidad y cuestionado.
Según el informe de Revisión de la Cuenta Pública del Ejercicio Fiscal 2014 a Ejecutivo Estatal, el ISAF detectó la observación número 15 al libro de “Egresos” de la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) donde señala un posible daño a las finanzas del estado por más de 250 millones de pesos, solo en el programa de uniformes escolares.
“De la revisión realizada a la Partida 27101 denominada `Vestuarios y Uniformes´ con cifras al 31 de diciembre de 2014, se identificó que el Sujeto Fiscalizado realizó afectaciones al gasto por 250 millones 252 mil 87 pesos por concepto de adquisición de uniformes escolares para niños y jóvenes de educación preescolar, primaria y secundaria para el ciclo escolar 2014- 2015, consistentes en calcetas, blusas, camisas, jumpers, faldas, pantalones, suéteres y calzado”, precisa el documento.
Asimismo, detalla que se pagó 53.13 millones de pesos a la empresa “No. 1 Sonora Apparel, S.A. de C.V.” por 96 mil 634 piezas de calcetas, 226 mil 591 piezas de blusas y 240 mil 652 piezas de camisas. De la misma forma más de 56.5 millones a Rosa María Zepeda García de “AZ Uniformes & Bordados” por 34 mil 949 jumpers, 191 mil 265 faldas y 225 mil 937 pantalones.
También un total de 86.16 millones a la empresa “Confección Industrial S.A. de C.V.” por 442 mil 314 piezas de suéter para preescolar, primaria y secundaria. Y 53.39 millones a “Mayala, S.A. de C.V.” por 525 mil 533 pares de zapatos para niño y niña de diferentes tallas.
Sin embargo, el ISAF señala que el proceso estuvo lleno de irregularidades de principio a fin. El convenio de colaboración que se firmó entre la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) y la Secretaría de Economía para operar el programa no contó con la firma de Jorge Luis Ibarra Mendívil, titular de la SEC, tampoco se establecieron tiempos para la entrega y no se contaba con un padrón del número de estudiantes que había en Sonora y al final no hubo documento de recibido.
También señala que las empresas Confección Industrial, S.A. de C.V. y No. 1 Sonora Apparel, S.A. de C.V., “incumplieron con la cláusula cuarta de los contratos celebrados por la SEC con las citadas empresas, en cuanto al plazo de entrega de los uniformes escolares a los almacenes de la Secretaría de Economía…”
Por lo anterior, no se explica cómo es posible que estas dos empresas hayan ganado nuevamente las licitaciones —en el 2015 también fueron beneficiados—, ya que el mismo Jorge Luis Ibarra Mendívil comentó a medios de comunicación que fueron las mismas las empresas contratadas este año.
Negocio millonario
El ISAF señaló que los uniformes escolares estuvieron mucho más caros de lo que realmente costaban en el mercado durante el 2014, por lo cual se generó un daño grave a las finanzas del estado, hasta el momento injustificadas.
El informe precisa que comparando los precios de los uniformes con los resultados de la encuesta Quién es quién en los precios de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), específicamente en el artículo “Brújula de compra de uniformes escolares para nivel básico en escuelas públicas, ¿cuánto cuestan?” (Publicado el 23 de julio del 2014); se encontró un sobreprecio en las principales prendas que integran los uniformes escolares adquiridos en Sonora.

Por ejemplo, las blusas costaron un 116% más caras, ya que el estado las adquirió a un precio de 127.13 pesos cuando el precio máximo proporcionado por la Profeco fue 58.67, es decir 68.47 pesos más por cada una.
Además, las camisas también costaron un 56.7% más, ya que el precio máximo señalado por la Profeco fue de 47.42 pesos y el Estado las compró por 117.38 pesos cada una.
Es decir, que en total la empresa No. 1 Sonora Apparel, ganó un total de 15 millones 514 mil 685 pesos y 11 millones 411 mil 717 pesos; para dar un total de más de 26 millones 925 mil pesos tan solo por el sobre precio de estas dos prendas.
De la misma forma, cada suéter costó 19.56% más, porque según la Profeco el precio más caro en el mercado de una prenda similar era de 188.17 pesos y la Secretaría de Economía los compró en 224.98 pesos. Por lo que la empresa “Confección Industrial” obtuvo una ganancia de ocho millones 651 mil 661 pesos, solo por el sobre precio.
En suma, por el precio inflado de las prendas, las dos empresas obtuvieron una ganancia de más de 35 millones 576 mil pesos.
Cabe señalar que las empresas Confección Industrial y No. 1 Sonora Aparel (presuntamente propiedad del empresario Mario Humberto Aguirre Ibarra) fueron señaladas por el diario norteamericano The Wall Street Journal y Reforma de ser investigados tanto en Estados Unidos como en México, por presuntamente depositar “moches” de 3.3 millones de dólares a cuentas bancarias del gobernador Guillermo Padrés y su hermano Miguel Padrés, en cuentas en el extranjero, supuestamente para salir beneficiados con las licitaciones de los uniformes.
Y el problema continúa este 2015 pues la SEC anunció que los uniformes escolares se empezarán a entregar hasta después del 13 de septiembre, es decir tres semanas después de haber comenzado el ciclo escolar, por lo que las irregularidades con este programa continúan.