Corrupción al descubierto en sindicato de Pemex en Guaymas

Rigo Gutiérrez E./

Con una cámara de video portátil dentro de una cajetilla de cigarros lograron grabar la conversación. El acontecimiento transcurre en la oficina de Leonardo Montalvo, líder de la Sección 10 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) en Guaymas. Casi cinco minutos de charla entre el líder sindical y Emilio López, un empleado de PEMEX que, como ocurre con otros 300 trabajadores de la zona Pacífico Norte, deben pagar una “cuota condicionada” al STPRM para poder laborar.

Primera Plana, tuvo acceso a la grabación y confirmó la denuncia de un grupo del Frente Liberal Sindicalista (FLS).

“Harto y cansado de esto, tuve el valor moral de llevarlo a una grabación oculta”, explica Emilio López, en entrevista a las afueras de la planta de Pemex en Guaymas.

Mientras detalla la situación de los trabajadores transitorios o eventuales ―hay quienes tienen hasta 25 años en esta categoría― abre un maletín y saca una laptop donde celosamente guarda el video. Activa el programa y lo reproduce.

En la pantalla se observa que la cámara oculta es activada ya dentro de la oficina con paredes verdes. Al principio solo se ve del otro lado del escritorio, una camisa polo a rayas conteniendo a presión el vientre de un sujeto. Inicia un trivial de recibimiento y charla de cortesía. El líder sindical fumando y echado hacia atrás en su silla. Recoge su compostura en el momento que Emilio López plantea un cambio de puesto y el líder se defiende atribuyendo esas decisiones a sus jefes. Acto seguido la billetera de López se observa a un costado en la pantalla: saca un billete de 20 dólares para pagar parte de la “cuota”, el líder hace un gesto de desprecio diciendo “de esos no”, pero finalmente lo toma. Después le pasa uno a uno, cuatro billetes morados de 500 pesos. Del otro lado el líder sindical saca de su cartera del bolsillo trasero y los acomoda tranquilamente.

La escena anterior, apunta el vocero de este grupo del FLS, se repite cada mes, todos los empleados deben “reportarse” ya sea yendo directamente a la oficina del líder sindical o depositándole en un número de cuenta bancaria.

“Por nómina, a nosotros nos quitan una aportación sindical de parte de PEMEX, el sindicato interno, el Frente Liberal Sindicalista, tiene una ayuda voluntaria que ya no es voluntaria, es extorsión, mochada”, insiste López Izaguirre.

Aunque desconoce con certeza la cantidad total que pasa por manos de Leonardo Montalvo, hace cálculos al aire: “si trabajas un mes, él (Montalvo Cabrera) te pide cinco mil o hasta diez mil pesos, dependiendo de la categoría, que puede ir desde un marinero hasta un contramaestre, desde un motorista hasta maquinista, desde un ayudante de cocina hasta un cocinero; hay diversas categorías en la flota petrolera, dependiendo de eso”.

Resignado dice que al final hacen su aportación voluntaria, y es que argumenta, el sostenimiento de sus familias está en medio. Una gran parte tienen familias que sostener, pero les llena de coraje lidiar con estos actos, de tal forma que han decidido irse por el camino legal, primero con órganos internos del sindicato que encabeza a nivel nacional Carlos Romero Deschamps.

Hace meses iniciaron estos trámites pero al parecer han hecho oídos sordos a la denuncias, a pesar de llevarles toda la evidencia en video, e incluso boletas de pagos a depósitos bancarios. En estos documentos incluyeron a trabajadores de residencias marítimas desde Mazatlán a Rosarito, la llamada zona Pacífico Norte.

“Pedimos la cabeza de él (Leonardo Montalvo). Con la evidencia, de acuerdo a nuestros estatutos, él tiene que ser destituido y ante las autoridades tiene que irse a prisión, alcanza fianza, pero tiene que reparar el daño de las personas afectadas”, expone. Aclaró que su protesta no es contra el sindicato, sino directamente contra el dirigente sindical.

Y es que además, recientemente acaba de ser reelecto por tercer periodo consecutivo ―cada uno de dos años―, a pesar del historial de extorsión.

Los inconformes advierten que si el Sindicato no define destituir, llevarán el caso ante instancias judiciales y piden al presidente Enrique Peña Nieto tomar cartas en el asunto, porque indican, lo de Guaymas es claro síntoma de lo que ocurre en otras secciones sindicales.

“Él dice ‘nadie por encima de la ley’ y tenemos casos que lo han comprobado como el SNTE, con Elba Esther, el funcionario de la Profeco. Este tema impacta a la nación, porque cómo puedes llevar a cabo una Reforma Energética cuando existe una situación de esta, cuando son 36 delegaciones que controla Romero Deschamps, quiere decir que si esto está pasando aquí, también está pasando en las demás secretarías”, remata.

El ruido ensordecedor de una pipa de Pemex caminando hacia el acceso donde nos encontramos interrumpe la charla. El grupo de al menos seis manifestantes se prepara porque en unos minutos serán relevados por otra guardia. Ahí se mantienen desde hace semanas en esta protesta pacífica, esperando lograr mover ese gran monstruo de opacidad sindical que, desde hace años se alimenta de los bolsillos de sus afiliados.