De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

Miércoles 20 de Febrero del 2013

La competitividad de Sonora, en juego

NO SÉ USTED, pero muchos pensaron que el Gobernador Padrés Elías citaría a una rueda de prensa antes de inaugurarse la Serie del Caribe, para anunciar que el célebre COMUN bajaría del 3 al 2.5 ó al 2 por ciento.

Se antojaba una estrategia bien elaborada. Era muy probable que con ello, se vendría en cascada una serie de aprobaciones, incluídas las populares. Era muy probable que Padrés se presentara en el nuevo estadio “Sonora” para disfrutar de los juegos de la Serie y hasta aplausos del respetable hubiese recibido.

Todos sabemos que las cosas fueron muy distintas. Sin embargo, se acaba de anunciar la publicación de cuatro decretos para reducir las tasas en gravámenes como las nóminas de las empresas sonorenses, la exención para los generadores de productos pétreos, para los empresarios del transporte de carga y pasajeros y, finalmente, para los derechos en el caso de los servicios catastrales y registrales.

Conversando con voceros de la actividad manufacturera sonorense, me externaban su beneplácito por la publicación de esos decretos en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado.

Y es que –por ejemplo-, en el caso de la reducción del gravamen por nóminas (que había alcanzado el 2.9 y se redujo a como estaba, es decir al 2.5 del sueldo de los trabajadores de las empresas) la medida permite estar en competitividad con el resto de entidades del país.

Una insistencia en dejar ese impuesto a las nóminas hasta el 2.9 del sueldo a los empleados que corre a cargo de los patrones, podría haber originado el retiro de algunas empresas de Sonora a otros estados.

Aparte, hay quien asegura que estas reducciones y estas excepciones decretadas por el gobierno estatal en materia impositiva, beneficia sólo a los ricos mientras que a los pobres se les condena a pagar más.

Falso. El reducir el impuesto al transporte de carga y de pasajeros beneficia directamente a quien menos tiene. Una alta carga impositiva al transporte de las hortalizas –por poner un ejemplo-, por supuesto que provocaría un aumento en estos productos básicos a la población.

En el caso de los mineros, pagarán los productores de oro, plata y otros metales preciosos. En cambio, los empresarios pequeños y medianos que generan materiales para obras carreteras, por ejemplo, quedarán exentos de pago.

Caso especial son los cobros a los servicios catastrales y registrales que ofrece el gobierno estatal. Esos no pueden ser impuestos. Son “derechos” (una contraprestación por un servicio estatal) y por lo tanto, la equidad y la proporcionalidad no pueden tomarse con un concepto similar a la de los impuestos,

Ante ello tenemos el especial caso de una acción de inconstitucionalidad interpuesta por la Procuraduría General de la República que, dentro de sus facultades, acude a los tribunales para eliminar esos cobros en Sonora.

En ese caso específico, estaríamos al resultado de las sentencias en tribunales.

En el caso de las reducciones y excepciones especiales a gravámenes en giros precisos del ramo empresarial, la decisión del Gobernador Padrés está siendo bien recibida y aceptada.

Como señalamos antes, garantiza la competitividad a las empresas que laboran en Sonora y evita golpes a la economía popular.

Aquí habrá qué aceptarlo. Se dieron reconsideraciones y algunos hasta podrán asegurar que “se dio reversa” por parte del Gobernador.

No se sabe si ante un anuncio de reducir medio punto o un punto hubiese originado la suspensión de manifestaciones contra el Gobernador del Estado ante la insistencia de imponer el COMUN con el 3 por ciento del valor comercial del automóvil.

Lo que sí ha probado estas reconsideraciones establecidas en los decretos en mención, es que puede darse y operar una actitud conciliatoria y, desde luego, anteponiendo antes de cualquier cosa el interés de Sonora y su gente.

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