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De Primera Mano | Asesinato de Abel, su “impacto de lo improbable

Abel Murrieta
Abel Murrieta

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

INEVITABLE el no reparar en “el impacto de lo improbable” que Nassim Nicholas Taleb describe con alta imaginación en su libro “El Cisne Negro”, luego del asesinato de Abel Murrieta Gutiérrez, el pasado jueves 13 de este mayo en Ciudad Obregón.

Esta tragedia tuvo repercusiones nacionales y se convirtió, como otros acontecimientos lo han sido alrededor del mundo, en el hecho inesperado que puede variar el rumbo en los resultados electorales a celebrarse en unos cuantos días más.

Sobre todo, se coloca como el parteaguas que produce consecuencias inmediatas, a corto y hasta mediano plazo en una competencia política como la de Sonora, donde el escenario más objetivo es la alta competitividad de dos candidatos que buscan ser gobernadores: Ernesto Gándara y Alfonso Durazo y el empate técnico que, ambos, en ese momento preciso, registran las empresas serias que miden la opinión pública.

El día 11 de marzo del año 2004, tres días antes de las elecciones presidenciales en España, se dio un ataque con bombas a la estación ferroviaria de Atocha, en Madrid, en la que hubo más de 190 muertes.

Antes de esa tragedia, el presidente José María Aznar, del Partido Popular y su candidato a sucederle en el cargo, Mariano Rajoy, iban en “caballo de hacienda” a repetir el triunfo. Setenta y dos horas bastaron para darle vuelta a dicha proyección. El ganador fue José Luis Rodríguez Zapatero, del Partido Socialista Obrero Español. Aznar acusó a ETA del atentado, pero circuló mucho más la versión de que el autor había sido el Yihad, en protesta por la intervención de España en la guerra de Irak.

Sin ir tan lejos, en el año 2009, en Sonora y cuarenta días antes de la elección en la que se elegiría nuevo gobernador, el candidato del PRI, Alfonso Elías Serrano, superaba con más de diez puntos a su adversario, Guillermo Padrés Elías, del PAN.

Pero todo cambió a partir del 5 de junio de ese año, cuando un horrible incendio en la Guardería ABC, acabó con la vida de 49 niñas y niños y dejó a más de sesenta con secuelas para toda su vida.

A partir de esa tragedia se configuró un sentimiento popular, sobre todo a partir de que el Gobierno del Estado desistió de acusar a los propietarios y concesionarios de dicha guardería. En las elecciones, Padrés venció claramente a Padrés y se convirtió en el primer militante de un partido de oposición al PRI en llegar a palacio de gobierno. Sobre esta tragedia se tejieron varias especulaciones, sobre todo acerca del origen del incendio, pero el sentimiento penetró en la mente y en el corazón de los ciudadanos, con una enorme consternación que dolió hasta el alma, por la multitudinaria pérdida de vidas inocentes que no debieron tener ese destino.

Abel Murrieta fue procurador de justicia durante todo el sexenio del gobernador Eduardo Bours (2003-2009) y continuó casi tres años más en el sexenio de Padrés. Le tocó la tragedia de la Guardería ABC y vivió como funcionario cuando menos un par de acontecimientos más que causaron gran revuelo. Uno de ellos la desaparición de un reportero del diario El Imparcial y un enfrentamiento en el municipio de Bacoachi donde fueron abatidos más de 20 presuntos delincuentes.

Fue diputado local, diputado federal. Se distinguió por ser un crítico feroz por la alta inseguridad en los últimos años en el Estado, particularmente en el Valle del Yaqui y su aspiración para convertirse en presidente municipal de Cajeme no era nueva. A inicios del pasado 2020, se convirtió en abogado de la familia LeBaron, cuyos integrantes fueron víctimas de una masacre que, se asegura, fue perpetrada por integrantes de la delincuencia organizada.

Con esa trayectoria, con cartas credenciales que lo dibujaban como un abogado valiente, logró que Movimiento Ciudadano lo postulara como su candidato a la alcaldía de Cajeme en este 2021, gracias a la influencia de su gran amigo y exjefe, Ricardo Bours Castelo, candidato de ese mismo partido político a la gubernatura del Estado.

En la carrera por alcanzar la silla más importante de palacio de gobierno, en Hermosillo, los más competitivos siempre han sido Ernesto Gándara y Alfonso Durazo. Bours estaba en un tercer lugar y no podía pasar de diez puntos y sus adversarios rebasaban los 30 puntos.

En el ambiente, los observadores anotaban que los puntos de Ricardo en realidad beneficiaban a Alfonso, porque dividía las simpatías de Ernesto.

Al darse el asesinato de Abel, las primeras especulaciones establecieron que no se sabía quién podría beneficiarse con este crimen, pero sí quién podría resultar más perjudicado y esto último apuntaba hacia Durazo.

Este acontecimiento inesperado, a 20 días de dar por terminadas las campañas, trajo su consecuencia inmediata. Habían transcurrido cinco días y a todo mundo tomó por sorpresa, el anuncio de Ricardo Bours: Se retiraba de la contienda por la gubernatura y otorgaba todo su apoyo a Ernesto Gándara.

En sus exposiciones públicas, Ricardo habló de varias razones. La más importante, es que reflexionó, sacó sus números, no le daban para ganar y prefirió unirse a Gándara tratando de garantizar con ello la derrota del candidato Durazo, es decir, “impedir que llegue a Sonora la cuarta transformación. No declino, me sumo”, subrayó.

Otra reacción inmediata fue la postura asumida por su partido, Movimiento Ciudadano, que por instrucciones de su dirigente nacional, Dante Delgado Rannauro, envió a su secretario general, Jorge Álvarez Máynez, para reunir a todas las candidatas y candidatos para manifestar su desacuerdo con la postura de Ricardo y continuar con sus campañas, sin alianzas con Gándara.

Delgado no ocultó su ira. En realidad tener un candidato como Bours en Sonora, le garantizaba dividir a la alianza PAN-PRI-PRD y de esa manera brindarle un servicio a Durazo, el “dueño” de MC es un antiguo aliado de Andrés Manuel López Obrador.

Lo que sigue ahora es la reacción a corto plazo. Si tomamos en cuenta que desde el año 2000 los comicios electorales son emocionales y no racionales, necesariamente debemos concluir que el voto en las urnas lo decide el sentimiento y no la razón, hablando en términos generales.

La pregunta a responder es: ¿El asesinato de Abel Murrieta y sus primeras reacciones inmediatas, pueden contener el impacto improbable que genere un sentimiento y separe al futuro triunfador del derrotado en los comicios del próximo domingo 6 de julio?

La violencia es un temor que inhibe al individuo y produce un sentimiento de rechazo generalizado que en su momento se ha manifestado en las urnas. En 1994 Ernesto Zedillo triunfó a pesar de ser un mal candidato a la Presidencia, por el temor que en el país generaron los asesinatos de Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu.

Para Sonora, la apuesta en la mesa está entre dos: Quien pretende imponer la “4-T” al puro estilo López Obrador y quien se opone a ello argumentando una “amenaza” ante el fracaso del gobierno federal y su gente en los tiempos que vivimos.

Los resultados en las urnas dirán la última palabra.

Junio 6: Autocracia contra Democracia

LA PROPAGANDA nos repite que los próximos serán los comicios más grandes de la historia… No se duda… Cada año que transcurre hay más habitantes en el país y aumenta el número de electores… Sonora tiene ya cerca de 2.2 millones de personas con credencial de elector… De ese número, se espera que acuda a las urnas cuando menos un 50 por ciento, es decir, un millón cien mil ciudadanos… Para ganar la elección de Gobernador, se requiere medio millón de votos… Con 550 mil el resultado sería más holgado… Pues ojalá y todo se defina la media noche del 6 de junio y evitar alegatos post-electorales… Sobre todo evitar la judicialización de los comicios… En el año 2003 el tribunal electoral definió como ganador de la contienda a Eduardo Bours, con una diferencia mínima de poco más de 14 mil votos y apenas unas horas antes de la ceremonia de toma de posesión… Pero independientemente de que estas serán las elecciones más grandes de la historia, lo más importante es que serán las de mayor trascendencia en décadas… A nivel nacional, estará en juego la autocracia y la democracia… La intolerancia y la libertad… A estas alturas para nadie es un secreto que la llamada “cuarta transformación” de Andrés Manuel López Obrador, sigue construyendo el camino hacia una dictadura… El deseo de AMLO es alcanzar un centralismo y la concentración del poder en sólo dos manos… Las suyas… A casi tres años de haber llegado a palacio nacional, los resultados de este gobierno han sido pésimos en todos los rubros… En la economía, en la salud, en el combate a la pobreza y en el combate a la corrupción… La realidad que se vive en el país es la del sufrimiento por el estrepitoso fracaso en seguridad pública, la falta de medicamentos para los grupos más vulnerables y el recorte presupuestal para aumentar la bolsa de la que dispone el Presidente para usarla en sus programas clientelares… Por consecuencia, si MORENA o el Presidente de la República repiten los triunfos electorales del 2018 en la Cámara de los Diputados, estaremos frente a un abismo del que difícilmente nos libraremos… Puede usted apostar a que se instalará un Congreso Constituyente para redactar la nueva Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para decirle adiós a la de 1917… La nueva Carta Magna, estará cargada de los propósitos dictatoriales, con una regresión a escenarios del antepasado, donde volverán a ponerse términos de moda como la “Reelección” y el control desde el poder público de las elecciones en este país… Libertades esenciales como la Libertad de Expresión estarán mucho más en peligro… Quien no piense como el Presidente podría ser declarado “enemigo del pueblo” y seríamos mucho más vulnerables que ahora… Esa es la verdadera trascendencia de las elecciones del próximo seis de junio… Y todo el poder estará en nuestras manos… Será la última oportunidad de conservar nuestra Democracia y nuestras libertades… Esperemos conservar y corregir el rumbo equivocado al que han llevado a nuestra Patria.

Un segundo debate, sin mayores sorpresas

ALFONSO Durazo se vio un poco mejor en este segundo debate entre la y los candidatos a la gubernatura, pero no pudo ocultar su fobia a esos encuentros y su pánico escénico… Trato de superarse intentando leer sólo las guías de cada tema y se dio la oportunidad de exponer algunos puntos de su proyecto de gobierno… Ernesto Gándara mostró una vez más su gala en el dominio de las exposiciones y en la penúltima de sus intervenciones, se animó a ser más contundente en su crítica a Durazo y a sus “patiños” (así les llamó a Cuauhtémoc Galindo y Carlos Zataráin) aumentando el volumen y la energía de su voz… Sin embargo, en términos generales, ambos contendientes, los más fuertes, los más competitivos, difícilmente lograrían levantar de su silla al auditorio que les escucha… Rosario Robles, la candidata de “FuerzaXMéxico”, con menos presiones, más relajada, se dio el lujo de exponer mucho mejor sus proyectos, ideas e iniciativas, luciendo en sus intervenciones y aún atreviéndose a cuestionar a sus adversarios… Zataráin reiteró su abyección a Alfonso Durazo y Galindo intentó fingir cierta independencia del candidato de MORENA a la gubernatura del Estado… La verdad es que ambos pudieron haber aprovechado el pasado debate del martes para anunciar su adhesión al enviado presidencial en busca del Gobierno de Sonora… El Partido Encuentro Solidario (PES) hizo un pacto en México con AMLO y el líder nacional de Redes Sociales Progresistas (RSP), es Fernando González, yerno de la maestra Elba Esther Gordillo, beneficiada también por López Obrador… A este segundo debate, ya no asistió Ricardo Bours, evidentemente y hubiese querido Movimiento Ciudadano enviar a su candidato relevo, el dirigente en Ciudad Obregón, Manuel Scott, pero las formalidades no se habían cumplido.