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La Física sucede en lo cotidiano, en lo insignificante: Rafael Antonio García

Por Iván Ballesteros Rojo/

Charla con Rafael Antonio García, ganador de la medalla de oro absoluto en la Olimpiada Iberoamericana de Física

Rafael Antonio García Mar no solamente es un estudiante de los primeros semestres de la licenciatura de Física, sino que es el mejor estudiante de Física de Iberoamérica. Esto debido a que hace unas semanas ganó la medalla de oro absoluto en la XVIII Olimpiada Iberoamericana de la Física, que se llevó a cabo en Santo Domingo, República Dominicana. Primera Plana entrevistó a este pequeño genio en uno de sus habitad naturales, la Universidad de Sonora.

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Rafael Antonio García Mar, ganó la medalla de oro absoluto en la XVIII Olimpiada Iberoamericana de la Física

Rafael es un joven que todavía parece adolescente. Tiene dieciocho y apenas hace unos meses cursaba la preparatoria en el Cobach Reforma. Es delgado y alto. Su mirada es expresiva y tiene las cejas pobladas. No tiene la pinta que imaginamos de un estudiante de Física. Podría pasar como un alumno de alguna ingeniería o Derecho. Viste una playera cuello redondo que deja entrever que la ansiedad lo ha tocado en algunos momentos de su vida: en sus brazos luce algunas cicatrices. Cuando nos encontramos en el departamento de Geología se dirige a mí con una voz tenue pero segura. La única mesa disponible está bajo el rayo de un sol otoñal que no deja de ser muy potente. Iluminados, comenzamos nuestra charla.

Tenemos la idea que una olimpiada tiene el formato que vemos en las competencias deportivas. ¿Es igual en una olimpiada de Física?

La olimpiada consiste en dos pruebas. Una prueba teórica y de otra experimental, cada una tiene una duración de cinco horas. De aquí sacas puntos que se van sumando para sacar a los ganadores. La prueba experimental consistió en dos experimentos este año. La primera era determinar las características de una fuente de corriente y la otra determinar las longitudes de un láser, para después ver cuestiones más específicas.

¿Cómo te preparaste para esta olimpiada?

Tengo año y medio preparándome. Desde que salió la convocatoria del concurso regional aquí en la Unison, hasta la integración del equipo para ir a los nacionales y llegar a la olimpiada. Algunas jornadas de estudio fueron de diez horas. Lo que va cambiando en cada nivel competitivo es la dificultad de las pruebas teóricas y experimentales.

Para los que somos aficionados en la Física, seguramente sabes que hay una Física “pop” que se nos presenta en programas televisivos y algunos libros. En esa Física mediática se nos plantea que todo es posible. ¿Qué tan lejana está esa visión general de la Física de alguien que se dedica al estudio formal de la rama?

No es como sale en los programas. Pero hay muchas teorías que están por comprobarse o en ese proceso. En Física las cosas que se creen como ciertas de repente ya no lo son. Entonces, hay una dinámica constante con las teorías.

Allí el ejemplo de Stephen Hawking, que después de décadas de investigación ha tirado abajo su teoría del universo. ¿Dinos, cuál es tu fuerte dentro de la Física?

Ahorita todavía es muy temprano. Estoy en un nivel muy general. Ya que avance el programa de la licenciatura seguramente encontraré las temáticas en las que me especializaré.

(El viento hace que se escape una servilleta de la mesa). Esta preconcepción que tenemos de los Físicos como genios distraídos que ven un mundo muy diferente al de las personas comunes y corrientes. Un mundo lleno de fórmulas y ecuaciones. Por ejemplo, ahorita que viste escaparse la servilleta ¿calculaste la distancia que recorrió y la fuerza del viento?

(Risas). No es tan así, pero hay ocasiones que eso sí ocurre. La Física es algo muy cotidiano. Algo que sucede en las cuestiones más insignificantes. Ocurre que uno se imagina los fenómenos que están detrás de actos que parecieran intrascendentes pero eso puede darte la base para alguna reflexión importante. Pero sería muy exagerado decir que siempre estamos calculando los acontecimientos o tratando de explicarlos, sería muy cansado.

Como cuando a Einstein se le vino la primera versión de su Teoría de la Gravitación, estaba observando un elevador. ¿Qué significa para ti la medalla de oro? Además que todos se la cuelguen junto contigo y digan que eres un orgullo.

Es la satisfacción de que todo ese tiempo que invertiste en el estudio obtuvo su resultado. Probablemente si no hubiera entrado en esa primera convocatoria no me habría adentrado tanto en esta ciencia. Otra es que me resulta fascinante y me ha ayudado a estar seguro de para dónde voy con mis estudios. Lo que quiero hacer de aquí en adelante.

¿Tu perfil irá más encaminado a lo académico o las propuestas teóricas?

Una cosa te lleva a la otra. Es un camino. Creo que tengo que estar dentro de las instituciones, como las universidades, que es donde se realizan las investigaciones. Uno se tiene que dedicar a la docencia y a la investigación para después estudiar una maestría y un doctorado. Definitivamente tengo que estar dentro de la academia para ir avanzando y abrirme camino.

¿Qué opinión te merece el tema de la fuga de talentos en México?

Pues uno va a donde estén las oportunidades. Si en tu país no las hay, tienes que ir a buscarlas. En mi caso me gustaría salir a aprender y regresar a aplicar el conocimiento aquí. Pero si no existe la infraestructura ni el interés por invertir en esta rama del conocimiento, estaré limitado para desarrollarme. Hay países donde la Física es parte fundamental de muchos procesos sociales. En México cada vez hay más empresas que están atendiendo esto.

¿Además de la medalla y la satisfacción por todo el resultado de tu trabajo, el gobierno de Sonora, o la misma Unison, te otorgaron algún estímulo económico?

Para nada. El gobernador me envió una carta y el día que llegamos se tomaron fotos con nosotros. No es que yo haya realizado esto por la cuestión económica, pero me pongo a pensar que si hubiera sido una medalla de oro en algún deporte sí se hubiera dado algún reconocimiento de este tipo.

Me despido de Rafael. El viento sopla haciendo levantar miles de fragmentos de polvo. Imagino que el joven que me da la espalda y regresa a su escuela va calculando el tiempo que le tomará a la mancha de polvo regresar al suelo.

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