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México al borde del abismo

Por Dr. Jorge Ballesteros

De las horas más negras que vive nuestra patria, el sátrapa que tenemos de presidente, López Obrador, junto con el aborto del PRI y del PRD, la secta de Morena que él creo, nos han llevado de una forma acelerada al Socialismo del siglo XXI, y la dictadura castro chavista para México ya se vislumbra a partir de las próximas elecciones del 2024.

Ha designado ya a su sucesora por dedazo, Claudia Sheinbaum, hija del químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y de la bióloga Annie Pardo Cemo. Proviene de una familia judía de origen búlgaro y lituano. Sus progenitores nacieron en México y participaron en el movimiento estudiantil de 1968.

Claudia es radical de izquierda, abortera, activista de la agenda LGBT, y de los grupos feministas, y anticatólica rabiosa, ya que en mayo del 2016 en Tlalpan la demarcación que encabezaba Claudia Sheinbaum derruyeron con maquinaria la capilla del Señor de los Trabajos parte de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada entre las calles Tapakan y Yobain, manzana 20, en la colonia Cultura Maya.

El párroco Juan Guillermo Blandón Pérez acusó que los trabajos fueron para recuperar el predio de mil 700 metros cuadrados en el que se ubica el centro religioso.

De acuerdo con el religioso, la capilla que ocupaba 210 metros cuadrados de ese terreno fue derrumbada por unos 350 empleados de la demarcación que se encargaron de destruir el altar, de sacar los crucifijos e imágenes en bulto y lanzarlos al suelo, por lo que estimó las pérdidas cercanas a los 500 mil pesos.

“(Esto es) el acto más grave que estas personas cometieron por haber profanado un lugar sagrado y haber destruido las imágenes”, manifestó.

Tras la acción de la jefa delegacional, el párroco interpuso una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República por los delitos de allanamiento, por no cumplir con el debido proceso y por profanación, por lo que se abrió el expediente CEDAC-205178-2016-04-9.

“Dieron (las autoridades de Tlalpan) un albazo, un madruguete para cometer un acto a todas luces ilegal: iniciaron el allanamiento poco más de las ocho de la mañana cuando yo me encontraba oficiando misa. Cuando terminé acudí a la capilla y me di cuenta de los destrozos que habían cometido”, afirmó.

Así se las gasta Claudia Sheinbaum, la muñeca fea del presidente, por eso se teme que sea peor que su jefe “el pelmazo” de López Obrador, el cual ha puesto todo el apoyo del estado para apoyar su candidatura, dedicando grandes sumas de dinero del erario para promoverla, pagar una costosa propaganda en todos los medios de difusión, miles de espectaculares por todo el país, cientos de acarreados en numerosos camiones en los mítines desabridos que realiza, que estarían vacíos sino es porque se obliga a los trabajadores del gobierno a asistir.

A pesar de ese apoyo del régimen a su candidatura, su figura ha sido desangelada, poco simpática, su cara larga y seria, su carácter fuerte y autoritario, su comportamiento despótico, no ha abonado mucho para que sea una candidata simpática que atraiga a las masas.

Su equipo es el mismo del de López Obrador, más los que se trajo del gobierno de la ciudad de México, la mayoría personajes desaseados, corruptos, delincuentes, radicales de izquierda y seguidores de la agenda 2030, promotores de la cultura de la muerte y de la agenda LGBT.

Con Claudia Sheinbaum se van a poner los últimos eslabones de las cadenas que nos van a uncir al carro de la dictadura Castro chavista que se ha venido operando a través del Foro de Sao Paulo y lo servicios de inteligencia de Cuba y Nicaragua, con la complicidad y traición del débil mental de López Obrador.

Al menos ese era el plan del dictador de Macuspana, el cual se frotaba las manos al no haber ninguna complicación para que su nuera fuera su sucesora, sin embargo, en los dos últimos meses surgieron las complicaciones en la figura de la senadora Xóchitl Gálvez, afiliada al PAN, la cual pretendía en primera estancia ser la jefa del gobierno de la ciudad de México, pero al final se decidió por la grande, es decir ser candidata a la presidencia de México.

El domingo 3 de septiembre, Xóchitl Gálvez fue nombrada la candidata presidencial de México para 2024 por parte de la coalición del Frente Amplio, pero ¿quién es y qué estudió?

Xóchitl Gálvez estudió ingeniera en computación en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Su perfil profesional abarca áreas como robótica, inteligencia artificial, eficiencia energética y sostenibilidad. Además, es una ferviente defensora del uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible.

Su incursión en la política tuvo lugar en 2003, durante la administración de Vicente Fox, cuando fue designada Directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Una vez finalizado su mandato, retomó sus actividades empresariales. En 2010, participó como candidata a la gubernatura de Hidalgo bajo la coalición «Hidalgo nos Une» (PAN–PRD), aunque no logró ganar ante el candidato del PRI, Francisco Olvera Ruiz.

En 2012, Xóchitl Gálvez se postuló como candidata al Senado por el estado de Hidalgo por el Partido Acción Nacional (PAN).

En 2015, fue elegida jefa delegacional de Miguel Hidalgo, cargo que desempeñó hasta marzo de 2018. Durante su gestión, implementó diversos proyectos destinados a generar ahorros para el beneficio social y los servicios urbanos.

En las elecciones de julio de 2018, fue nominada al Senado mediante la representación proporcional (conocida como plurinominal). Desde el 1 de septiembre de 2018, ocupa un escaño en el Senado de la República en la LXIV Legislatura.

En 1992, fundó High Tech Services, una empresa enfocada en proyectos de alta tecnología relacionados con el diseño de edificios inteligentes, la optimización energética, la automatización de procesos, la seguridad y las telecomunicaciones.

Lo curioso es que el mismo Presidente López Obrador fue el que la infló y la lanzó a esta corriente de simpatía popular que actualmente tiene ya que han sido varias las ocasiones en las que el presidente ha arremetido en contra de la hoy aspirante a la candidatura presidencial de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, quien ha solicitado su derecho de réplica; sin embargo, el mandatario se la negado porque siempre ha sido un cobarde y teme que Xóchitl lo haga pedazos en un debate público.

La cosa es que Xóchitl ha crecido como la espuma, por la torpeza de AMLO y por el apoyo de todos los medios de comunicación, es muy buena para comunicar, chistosa parlanchina, rijosa, no se queda con la boca callada y responde todos los ataques, hace contacto con el público, y se empieza a crear un “xochilmanía” entre las masas.

La oposición que anímicamente ya estaba derrotada y resignada al triunfo de la 4T, la candidatura de Xóchitl despertó una luz de esperanza, de que con ella sí se podía derrotar a Morena y López Obrador y la abrazó la Alianza Opositora, haciéndola su candidata, apoyándola su partido el PAN, así como el PRI y el PRD, además de un grupo numerosos de ciudadanos que también conforman esta alianza opositora.

Sin embargo, Xóchitl también inspira desconfianza a los católicos y provida por sus antecedentes que ella misma ha declarado a los medios, como que viene de la juventud comunista trozquista, que apoya al aborto y a los derechos LGBT, que encabezó como senadora una marcha del orgullo gay, además ha sido acusada por Gilberto Lozano como promotora de la agenda 2030 en México.

La verdad es que, si fue comunista en sus tiempos de estudiante, pero ahora como empresaria apoya la libre empresa y el desarrollo industrial, por lo cual no creo que sea comunista, sin embargo, sí es progre, de la corriente del neomarxismo cultural.

En el caso del aborto declaró que iba a evitar que se penalizara a la mujer que aborta pero que no iba a promover el aborto, en lo relativo a la agenda LGBT sí dijo que los apoyaba en respetar sus derechos, pero no es una activista de esta corriente como Sheinbaum, sino más bien es una promotora de las etnias indígenas y de llevar la educación y ayuda a sus comunidades.

Así están las cosas con ella, algunos católicos tienen prejuicios de conciencia para darle su voto y prefieren ofrecérselo a un tercer candidato que se acaba de lanzar, y que se declara católico practicante, se trata del actor y productor Eduardo Verástegui un outsider del mundo político, no pertenece a ningún partido ni ha participado en política partidista. Es un buen hombre, activista a favor de la vida, de los derechos de los niños, en contra de la agenda LGBT, actuaba en telenovelas y ahora es productor de cine.

Recientemente se hizo muy famoso en todo Latinoamérica y EE.UU. por haber producido la película “Sonido de la libertad”, sobre la trata de niños con fines de esclavitud y explotación sexual, que ha sido un éxito en las taquillas y que ha generado un movimiento a favor de los niños víctimas de estas criminales mafias.

Analistas políticos han argumentado que Verástegui no tiene posibilidades de ganar ya que un candidato independiente nunca ha ganado en México, que no tiene estructura de partido, no tiene experiencia política ni de gobierno, que no tiene las prerrogativas de los partidos y que se necesita mucho dinero para costear una campaña a nivel nacional, que al ser independiente y no tener partidos, aunque logre mucha votación no tendrá diputados ni senadores plurinominales y que por esto Morena ganaría las cámaras y al tener mayoría podría cambiar la constitución y comunizar a México.

Dicen que, al ser un tercero en discordia, dividiría los votos de la oposición, ya de por si pocos, al llevarse un porcentaje de los votos de los católicos y providas, haciendo perder a Xóchitl y ganar a la Sheinbaum.

Bueno, aquí lo importante, independientemente de por qué candidato voten para presidente de México, ya sea Xóchitl o Eduardo Verástegui, deben de votar por los candidatos a diputados y senadores de la Alianza Opositora para poder ganar las cámaras y amarrarle las manos a Morena. Esto es fundamental para la libertad de México, el no perder las cámaras de diputados ni de senadores, es la diferencia entre libertad o esclavitud castro-chavista como Nicaragua o Cuba.