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Padres mantienen a «bebés» de 30

Tener más de 30 años, un trabajo remunerado y vivir en la casa paterna es una condición que se ha multiplicado para muchos solteros y solteras en el país principalmente a causa de la precariedad en los salarios.

Así lo advirtió la socióloga Olivia Tena Guerrero, investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM, quien realizó un estudio en la Ciudad de México con hombres y mujeres solteros mayores de 30 años y sin hijos, en esta situación.

Una de las razones que permea en la mayoría de los casos, explica la socióloga en entrevista, es el factor económico; los sueldos no alcanzan para pagar una renta o para comprar un departamento.

De acuerdo con datos del Inegi, entre 2000 y 2010, los solteros de entre 30 a 44 años que, siendo económicamente activos, vivían en casa de sus padres aumentaron 68.8 por ciento.

Los datos censales incluyen en estas cifras a los solteros que tienen hijos, condición que no está incluida en el estudio de la doctora Tena, pero, aún así, el aumento es claro, especialmente en los hombres.

Los factores que influyen la decisión de quedarse a vivir en la casa de la infancia son diferenciados para hombres y mujeres, según explica la investigadora.

Ellas, aunque ganan menos, en ocasiones se convierten en las principales proveedoras de la familia y ellos porque pueden compartir gastos y porque obtienen ciertas comodidades.

«En el caso de las mujeres, aunque se sabe estadísticamente que ganan menos, frecuentemente es por solidaridad, sobre todo hacia su madre (…) esto les dificulta mucho el salir de su casa, porque son las jefas de familia desde el punto de vista económico», explica la también psicóloga.

En el caso de los hombres, la comodidad también influye, apunta la especialista.

«También tiene que ver más con el individualismo, con el permanecer en casa porque es más cómodo. Si salen sin tener una esposa tendrían ellos que sufragar todos sus gastos, perderían comodidades domésticas y económicas», abunda.

La doctora Tena alerta sobre la recientemente aprobada reforma laboral y prevé que las nuevas condiciones de trabajo, como empleos eventuales y de medio tiempo, van a contribuir a acrecentar este fenómeno y van a afectar especialmente a las mujeres.

«Se ha vendido mucho la idea de que esta reforma laboral ha sido pensada para la igualdad de género y para que las mujeres puedan conciliar el trabajo y la vida independiente o la vida en familia, pero en realidad sucede todo lo contrario, hay muchas mujeres que tienen trabajos temporales y esto no les permite a largo plazo poder pagar una hipoteca», ejemplifica.

Aunque reconoce que el trabajo precario afecta a ambos sexos, la socióloga recalca que quienes tienen trabajos temporales o de medio tiempo son en su mayoría mujeres porque se sigue pensando que los hombres son los principales proveedores de los hogares.

Tena aclara que el hecho de que los hombres pero sobre todo las mujeres solteras se queden a vivir en casa de sus padres después de cumplir 30 años no es una patología sino una nueva forma de supervivencia frente a la situación económica.

…y los padres los retienen

Además, los padres también llevan a cabo estrategias de retención para que permanezcan en casa, lo que genera tensiones al interior del núcleo familiar.

En este ámbito, dice la doctora Tena, también se presentan marcadas diferencias de género.

«Ellas se conciben a sí mismas como adultas, en su trabajo son tratadas como adultas pero en el ámbito familiar las siguen viendo como si fueran menores de edad», agrega.

En el caso de los hombres, las estrategias de retención son justamente lo opuesto.

REFORMA

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