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Precampañas adelantadas ¿Y?

Por Gabriel Rigo Gutiérrez E.

“No vengan con que la Ley es la Ley”… “Si me corre el INE no importa, porque ya lo van a desaparecer los diputados”… Estas sólo son dos frases que pintan de cuerpo entero a dos personajes clave de la vida política de nuestro país, en este momento. Son las dos figuras políticas de mayor representatividad al más alto nivel gubernamental. La primera frase fue dicha por el actual Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; la segunda, expresión corresponde al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López.

El desprecio de ambos políticos tabasqueños por cumplir la Legalidad, no solo debe hacernos reflexionar ante su ligereza y banalidad con que se expresan, sino que nos obliga a pensar en la repercusión de su actitud en los subalternos… Imagine nada más, si los Jefes son capaces de pasar por encima de las Leyes, qué se puede esperar de los de “abajo”.

En el caso del presidente, es la persona con más poder en la nación —incluso es el comandante supremo de las fuerzas armadas—, su respeto a la Ley como lo juramentó debería de ser ejemplar. Sin embargo a diario vemos cómo camina en sentido contrario a la Constitución. Su obsesión por acumular poder en un puño lo ha llevado a cometer desacatos de todo tipo y cada semana podríamos traer un ejemplo:

Mire, esta semana fue en la obra del Tren Maya, por capricho presidencial declararlo como un “asunto de seguridad nacional”. Su desinterés por la Ley se observó en el proceso de revocación de mandato al mandar a funcionarios federales a recorrer el país promoviendo sus “obras” de Gobierno y no sólo eso, por ejemplo, el mismo Secretario de Gobernación, Adán Augusto, utilizó un avión de la Guardia Nacional como Uber para trasladarse a diferentes ciudades (incluida esta capital sonorense). Es claro que los “capitanes” de la Cuarta Transformación, a tres años y medio de Gobierno, sienten que pueden hacer a su antojo lo que les venga en gana, sin importar Normas. Desfondar los recursos del país a diestra y siniestra.

Y es que en los hechos nadie les pide cuentas, ni los diputados del Congreso de la Unión, la oposición política está debilitada, en todo caso los medios de comunicación hacen el intento con investigaciones, pero… ¿qué puede pasar? Nada.

En suma, las pre-precampañas de las “corcholatas” de Andrés avanzan a toda marcha. Usted, amable lector, podrá observar de aquí al 2024 (cuando inicia formalmente el proceso) un espectáculo de inimaginables trucos para burlar la Ley Electoral por parte de los principales actores políticos y junto con ellos, también verá a los cómplices. Así ha sido el juego de los gastados personajes políticos de siempre. Siguen siendo los mismos, con las mismas prácticas. En los setentas tenían cachucha tricolor, hoy no importa el color, con que obedezcan al Jefe, es suficiente… Lo que queda es observar y tomar nota de este momento que vivimos. Muy atentos.