Realizan vigilia en guardería ABC

Cuatro veces lo vivieron y una quinta vez no ha sido suficiente para evitar el llanto.

En la noche previa al quinto aniversario de la tragedia en la guardería ABC, que se cumple hoy, ciudadanos y familiares de los 49 niños fallecidos en el incendio se reunieron afuera del edificio para realizar una vigilia en memoria de los pequeños.

Durante el acto hubo palabras, música, luces tenues y recuerdos intensos.

En medio de un ambiente de solemnidad, los padres colocaron veladoras al pie de algunas de las 49 cruces instaladas en el lugar, luego dirigieron algunas palabras para agradecer a los ciudadanos el apoyo a lo largo de cinco años.

«Gracias por seguir, a cinco años, con nosotros, a cada uno de ustedes por darle sentido de verdad a la frase ‘no estamos solos'», expresó Patricia Duarte, madre de Andrés Alonso, a los asistentes.

«A cinco años me parece increíble estar aquí exigiendo justicia por mi hijo y sus compañeros que se fueron con él y por sus compañeros que aún están con nosotros sufriendo las consecuencias de este crimen de lesa humanidad».

Guiados por el sacerdote Claudio Murrieta, los asistentes participaron en la realización de una mandala, un símbolo budista que recuerda la vida, la creación, la fragilidad y la destrucción. El dejar ir, el aceptar.

El recuerdo de los pequeños llegó hasta el viejo galerón de concreto y techo de lámina, pintado con alegres colores y recubierto por el rostro de 49 criaturas, sonrientes la mayoría, captadas en algún momento feliz de su vida.

Las palabras del sacerdote buscaron consolar, un poema de Mario Benedetti invitaba a no perder la fe, a mantener el rumbo, y los padres, parados formando un círculo, sintieron el apoyo físico y moral de otros familiares y de miembros de la sociedad civil.

La vigilia de anoche en memoria de los pequeños fue quizá la menos numerosa en cinco años, pero ahí estaban los padres, así como familiares y ciudadanos que año con año los acompañan y lloran con ellos.

Una agrupación musical participó en la ceremonia realizada desde las 21:00 hasta las 24:00 horas.

Era el inicio de una jornada de luto para recordar el día más triste en la historia de Hermosillo y de Sonora.

Rolando Chacón /REFORMA