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Si no lees, pierdes; Niñas lectoras ponen el ejemplo

Pareciera que para las generaciones más jóvenes, la lectura ha sido desplazada por el aporte de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, eso no es lo que piensan María Julia Sánchez, de once años, y Patricia María Beltrán, de nueve.

 

Para demostrar lo contrario, las niñas se reunieron en el foro Miguel Cervantes situado en el Callejón Velasco, dentro de las actividades de la Feria del Libro Hermosillo 2017, para dar a conocer desde su propia visión la importancia de la lectura infantil y platicar sus experiencias como ávidas lectoras durante el conversatorio infantil titulado El gusto por la lectura.

 

Paty y María Julia aprendieron a leer a los seis años. Desde muy temprana edad, comenzaron a hojear libros que despertaron su interés por las narraciones, los cuentos e historias que las atraparon en un instante, invitándolas a buscar más textos.

 

“Si lees, vas a saber que muchas cosas que te dicen no son ciertas”, dijo María Julia, quien llevó su libro favorito Una pequeña princesa de Frances Hodgson Burnett, del cual leyó un fragmento.

 

Por su lado, Patricia María disfruta mucho de la serie de aventuras del Capitán Calzoncillos, de autoría de Dav Pilkey y refirió a la historia de El Principito – de Antoine de Saint-Exupéry – como una de sus favoritas.

 

Al abrir el diálogo con el público presente, ambas pequeñas acordaron que para tomar el hábito de la lectura, hay que empezar con uno mismo, sin importar si son libros pequeños o grandes. Resaltaron también la importancia de contagiar el gusto por la lectura a familiares, amigos y amigas.

 

“Me gusta leer porque siento que me identifico. Mi abuelo siempre me dijo que si leo, voy a ser más inteligente y desde que él me dijo eso, he buscado más libros”, compartió Paty, mientras que María Julia expresó: “cuando leo, tengo emociones muy fuertes; lloro o me río… A veces lo relaciono con cosas que me pasan en mi vida diaria y que me sirven para entender más”.

 

Además de leer en inglés y de haber aprendido la escritura en braile, María Julia inició la campaña Si no lees, pierdes, con el objetivo de contagiar este entusiasmo por las letras y por su preocupación ante el poco interés de sus compañeras y compañeros.

 

Las lectoras concluyeron que además de otorgar mucha información y ayudar a desarrollar el cerebro, la magia de los libros ayuda a ampliar nuestra visión, cambiar nuestra perspectiva del mundo, pero también, entrar a otros e interpretarlos.