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Vórtice | López Obrador pretende controlar al INE

“¡Al diablo con sus instituciones!”: Frase de López Obrador.

Por Dr. Jorge Ballesteros

El 6 de septiembre del 2006, en las elecciones presidenciales, el Tribunal Electoral dio triunfador a Calderón por un pequeño margen y en un mitin AMLO,  lanzó su célebre frase de: “Al diablo con sus instituciones”, al negarse a aceptar su derrota y en un acto intransigente declararse ganador.

Ahora 14 años después, ya siendo presidente de la República, se ha dedicado a tratar de controlar y someter a los órganos autónomos para evitar que hagan contrapeso a su gobierno totalitario. En esta ocasión le llega la hora al INE, el último de los órganos autónomos que le falta controlar para reelegirse y perpetuarse en el poder.

Rosario Piedra Ibarra, una militante Morenista y amiga personal de López  Obrador, quien fue impuesta como dirigente a la CNDH de forma fraudulenta, con una votación desaseada, donde fue acusada de que se robaron dos votos para imponerla los senadores de Morena, propuso a John Ackerman para que evalué los perfiles de los aspirantes a consejeros del INE.

Ackerman, en su momento, defendió la polémica designación de Rosario Piedra Ibarra como titular de la CNDH, la que ahora lo postula como consejero técnico.

López Obrador de forma balbuceante, como nos tiene acostumbrados, y de forma cobarde, se desmarcó de la propuesta: “Nosotros pues no tenemos… este… eh… porque meternos a esos temas… este, ah… antes ¿qué hacían, como le hacían para nombrar a los consejeros? Se repartían… tres para un partido, cuatro para otro y al más chiquito uno, para que también… ¿no? Este… le tocara algo, este… y así… eh… tenían el control del órgano electoral, los dos grandes”.

A la pregunta de una reportera: “¿Ahora no significaría lo mismo? Y la respuesta cínica y mentirosa del Presidente: “No, yo estoy seguro que no, porque no somos iguales, al menos nosotros no nos metemos en eso”.

John Mill Ackerman Rose, operador de Soros, es un marxista leninista, investigador de la UNAM, naturalizado mexicano, nacido en Estados Unidos de origen judío Ashkenazí. Está casado con Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (la misma que exoneró a Manuel Bartlett), Ackerman también es parte del instituto nacional de formación política morenista y del consejo de intelectuales de ese partido. En otras palabras, palero, foca aplaudidora y lame botas de López Obrador.

Ackerman, es un entusiasta defensor del gobierno de Nicolás Maduro, ha afirmado que Venezuela era “mucho más democrática y respetuosa de los derechos humanos que México”. En el mismo artículo, publicado en el periódico izquierdista La Jornada el 27 de marzo de 2017, Ackerman afirma que no hay fraude electoral en Venezuela, pero sí hay una constante censura mediática en México, hay más presos políticos en México que en cualquier otro país latinoamericano y hay una clara separación de las ramas del gobierno en Venezuela.

También afirmó que México está peor que Venezuela en términos de corrupción, pobreza, desigualdad y violencia. Ackerman ha sido un amplio crítico del actual gobierno mexicano y de las instituciones pero también ha criticado a la Iglesia católica y las fuerzas armadas al referirse a ellas como el “verdadero terror de México”.

Ackerman ha sido cuestionado en diversas ocasiones por incitar la violencia civil al declarar antes de las elecciones, que “va a haber chingadazos” en caso de no ganar Andrés Manuel López Obrador, el precandidato de la coalición Juntos Haremos Historia. Comentario que fue tomado por algunos como una provocación a un levantamiento contra el gobierno.

También se ha desempeñado como consultor sénior para el Banco Mundial y como consultor para la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, PNUD, Global Integrity, el Open Society Institute del magnate judío George Soros,

Lo que es un hecho, es que Ackerman no cubre el perfil y es preocupante, no nada más es simpatizantes e ideólogo de la 4T, sino además esposo de Irma Eréndira Sandoval, integrante del gabinete de López Obrador.

John Ackerman Rose con su esposa Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública.

John Ackerman tiene un serio conflicto de intereses, al ser esposo de una secretaria de estado y cuñado de un alto funcionario de nivel en el Poder Judicial y de otro que es representante personal del presidente de la república en Guerrero, lo que le impide ser imparcial, además de ser integrante del instituto de formación política de Morena, por eso no reúne los requisitos para ser parte del comité evaluador para consejeros del Instituto Nacional Electoral.

Sin duda con esta propuesta empieza la captura del gobierno del único órgano autónomo que le faltaba, el INE. La elección de los cuatro nuevos consejeros del INE, está en manos de la cámara de diputados la cual está integrada en su mayoría por legisladores de Morena, partido que fundó López Obrador, por lo tanto es claro hacia donde se inclina la balanza, ¿no creen?

Los consejeros serán elegidos con el coto de las dos terceras partes de los legisladores de la cámara de diputados y permanecerán en su cargo por nueve años, del 4 de abril del 2020  al 3 de abril del 2029.

La importancia de esta renovación radica en la exigencia de la sociedad civil y la clase política para que los nuevos consejeros sean independientes y con pleno conocimiento en  materia electoral, cosa que de quedar Ackerman, pues no tendrá nada de independiente.

El 2021 será determinante para definir el mapa electoral de México y quien podría ganar la presidencia del país en 2024. El próximo año habrá elecciones en 11 estado del país, en 9 se elegirán gubernaturas, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Michoacán, Nayarit, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas, además de la integración de la cámara de diputados y se unirán las piezas para la sucesión presidencial en 2024.

Es por eso que para López Obrador y Morena colocar a sus piezas dentro de los órganos electorales será determinante con miras a los próximos comicios. Sin embargo esto coloca al INE en riesgo de perder su autonomía debido a que quedaría totalmente en manos de militantes de Morena.

Tenemos un instituto que estableció todo para que en el 2018 ganara la democracia, hoy esa democracia ya no les gusta y quieren apoderarse del INE. El KKS Obrador, necesita colocar a sus lacayos en puestos claves, solo así podrá perpetuar a Morena en el poder

Afortunadamente el INE ha resistido el embate del presidente, con todo se les han ido y aun así están resistiendo.

Con la propuesta de un incondicional de Morena, para integrar el Comité Técnico de Evaluación, López Obrador quiere el control del Instituto Nacional Electoral a fin de manipular a su favor las próximas elecciones, y eliminar la democracia para perpetuar una Dictadura en México.