Este primero de mayo se conmemora otro aniversario del paro de obreros en Chicago que derivó a la Revuelta de Haymarket, o masacre de Haymarket, del 4 de mayo de 1886 en Estados Unidos.
El acceso a las tecnologías de la información, de manera más frecuente, se convierte en el puente que conecta la desigualdad y la pobreza, con el progreso y la movilidad social y económica en el mundo.
Pues López Obrador dejó a la oposición con el menudo preparado y el café para velarlo, ya que al parecer su enfermedad llámese COVID, embolia cerebral, o infarto cardiaco, sólo era una cortina de humo del tartufo de Palacio, para distraer a la gente y a los medios y que se ocuparan de especular sobre su salud y si el vampiro viejo de Adán Augusto López, secretario de gobernación lo iba a sustituir.
“QUIEN NO conozca la historia está condenado a repetirla”, dijo el clásico y en el caso de Sonora, no podemos olvidar que muchos de los movimientos que han transformado la vida de este Estado, han tenido su origen en conflictos ligados a la tierra.
FRANCISCO Vázquez, secretario del Trabajo del Gobierno del Estado y “mediador” en el conflicto entre las partes en conflicto en la Universidad de Sonora, declaró ayer que era una “responsabilidad de Rectoría y sindicatos, resolver sus problemas”.
TERCERA década del siglo XXI y las exigencias de la clase obrera son las mismas del siglo pasado: Mejor atención médica en el IMSS, medicamentos, vivienda y mejoras salariales.
EL PRESIDENTE y sus incondicionales de MORENA le llaman “transformación del país”, pero en los hechos, negar los avances democráticos de México en los recientes 30 años y el propósito de esta “4-T” de enviarlos a la basura, nos conduce a una destrucción de lo logrado con sangre, sudor y lágrimas.
RESULTA POR demás asombrosa la similitud del tiempo que vivimos hoy, en 2023, con el de hace 50 años, cuando el Presidente Luis Echeverría, decidió aplicar su “economía mixta”, poniendo en práctica el socialismo estatizador.
La vida moderna ha provocado un mayor déficit vitamínico debido al alto consumo de alimentación chatarra, procesada y con una gran cantidad de edulcorantes, y sodio lo que se traduce en problemas de salud que pueden empezar con pequeños síntomas como esa falta de energía, pérdida de cabello, o una mayor propensión a las infecciones así como diversas enfermedades que no siempre son consecuencia de la epigenética.