Con bicicleteada, piden justicia en caso ABC

Al cumplirse el mes 47 del incendio de la guardería ABC, uno antes del cuarto aniversario, cientos de ciclistas salieron en Hermosillo y junto a padres y familiares de niños fallecidos, realizaron una «bicicleteada» para mantener viva la exigencia de justicia y la memoria de los 49 niños fallecidos.

La manifestación ciclista tuvo eco incluso fuera del País, ya que estudiantes mexicanos y ciudadanos belgas participaron ayer, en solidaridad con los hermosillenses, en un paseo en bicicleta en Bruselas, Bélgica; también se dio una «rodada» por ABC en Mérida, Yucatán.

El inmueble donde se encontraba la guardería ABC, en la Colonia Y Griega, fue el punto de reunión y de partida, donde cerca de las 17:00 horas inició el recorrido donde iniciaron cerca de 300 ciclistas, aunque durante el trayecto de unos 7 kilómetros hasta la plaza Emiliana Zubeldía se fueron sumando más.

Al igual que en las marchas por ABC, durante la «bicicleteada» se gritaban consignas como «ABC, nunca más», «5 de Junio, ni Perdón ni Olvido» y «Justicia ABC».

Aunque el día 5 de cada mes, desde ocurrida la tragedia, los padres y madres de niños fallecidos y lesionados organizan alguna actividad para mantener viva la memoria y el reclamo, es la primera ocasión en que se da un recorrido en bicicleta.

José Francisco García Quintana, padre de Andrés Alonso, reconoció que para la justicia mexicana no ha sido una prioridad la impartición de justicia por el incendio de la guardería ABC, que inició en la bodega contigua que pertenecía a la Secretaría de Hacienda estatal, por lo que buscan justicia en instancias internacionales.

Al final del recorrido, los ciclistas se congregaron en la plaza Emiliana Zubeldía, frente a la Universidad de Sonora, un punto emblemático y central para las manifestaciones de los padres que buscan justicia.

Ahí frente a 49 cruces de madera que recuerdan a los niños fallecidos desde el mes de junio del 2009, Julio César Márquez Hernández, padre de «Yeyé», entregó dos adornos con forma de corazón; uno azul en memoria de los niños fallecidos, y otro rosa en memoria de las niñas.

Ahí, con voz entrecortada, se leyó uno a uno el nombre de los niños fallecidos, y a modo de letanía, los presentes respondían a cada nombre con un «no debió morir».

EL NORTE