Coronavirus exhibe alcoholismo en los sonorenses

La cuarentena no solo provocó un desabasto en el mencionado insumo por el alto a la producción, sino que creó un incremento en el alcoholismo de hasta un 70%

Por Antonio López Moreno

La pandemia del virus COVID-19 puso al descubierto la dependencia que muchos sonorenses tienen hacia el alcohol, pues ha sido la única entidad que a pesar de encontrarse en una emergencia sanitaria, ha presentado compras de pánico y filas abarrotadas donde se han roto las medidas de sana distancia.

Distintos municipios fueron testigos de dichas compras, las redes sociales comenzaron a fungir como un terreno ideal para la reventa y el caos por el desabasto alcanzó a presidentes municipales con bromas pesadas.

Prevén aumento de alcoholismo en un 70%

La cuarentena no solo provocó un desabasto en el mencionado insumo por el alto a la producción, sino que creó un incremento en el alcoholismo de hasta un 70%.

Lo anterior lo sostiene Omar Balderrama, presidente de Amor y Convicción A.C. y quien lleva más de una década realizando activismo contra las adicciones.

“Se elevó en un 70% el consumo de alcohol, en cuanto a las drogas es difícil de medir”.

Desde el pasado 3 de abril la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció la prohibición de cerveza en comercios expendedores de la misma, anteriormente desde el 28 de marzo habrían suspendido su venta en negocios no esenciales.

Inician compras de pánico en Hermosillo

Fue hasta que las autoridades estatales decretaron suspender actividades en la industria cervecera, cuando los comerciantes dedicados a la venta del alcohol anunciaron que pondrían a disposición su cerveza en almacén hasta agotar existencias.

Una distribuidora del citado insumo instalado sobre el bulevar Quiroga al poniente de Hermosillo, fue el primer comercio en abarrotarse al grado de generarse filas de más de 300 personas esperando acceder al líquido embriagante.

Le siguieron otros cinco durante el primer día con ventas de pánico, mismas que eran motivadas en las redes sociales, donde usuarios se han intercambiado información para conocer los puntos con cerveza disponible.

Ciudad Obregón presenció lo mismo pocos días después, toda vez que el producto comenzó a escasear en establecimiento y fue así que se generaron las enormes filas.

La Plaza Soriana, uno de los puntos más concurridos en el municipio, fue uno de los pocos establecimientos que el pasado fin de semana ofreció cerveza al público, lo que creó enormes filas que rodeaban el contorno de la plaza por personas esperando comprar.

Para poder vender cerveza, empleados del lugar limitaron la venta a solo seis latas o dos litros por persona, declarando obligatorio el uso de cubre bocas al interior del comercio.

Difieren alcaldesas

La situación que ha desatado el consumo de cerveza en el estado, generó opiniones encontradas en presidencias municipales, pues mientras que la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas, pide reactivar la industria ante la necesidad de la cerveza, en Navojoa la presidente municipal Rosario Quintero Borbón exige toque de queda más estricto.

Y es que Célida López consideró que la cerveza debe considerarse un producto esencial, al resultar lamentablemente necesario para miles de sonorenses.

“Esto se provocó por la mala decisión de que escaseara ese producto. Que lamentablemente si es esencial para miles de personas, no hay forma de evitarlo, la gente quiere tomar cerveza”.

Por otra parte Rosario Quintero insiste en decretar Ley Seca por completo en Navojoa, para así evitar filas abarrotadas y disminuir los riesgos de contagios y brotes.

Juegan broma a presidente municipal de Navojoa

En marco de la adrenalina y el caos vivido en las redes sociales por las ventas de pánico de cerveza, ciudadanos difundieron el número telefónico personal de Rosario Quintero Borbón señalando que se trataba de un número al cual podrían solicitarle alcohol.

“Durante todo el día de ayer no pude hacer una sola llamada, me hablaban de todas partes precisamente por la emergencia que tenemos, mujeres en condiciones vulnerables que me estaban hablando y no les podía contestar”.

En palabras de la alcaldesa, lo anterior provocó que cancelara reuniones y desatendiera llamadas laborales, pues su teléfono celular recibió cientos de llamadas de navojoenses buscando ingerir alcohol.