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Cuando los sonorenses descubrieron que los políticos mienten

 Por Imanol Caneyada @Imanolcp/

El 2013 será recordado como el año en que ante la mentira, la sociedad sonorense se organizó en un movimiento que se llama “No Más Impuestos”

Año: 2009. Época electoral. El entonces candidato a la gubernatura Guillermo Padrés, sobre un templete y ante miles de sonorenses, hacía una propuesta de campaña: desde el primer día en que sea gobernador, por decreto, no subirá ni un servicio del Gobierno del Estado; ni actas de nacimientos, ni agua ni placas vehiculares.

La multitud aplaudía.

Año: 2013. Día de reyes. En la explanada que se extiende a un costado de un conocido centro comercial de Hermosillo, miles de sonorenses presenciaban en una pantalla a Guillermo Padrés en la campaña que lo llevó a Gobernador prometiendo no cobrar más impuestos.

La multitud abucheaba a la imagen de Padrés en la pantalla, le llamaba mentiroso y rata.

El 2013 será recordado como el año en que los sonorenses descubrieron que los políticos, cuando están en campaña, mienten, sean panistas, priistas o perredistas.

O al menos, será recordado como el año en que ante la mentira, la sociedad sonorense se organizó en un movimiento que se llama “No Más Impuestos”, el cual convocó el pasado domingo 6 de enero una caravana vehicular en protesta por los nuevos impuestos que el Ejecutivo estatal propuso y el Congreso del Estado dispuso.

Una caravana que partió del bulevar Morelos y llegó al vado del Río Sonora con la exigencia de que el Gobierno estatal anule, al menos, la tenencia disfrazada en el Impuesto para el Fortalecimiento Municipal.

Una caravana que reunió alrededor de 5,000 vehículos de todos los modelos y marcas, de pobres, menos pobres y ricos.

Un movimiento que ha ofrecido a los ciudadanos ayudarles a solicitar el amparo ante la justicia federal en contra de esta acción de Gobierno.

Que ha amenazado con bloquear simbólicamente las agencias fiscales del Gobierno del Estado y boicotear la Serie del Caribe.

El 2013 inicia en Sonora con la una vez más comprobada nueva de que los políticos, en campaña, mienten.

Una fila interminable

A esos de las cuatro veinte de la tarde, los integrantes del movimiento No Más Impuestos, pedían a los que ya habían arribado al lote baldío que corre a lo largo del Río Sonora, a la altura del bulevar Vildósola, que tuvieran paciencia, pues la retaguardia de la caravana que había partido de Progreso y Morelos apenas estaba en el bulevar Rodríguez.

Sobre el puente que divide la avenida Rosales de Vildósola, la interminable fila de vehículos fluía lentamente para sumarse a los que ya aguardaban frente a un templete con una gran pantalla.

En la pantalla, el actual gobernador aparecía mucho más fresco que en la actualidad haciendo proselitismo, pidiendo el voto de los sonorenses a cambio de un gobierno más ciudadano, más humano, que tuviera a la familia como base.

Una y otra vez pasaban las imágenes de un Padrés candidato y dispuesto a prometerlo todo, y una y otra vez, la gente que iba llegando a la explanada abucheaba al político, hacía sonar los claxon de los carros, en cuyos vidrios podía leerse el lema que ha unido a miles de ciudadanos de diferentes clases sociales: no a la tenencia.

Los gritos más comunes que podían escucharse en el mitin que pondría fin la caravana de protesta eran mentiroso y rata.

Además, el ingenio socarrón propio de la raza de acá, la que rara vez se moviliza, la que suele aceptar casi todo ―gritaban los organizadores desde el templete―, esa carrilla tan sonorense, inventaba frases como: Guillermo Padrés, con tenencia disfrazada, vete a la chingada.

De esta forma, el jefe del ejecutivo se convertía en el centro de todas las iras y el Congreso del Estado salía bien librado, a pesar de que aprobaron la tenencia disfrazada y otros nuevos impuestos.

El movimiento

Surgió, como todo movimiento de la segunda década del siglo XXI, en las redes sociales.

La inconformidad fue tomando cuerpo en Facebook, Twitter, YouTube y terminó siendo algo sólido, con diversos rostros ciudadanos que han emprendido una serie de iniciativas para boicotear la tenencia disfrazada, ese 3% con el pomposo nombre de Fortalecimiento Municipal.

El sentir de los integrantes del movimiento No Más Impuestos y de gran parte de los sonorenses es que no debe ser la ciudadanía la que pague los derroches de una administración que ha sido acusada en repetidas ocasiones de corrupta y despilfarradora.

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