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De origen terrestre cráneos hallados en Sonora, dice investigadora

El hallazgo de unos 64 cráneos con extrañas deformaciones y alargamientos despertó el interés de la comunidad científica mexicana y estadounidense e incluso generó diversas reacciones en redes sociales sobre el origen de los mismos, aunque para la investigadora mexicana Cristina García Moreno no hay duda, “se trata de seres humanos”.

Localizados en un cementerio prehispánico en el municipio de Onavas, a unos 200 kilómetros al sureste de Hermosillo, la capital de Sonora, los cráneos son analizados en un laboratorio para conocer aspectos como la edad, complexión, causa de muerte y el tiempo que tenían enterrados.

Como directora del proyecto de investigación, García Moreno dijo que “es un error creer que los esqueletos son de extraterrestres, pues no existe ninguna duda de que son de seres humanos que se deformaban la cabeza como parte de sus prácticas culturales”.

En entrevista con Notimex, la antropóloga informó que concluyó el trabajo de campo en ese cementerio, cuya antigüedad sería de unos mil años, y de donde el año 2012 se extrajeron los restos de 28 personas y este año se obtuvo una cantidad similar.

La investigadora refirió que es el primer cementerio prehispánico que se descubre en Sonora, en este caso a unos 300 metros del pueblo serrano de Onavas, ubicado en la sierra media del sureste del estado. Se trata de una pequeña municipalidad con apenas 399 habitantes de acuerdo con el Censo 2010 del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI).

Explicó que en 1999 la gente del poblado necesitaba hacer un canal de riego para sus cultivos y al realizar las excavaciones con la pala detectaron algunos huesos, cráneos, conchas y cerámicas, relató la antropóloga.

En 2004 y 2005 un investigador de Arizona hizo trabajo de campo en el valle de Onavas, realizó excavaciones irregulares y encontró más entierros, lo cual dio paso a un proyecto más formal en esa región y ahora el resultado es este hallazgo.

García Moreno, que está al frente del proyecto desarrollado por la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos, con aprobación del Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dijo que la extensión del cementerio es muy grande.

La antropóloga comentó que luego del trabajo de campo en las excavaciones del cementerio, cuya antigüedad sería de unos mil años, ahora se desarrollan investigaciones en laboratorio y de gabinete para profundizar sobre el hallazgo de estos individuos.

“Tenemos una muestra pequeña de individuos, pero hay una cantidad muy amplia de personas enterradas en ese sitio, (y) aún no sabemos la cifra, el área del cementerio es más grande de lo que pensábamos”, dijo, y agregó que aún no tiene las medidas del mismo.

Expuso que “por la extensión se puede decir que son demasiados” ?los individuos que hay en el sitio- y se debe a que el cementerio prehispánico fue utilizado durante mucho tiempo y era un espacio destinado a enterrar a la gente que moría”.

Los individuos localizados se encuentran en Hermosillo donde un especialista analiza con mayor cuidado en laboratorio los huesos para detectar fracturas, posibles enfermedades, edad, género y causa de su muerte, además de estatura y complexión, abundó.

Asimismo, al colágeno del hueso se le practicará la prueba de Carbono 14 para saber la fecha aproximada en que murieron, comentó García Moreno.

Por las fotografías donde se ven cabezas alargadas y el afilamiento de algunas piezas dentales, en las redes sociales se han vertido diferentes opiniones, desde los que ven influencia de culturas mesoamericanas hasta las ideas que recuerdan a criaturas extraterrestres.

Respecto a la posibilidad de que los restos no sean de origen terrestre, por la forma de los cráneos, la antropóloga subrayó que “es un completo error creer que se trata de ovnis o extraterrestres”.

En este caso no existe ninguna duda de que son seres humanos y que deformaron sus cráneos como parte de sus prácticas culturales, lo cual se hacía aquí y en otros lugares del mundo durante la época prehispánica o antigua, puntualizó.

Señaló que el hallazgo del cementerio prehispánico en Onavas se trata de una investigación seria con bases científicas y reiteró que son humanos que tenían prácticas culturales distintas a las actuales, que incluían deformarse la cabeza.

El territorio que actualmente ocupa Onavas, que está al sur de Sonora, estuvo ocupado en tiempos prehispánicos por los pimas bajos.

De acuerdo con la Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México, el nombre de Onavas proviene de la lengua cahita, de las raíces “ona”, sal, y “boa”, agua, lo que significa: “agua salada”.

El poblado, ubicado a orillas del río Yaqui, fue fundado en 1622 por los misioneros jesuitas Diego Vandersipe y Blas de Paredes, quienes fallecieron en ese lugar, cuya economía hoy en día gira en torno a actividades como la agricultura y la ganadería.

Notimex.

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