De Primera Mano

Por Francisco Javier Ruiz Quirrín

Martes 04 de Febrero del 2014

“Cumplir y hacer cumplir la Constitución…”

ALGO “PESADA” la expresión utilizada por observadores y analistas del DF al referirse a la Constitución Política de México (“Una dama de respeto a la que todos meten mano”), pero cabe en una realidad que vivimos en este tiempo los mexicanos.

Y mire usted que los mexicanos más obligados a respetar la ley son los altos funcionarios de este país porque además, rindieron un juramento que al no cumplirlo se atienen “a que la Nación se los demande”.

Con toda seguridad, muchos de nuestros actuales gobernantes no tienen ni la menor idea de lo que significa en toda su dimensión el concepto de “Nación” que está por encima de gobiernos temporales, formales e informales.

La verdad es que la ignorancia de muchos de nuestros actuales políticos ha provocado una enorme degradación de la política, la que debería entenderse como el mejor camino para llegar a acuerdos y poner soluciones a los problemas.

Soportamos hoy una nueva generación de políticos y gobernantes (salvo honrosas excepciones, como en todo) que piensan en el gobierno sólo por el hecho de tener el poder y hacerse ricos.

No se requieren dos dedos de frente para concluir que legisladores federales y locales no obedecen el clamor de la gente, sino más bien, obedecen los intereses de los poderes fácticos detrás de los partidos políticos.

Eso sigue manteniendo a México como un país donde se estimula la ilegalidad. Mañana, 5 de Febrero, se cumplen 97 años de haberse promulgado la Constitución Política que hoy nos rige. En efecto, en cada sexenio a esa “dama respetable” todos le han metido mano, pero para que nuestro país verdaderamente sea otro, se requiere algo más que una renovación de leyes.

El Presidente actual, Enrique Peña Nieto, logró lo que nadie había logrado desde el gobierno reformista de Carlos Salinas de Gortari. Pero ahora, preguntémonos la percepción que existe de Salinas. Es altamente negativa en términos populares, a pesar de ser uno de los poderes fácticos en México.

¿Quién nos puede asegurar que el paquete de reformas logradas por Peña Nieto en los meses recientes, llegarán a beneficiar el bolsillo de los mexicanos más vulnerables?

Nadie.

El sistema continúa siendo el mismo y mientras los grandes intereses estén por encima de los grandes intereses de la Nación y de los mexicanos, todo seguirá igual o peor.

¿Cómo nos podemos explicar los resultados dados a conocer por la OCDE, cuando revela que México destina más dinero a la educación que Corea del Sur y Suiza, pero con resultados menos eficaces que estos dos países.

La respuesta parecería sencilla: Corea del Sur y Suiza invierten su dinero en las nuevas generaciones a través de la educación, mientras que en México se utiliza ese dinero para mantener a millones de profesores y funcionarios que como zánganos, gravitan y viven sólo de “papá gobierno”.

Los resultados mexicanos en conocimientos de los estudiantes y de sus profesores son pésimos.

También, vivimos días en que observamos que gobernantes y funcionarios ignoran la Constituciòn y sus leyes. No sólo eso. Sufren de “Alzhaimer” cuando se trata de recordar el juramento que hicieron para cumplir con su mandato.

Sonora inclusive no escapa de esa situación. Es de provocar risa las acusaciones mutuas entre los políticos tratando de “levantarse las faldas” y la burla a los ciudadanos por parte de funcionarios que gastan el dinero de la gente en precampañas personales de posicionamiento rumbo a próximos comicios.

En tanto, los personajes responsables de hacer cumplir las leyes, fingen demencia. Es una tristeza, pero es la realidad.

Mañana se cumplen 97 años de la promulgación de nuestra Carta Magna y los discursos se dirán alrededor del “estricto cumplimiento de ella” por nuestros gobernantes, los mismos que deliberadamente la pisotean consciente o en actuaciones dignas de un “Oscar”.

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