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El Control Coercitivo

El autoritarismo logra un control precario que depende del temor. El sometido no hace ciertas situaciones por miedo al castigo, no porque está convencido que es lo que conviene

 

Por Rosa Chávez Cárdenas

El control coercitivo (CC) es una forma autoritaria de obediencia, los encargados de la autoridad ponen límites autoritarios y castigos. No es lo mismo autoridad que autoritarismo en el extremo se vuelve dictadura y es lo que observamos en la pandemia. El CC se convierte en una forma de relación de dominio sumisión, en la que, niños, jóvenes, trabajadores, en la relación de pareja y hasta los ciudadanos, se sometan a las reglas que los cuidadores impongan. En muchos casos implica maltrato, físico y psicológico.

El CC implica autoritarismo y pretende cambiar comportamientos, es imposición no tiene carácter preventivo. Se vuelve un tipo de relación impositiva y vertical basada en el ejercicio de poder sobre otros. Esta práctica es una expresión de maltrato y pérdida de libertad en la mayoría de los casos, el método es dar órdenes, impartir castigos para inducir sumisión.

El CC lo sufrimos por generaciones, era una costumbre, en la que aprendimos: “a la mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa y el respeto a los mayores”. Ese tipo de sentencias nos marcaron: a la mujer se le programó para la inseguridad, la fragilidad. Y que los adultos eran personas de respeto a pesar de que maltrataran, y hasta abusaran de los menores sexualmente. A los niños nos veían como tontos, no como seres pensantes.

El autoritarismo logra un control precario que depende del temor. El sometido no hace ciertas situaciones por miedo al castigo, no porque está convencido que es lo que conviene. Lo que aprende es la manera de evadirlo, para evitar el castigo. Por ejemplo, no respetará el semáforo, si se entera que no hay policía o no hay fotomulta.

Hoy en día con las clases en línea es una exageración las tareas y trabajos que les dejan a los estudiantes. Las madres se quejan sin resultado. El CC no se limita a un evento o una relación, es la acumulación de palabras, comportamientos y amenazas que humillan, aíslan y controlan a las víctimas, afectan su autoestima coartando su libertad. Las víctimas no se dan cuenta cuánto les afecta la seguridad y confianza en sí mismos. En cuanto al control de contagios por la pandemia los gobiernos se vuelven dictadores, utilizan el autoritarismo y se quejan de que los ciudadanos no respetan las reglas.

El CC de multas y castigos genera rebeldía, como los adolescentes, buscan evadir las reglas. “Esta pandemia nos ha convertido en esclavas”, se quejan las empleadas domésticas, no les permiten salir a la calle. España tiene más trabajadoras domésticas que cualquier país de Europa y muchas proceden de América Latina, la mayoría viven en casa de sus empleadores de manera que son más vulnerables a la explotación y al abuso.

En México muchas empleadas domésticas dejaron de asistir a su lugar de trabajo, los “patrones” como les llaman, les pidieron que no asistieran con el temor de que les trajeran el contagio. En algunos casos les pagan la mitad de su salario y otros definitivamente las dieron de baja, al no tener prestaciones se las están viendo muy duras.

Restaurantes, cines, y todos los que se dedican a la industria de los eventos están en bancarrota. Se han preguntado ¿cuál será el objetivo de tratarnos como esclavos? Si los gobiernos no cambian la estrategia no vamos a salir de esta crisis de miedo, los ciudadanos están sufriendo de inseguridad, falta de confianza y trastornos mentales: miedo, ansiedad, y muy preocupante las ideas suicidas.

La estrategia para salir de la crisis es fomentar la responsabilidad personal. “El pez por su boca muere”, el sistema de defensas solo pide nutrientes, no es lo mismo comer que alimentarse. La interacción mente-cuerpo-sistema inmunitario es compleja. Una dieta pobre en nutrientes, los pensamientos negativos, el estrés y el miedo ponen en riesgo la salud del cuerpo y la mente.

El proceso de enfermedad se lleva a cabo en seis fases: acumulación, agravamiento, diseminación, localización, manifestación y diferenciación. Las primeras tres son invisibles, las otras tres conllevan síntomas manifiestos. Cada etapa refleja una pérdida de equilibrio y de los procesos naturales del cuerpo.

La ingestión de fármacos de manera indiscriminada afecta el microbioma, las bacterias que mantienen la salud de los órganos internos y de la piel. El abuso de gel y el lavado de manos está causando dermatitis. No me canso de decirles: “que tu medicina sea tu alimento” y la seguridad y confianza en ti mismo la mejor arma para evitar infecciones.

 

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