DestacadaGeneral

El PAN tiene que aceptar que está enfermo en este momento: David Figueroa

Por Imanol Caneyada/

Con una larga trayectoria como servidor público y dirigente partidista, David Figueroa fue uno de los pocos panistas que levantó la voz contra los excesos del poder estatal; ahora busca la dirigencia blanquiazul en Sonora y tiene claro que deben asumir los costos del silencio ominoso que mantuvo la militancia

Bravo Mena afirma que el PAN es un partido en vías de extinción. ¿Es cierto esto?

Creo que el libro de autocrítica que realiza Luis Felipe es un libro de un gran peso y que plasma grandes realidades del PAN. Estamos en un momento determinante para saber qué vamos a hacer como partido. A lo mejor no en vías de extinción, en lo personal no sería tan drástico. Pero sí coincido en que se tiene que tener una visión autocrítica porque nos ha faltado mucho la autocrítica y no hemos sido capaces de asumir con humildad los yerros que hemos cometido para mejorar la institución. Nos fuimos en la vorágine de las posiciones de poder y fuimos perdiendo la esencia de Acción Nacional, el cual nace como un instituto ciertamente político, con aspiraciones de llegar al poder, pero sobre todo, como una escuela de civismo, de ciudadanos; el partido formaba ciudadanos que tal vez no ganaban elecciones, pero eran respetados por la población, se identificaban con ese hombre o esa mujer que hablaban de frente, con determinación, que decían las cosas por su nombre y que sobre todo eran capaces de tomar banderas ciudadanas.

¿Quedan de esos panistas en el partido que se presentaban como candidatos sabiendo que iban a perder, que les iban a cometer fraude, que lo hacían de forma simbólica, como una resistencia ciudadana a los abusos del PRI-Gobierno, o ya se avergonzaron y se fueron del PAN?

Siempre existe un resto fiel, hay un resto fiel en el PAN. Fiel a la esencia, al origen y a los fundamentos que dieron vida a Acción Nacional. Sí creo que en ese resto fiel, hay que ir por ellos y atraerlos de nuevo.

¿Están escondidos, decepcionados?

Creo que no fueron tomados en cuenta. Los considero como un panismo bronco, por ponerle una calificación, y no gustaban a los que estaban en posiciones de poder; los tomaron como que tenían una mentalidad de oposición de toda la vida, incluso cuando estamos en el gobierno. Y eso hace que no se les tome en cuenta, que no se les considere cuando llegamos a posiciones de poder. Pero ese resto fiel ahí está y es el momento oportuno para ir a buscarlos y decirles que son necesarios. Hay que armonizar ese pasado con un presente que hoy es día es distinto; el reto del PAN es armonizar esa visión que le dio origen con una visión de actualidad.

Y sin embargo, a pesar de que hay una modernidad que parece no entender esa vieja militancia panista, se diría que urge que esos principios que tenía la vieja guardia como la subsidiaridad, el bien común, la solidaridad…

El respeto a la dignidad de la persona humana…

Así es; ¿no urge recuperar esos principios fundadores, sobre todo aquí en Sonora?

1 David F 1En el caso de Sonora, creo que a nosotros nos empieza a ir mal cuando el PAN deja de hacer lo que debía hacer. Dicho de otra manera, cuando se arriba al poder, el principal error que cometemos una y otra vez es que el gobierno asume el rol del partido y el partido deja de ser ese ente que genere debate, equilibrio, acompañamiento a su gobierno pero también contrapeso. Cuando nos convertimos en un ente monolítico, en un partido de Estado, que es lo que criticábamos antes, pues como decimos coloquialmente en Sonora: ahí tuerce el rabo la marrana. Perdemos la esencia y cuando se pierde la esencia difícilmente podrás atraer al ciudadano que gustaba de aquel PAN, no de ese nuevo con esas prácticas que no son propias de Acción Nacional.

Aunque dice que no es bueno buscar culpables, la vieja guardia panista señala a los neopanistas, a estas personas que empiezan a llegar al partido a finales de los 90, principios del 2000, cuando éste ya es una opción de poder, como responsables de la debacle. ¿Qué piensas de esta lectura?

Pienso que el arribo a las posiciones de poder nos fue descomponiendo…

¿Pero quienes llegaron al poder eran panistas que tenían claro los principios y la esencia del PAN o eran estos neopanistas?

Mira, llegar a la situación que estamos viviendo hoy no fue de la noche a la mañana, fue gradual. Fue gradual ir perdiendo la esencia que nos daba identidad y el ir aceptando poco a poco prácticas que no eran propias del PAN. Cito un ejemplo: aquí en Sonora el tema de los famosos “Juanitos” se asentó en el partido como una práctica cotidiana y normal, cuando es la antítesis del respeto a los valores democráticos. Ese tipo de simulaciones se fueron asentando en el PAN hasta parecer una práctica común. Se convirtió en algo natural. Esto por citar un ejemplo de la degradación de lo que es la democracia. El problema es que a la ciudadanía no la vas a engañar, el ciudadano común es más inteligente de lo que a veces piensa el político que es. Se tiende a menospreciar la inteligencia colectiva que hay en el ciudadano. Creo que el deterioro fue gradual y empezó a presentarse cuando llegamos al poder porque no fuimos capaces de generar los equilibrios y contrapesos necesarios en toda institución. Y así nos convertimos en una mala réplica de lo que tanto criticábamos, señalábamos y cuestionábamos, y que nos daba orgullo criticarlo.

Recuerdo que Manuel Espino Barrientos, connotado panista hasta que se convirtió en villano, le advertía siempre a la militancia panista que había que tener cuidado con el priista que todos llevamos dentro.

Es un tema cultural. Si hubo algo que con lo que el PRI dañó seriamente a la política mexicana fue enquistar en el ciudadano mexicano un esquema paternalista donde el gobierno era dador y resolvedor de todo. Hoy en día existe esta mentalidad. Se le otorgó una sobreconcentración de poder al político en México y a la fecha no hemos logrado equilibrar eso. Un postulado del PAN siempre ha sido: tanto gobierno como sea necesario y tanta sociedad como se requiera. Es decir, menos gobierno y más sociedad. En la actualidad la sociedad tiene fuerza, pero no organizativa que permita equilibrar el ejercicio del poder. En sociedades que tienen más tradición democrática que la nuestra, como Estado Unidos, el político tiene su peso pero las organizaciones civiles son fuertes, y generan un equilibrio muy interesante, y cuando hay excesos y actos al margen de la legalidad, hay consecuencias.

Que es lo que duele en México, que no haya consecuencias.

16 David Figueroa PANEn efecto, lo vemos, lo señalamos, pero no pasa nada, hay impunidad y seguimos siendo el país donde no pasa nada. Te das cuenta que el político roba, hace un mal uso de sus facultades, un abuso del poder pero pocos enfrentan la ley. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero a mí me tocó ser testigo en Los Ángeles de lo siguiente: el área consular que estaba a mi cargo tenía cien municipios. En uno de ellos se detectó que había un abuso de poder de los concejales (los regidores) y el mayor (alcalde). Se servían con la cuchara grande y ganaban más de lo que debían. Se ventiló, los llevaron al banquillo de los acusados, los destituyeron a todos, tuvieron que regresar dinero al municipio y quedaron impedidos para ocupar un cargo público el resto de su vida. ¿Hay excesos? Claro que los hay, pero hay consecuencias. Y el que comete estos excesos sabe que está sujeto a una ley que lo va a poner frente a la justicia. Aquí tristemente pasa una y otra vez pero no pasa del descrédito ante la ciudadanía pero la justicia no los enfrenta. Este es uno de los factores que más lacera y lastima el ejercicio público en nuestro país: la impunidad.

Imagino que para un panista ha de ser difícil aceptar que se perdieron las elecciones por la corrupción, o al menos, por la percepción de gobierno corrupto que la ciudadanía tiene. ¿Cuál es la postura de David Figueroa frente a esta lectura que hizo la ciudadanía el 7 de junio?

Primero, decirte que la ciudadanía no se equivoca, guardo un gran respeto por esa inteligencia del ciudadano de a pie. Segundo, magnificada o no, esa imagen de corrupción se dejó correr y se fue asentando hasta llegar a la derrota que tuvimos. Tercero, como partido político y como militantes de una institución, muchos pecamos por omisión y otros hablamos pero fue una voz en el desierto. Pero de que hay responsabilidad de los militantes de Acción Nacional, por supuesto que la hay, porque no fuimos capaces de asumir un compromiso, hablar de frente y frenar lo que estaba pasando. Y lejos de ayudarle al gobierno, terminamos siendo cómplices por el silencio ominoso. Hoy tenemos que asumir ese costo. En su momento hablé, dije, exigí, no me alcanzó, está bien, no alcanzó la fuerza, la mayoría manda: tristemente los resultados ahí están.  

Después del análisis que has hecho, entramos en el terreno de tus aspiraciones; abiertamente estás buscando la dirigencia estatal del PAN. ¿Cuál es la ruta que plantea David Figueroa para recoger los pedazos? ¿Buscas regresar a ese PAN que era más cerrado pero que tenía más filtros y controles?

Una derrota como esta hay que tomarlo como lo que es: una derrota, y asumirla con entereza. Aceptarla con serenidad y humildad y poder trazar un camino para mejorar. Cuando uno está enfermo, para poder curarte tienes que aceptar que estás enfermo. El PAN tiene que aceptar que está enfermo en este momento. Esta derrota, en términos de elecciones, nos coloca al nivel de los 90. Perdimos la gubernatura, el congreso local, la capital, la presidencia de la República, las cámaras a nivel federal, regresamos a ser oposición a nivel de los noventa; pero una derrota también es un área de oportunidad. Está muy clara, el ciudadano nos dijo: yo voto por un PAN que sea un PAN de valores, que tenga voz completa, que hable de frente, un partido que no tenga que agachar la cabeza cuando se le cuestione, que escuche y atienda la voz ciudadana. En el momento que dejamos de ser ese PAN, la gente dijo: no me eres útil, no tengo por qué tenerte lealtad. Yo busco ser un factor que conduzca a los panistas a reencontrarse consigo mismo, con lo que debes de ser, no con lo que te convertiste; y de ese reencuentro con nosotros mismos, podremos reencontrarnos con el ciudadano y ponernos en una posición de utilidad para el ciudadano; dejamos de ser útiles y nos empezó a ver como una carga dentro de un sistema político que tiene fastidiado al ciudadano. La partidocracia tiene fastidiada al ciudadano. Esta es la ruta que tenemos que seguir: reencuentro con tus valores, con tu esencia que nos dio origen para ir al reencuentro del ciudadano.