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El partido del aborto tardío

En Nueva York, un estado que se jacta de ser el más “avanzado”, se asesina a los más indefensos, y se protege a los médicos asesinos mediante las leyes

 

Por Dr. Jorge Ballesteros

 

El gobernador Andrew Cuomo, convirtió al estado de Nueva York en la capital mundial del aborto, tras la aprobación de la ley que permite esta práctica durante todo el embarazo.

La Ley de Salud de Reproducción (RHA) del estado de Nueva York fue presentada hace casi una década, y en repetidas ocasiones rechazada. Este año, después del recambio legislativo, donde asumieron los demócratas en mayoría, finalmente fue promulgada.

Esta nueva ley permite abortar por cualquier motivo en las primeras 24 semanas del embarazo, o después si el feto no es viable o si existe riesgo para la vida o la salud de la madre. Iniciativas similares se están tramitando en las asambleas legislativas de Nuevo México, Rhode Island y Vermont, mientras que en la de Virginia no ha prosperado. Todas ellas han sido impulsadas por legisladores del Partido Demócrata, cada vez más identificado con la causa abortista.

La norma permitirá a los profesionales de la salud, como practicantes de enfermería y médicos asistentes, realizar abortos. Además avala el aborto tardío en cualquier momento en caso de inviabilidad fetal o “cuando sea necesario para proteger la vida o la salud de un paciente”.

Si el bebé sobrevive al aborto, quien lo realice podrá dejarlo morir.

El aborto a petición podría ser una de las prioridades de la izquierda en las elecciones presidenciales de 2020. Según explica el periodista John McCormack en National Review, la mayoría de los demócratas que se están postulando a la nominación presidencial —como Kamala Harris o Elizabeth Warren— y otros potenciales candidatos —Bernie Sanders, entre otros— han copatrocinado un proyecto de ley federal que anularía muchas restricciones estatales al aborto en el tercer trimestre

Hubo un gran festejo de los legisladores demócratas de Nueva York, cuando el Gobernador Cuomo aprobó la ley que permita el aborto durante todo el embarazo. Los legisladores demócratas y sus partidarios, según las crónicas de algunos medios, entre risas felicitaciones y aplausos, aullaron, gritaron y aclamaron con júbilo esta nueva ley genocida que permite el aborto aun a los 9 meses de embarazo, por presunto riesgo físico o psicológico de la madre, o sea en cualquier caso.

La ley es espantosamente permisiva y terriblemente asesina: permite el aborto hasta el momento del parto, mediante la horripilante práctica del aborto por nacimiento parcial: se provoca el parto sacando el niño hasta el cuello mediante fórceps, y luego se le inyecta una cánula para destruir el cerebro y sacarlo muerto. En un estado que prohibió la pena de muerte en 2007, se permite el asesinato intrauterino mediante tortura por solución salina.

En un estado que se jacta de ser el más “avanzado”, se asesina a los más indefensos, y se protege a los médicos asesinos mediante las leyes: si una mujer muere durante la práctica del aborto, el médico no tiene responsabilidad penal, y si el niño a pesar de todo nace vivo, se prohíbe la asistencia médica al recién nacido.

Esta abominación de ley fue festejada por los demócratas, pero hay mucho más: no se permite la objeción de conciencia, es decir que esta ley será pagada con el dinero de los contribuyentes, tanto si están de acuerdo con la ley como si no. Las clínicas médicas cristianas no tienen permitida la objeción de conciencia institucional, es decir que si llega una mujer pidiendo un aborto a una clínica católica, y en esta clínica se le niega el supuesto “derecho”, el médico y la clínica pueden sufrir sanciones económicas y hasta la cárcel para el médico objetor.

¿Por qué este recrudecimiento de la furia homicida en una de las ciudades que aparentemente menos lo necesitaba, ya que la ley era muy permisiva? Porque el mayor porcentaje de abortos se da entre mujeres hispanas, negras y pobres, y por lo tanto resulta, como soñaba la fundadora de Planned Parenthood, una medida eugenésica, para evitar que esta “maleza humana” llegara a nacer (Margaret Sanger era racista y soñaba con unos Estados Unidos libres de negros y… ¡Católicos!).

La verdad es que los legisladores demócratas están bien “maiceados” por el multimillonario George Soros y por la trasnacional del aborto Planned Parenthood de Rokefeller.

George Soros, el multimillonario judío, que financia el activismo de izquierdas en todo el mundo, donó $18 mil millones a sus Open Society Foundations, convirtiéndolo en la segunda organización de caridad más rica de Estados Unidos. 

The Angeles Times dijo que esta transferencia de dinero ha hecho que la fundación pro-aborto «se convierta en una de las organizaciones filantrópicas más grandes del mundo».  La organización de «caridad» más rica de los Estados Unidos, la Fundación Bill y Melinda Gates, impulsa la anticoncepción y la agenda del aborto en todo el mundo.

Soros es un «cajero automático para los proveedores de abortos», dijo Liz Yore, a La Nuova Bussola Quotidiana, en la Conferencia Internacional sobre el Control de la Población. Ha dado «apoyo financiero durante décadas a los enemigos de la vida» y a los movimientos que utilizan la defensa del medio ambiente para enmascarar su verdadero objetivo de “reducir la población mundial”.

Con las próximas elecciones presidenciales del 2020 se ha incrementado en EE.UU. la lucha por la vida, Trump y la mayoría republicana se han pronunciado en contra del aborto y los demócratas por el contrario se han alineado por la cultura de la muerte y de la ideología de género.

Desde la elección de Donald Trump, con su vicepresidente Mike Pence, los activistas por la vida de América del Norte creyeron que terminaba la pesadilla abortista del país más poderoso del mundo. Estos dos políticos, abiertamente jugados por la vida, lograron que muchos de los “avances” contra la vida, propuestos generalmente por los demócratas quedaran en la nada.

El primer día del gobierno de Trump, por ejemplo, el gobierno federal dejó de financiar a la multinacional de la muerte, Planned Parenthood con fondos de los contribuyentes. Luego hizo efectivo el cumplimiento de la enmienda Kemp-Kasten de 1985 que prohíbe la financiación de aborto o esterilizaciones con dinero de los contribuyentes norteamericanos, y dejaron sin fondos al fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA).

En Estados Unidos, el país más poderoso del mundo, este 2020 en su elección presidencial, la apuesta será por el derecho a vivir de las próximas generaciones de niños norteamericanos.