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¿En verdad Sonora se estancó?

Por Feliciano J. Espriella/

Me causaron una enorme sorpresa las recientes declaraciones del Secretario de Economía, Jorge Vidal, sobre el panorama económico de Sonora. Nos exhibió prácticamente como una entidad en picada y franco retroceso

Pintar un cuadro catastrofista en el escenario en que uno se tiene que desempeñar tiene sus ventajas, pero también es peligroso y muchas veces irresponsable.

La principal ventaja es sin duda alguna que cualquier acción positiva que se realice y logre aunque sea un mínimo cambio podrá magnificarse y abonársele a quien se le haya adjudicado, sea o no de su cosecha.

El riesgo es que inhiba la intervención de personas u organizaciones que pudieran estar interesados en participar y que podrían ayudar a subsanar más pronto la situación.

No conozco personalmente a Jorge Vidal Ahumada, Secretario de Economía en la actual administración estatal, pero desde hace más de 30 años sé quién es, y también dónde y cómo se ha desempeñado.

Tengo la impresión de que es una persona, seria, responsable y capaz. Así como también supongo que en virtud de sus actividades empresariales y como funcionario público debe tener un amplio conocimiento de la economía estatal, su historia, desarrollo, tendencias y situación actual.

En este contexto, me causaron una enorme sorpresa las recientes declaraciones de Vidal Ahumada sobre el panorama económico de Sonora. Nos exhibió prácticamente como una entidad en picada y franco retroceso. Me parece que no es así. Tal vez el presente año y el anterior haya habido situaciones en las que la economía sufrió una desaceleración, pero ello sucedió después de varios años de crecimiento sostenido.

En sus declaraciones el secretario destaca que en los últimos años (supongo que se refiere a 2014 y 2015) la generación de empleos “estuvo en el rango de 10 a 11 mil, que fue insuficiente para hacer crecer la economía”. Esta es una verdadera incongruencia que no me explico cómo se le escapó al funcionario, ¿o que desconocerá que es el crecimiento en la economía lo que genera empleos y no la generación de empleos lo que hace crecer la economía?

Además, me parece que se está poniendo la soga al cuello cuando afirma que el estado requiere la creación de 40 mil nuevos empleos al año, porque esa será la cifra con la que se compararán los empleos reales que año con año se logren en la presente administración.

En lo que tiene muchísima razón Jorge Vidal es en señalar que los salarios en Sonora son malos. Es verdad, muy malos, malísimos; yo tengo más de 20 años de venirlo publicando. Eran malos desde mucho antes de que el gobernador fuera Samuel Ocaña, y siguieron siendo malos con Rodolfo Félix, Manlio Fabio Beltrones, Armando López Nogales, Eduardo Bours y Guillermo Padrés.

Y mucho me temo que seguirán siendo malos los próximos seis años. La solución a esta injusta situación está en la iniciativa privada, que en Sonora no es precisamente la más generosa del mundo.

Ante la posible debilidad de la economía sonorense en la actualidad, la cual como en todo el planeta está sujeta a muchas fuerzas externas, el secretario de Economía tiene enfrente un escenario mucho, pero mucho más halagüeño y promisor que el que recibieron todos sus antecesores.

El gran reto de todos y cada uno de ellos, y me lo dijeron personalmente desde Ernesto Cadena Beraud en el sexenio de Beltrones, hasta Moisés Gómez Reyna hace seis años, era pasar de una economía primaria sustentada en la agricultura, ganadería y pesca, a una economía orientada a la industria y tecnologías modernas. Por fin se logró.

Hoy Sonora muestra una fisonomía diferente para enfrentar el futuro. El desarrollo industrial que ya es una realidad y las enormes alternativas para sacar del rezago ancestral y la miseria al sur del estado que les ofrecerá el gasoducto, presentan a la actual administración estatal la opción de catapultar fuertemente a Sonora.

En lograrlo, la eficiencia y eficacia del secretario de economía será fundamental. Y le deseamos por este conducto el mayor de los éxitos, lo cual finalmente repercutirá en toda la población.

Nada más quisiera para finalizar señalarle (ya que al parecer no lo hicieron sus asistentes que le proporcionaron las estadísticas) que en el sexenio que acaba de terminar se crearon más de 125 mil empleos, cantidad superior a los creados en los 18 años anteriores.

Me parece, insisto, que a diferencia de la mayoría de las dependencias estatales en las que los nuevos titulares recibieron verdaderas papas hirviendo, el secretario de Economía recibió un auténtico obsequio, el cual, bien manejado lo puede llevar a los cuernos de la luna. Suerte.

Finalizo con algo más amable. Un chistorete.

La presuntuosa nueva rica, altanera y bastante robusta sale de un elegante hotel y dice con autoritario tonillo a un borrachito que está allí parado: “Llámeme un taxi”. “Está bien, señora —acepta el borrachín—. Si quiere que la llame un taxi la llamaré un taxi. Pero usted me parece más bien un trailer”.

Por hoy fue todo, gracias por su tolerancia y hasta la próxima.