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La sequía pone bajo amenaza a Hermosillo

El investigador Nicolás Pineda, sostiene que el consumo para la capital sonorense está asegurado solo este año; llama a los ciudadanos a tener mayor conciencia del problema
El investigador Nicolás Pineda, sostiene que el consumo para la capital sonorense está asegurado solo este año; llama a los ciudadanos a tener mayor conciencia del problema

El investigador Nicolás Pineda, sostiene que el consumo para la capital sonorense está asegurado solo este año; llama a los ciudadanos a tener mayor conciencia del problema y a las autoridades pide promover el reúso de agua

 

Por Gerardo Moreno Valenzuela

El doctor Nicolás Pineda Pablos, investigador del Colegio de Sonora en temas del Agua y Coordinador de la Mesa Temática de Agua de la Asociación Hermosillo ¿Cómo Vamos?, explicó que la situación de sequía en la entidad es una realidad, sin embargo, la alerta se encendió principalmente al ver que los niveles de las presas van descendiendo, aunque el agua para el consumo humano viene de fuentes subterráneas.

Explicó que la presa “El Novillo” está al 17%, la de “El Molinito” en 10% y la Abelardo L. Rodríguez está seca, entonces estas tres fuentes abastecen una tercera parte del agua de la Ciudad de Hermosillo.

El Novillo envía 35 millones de metros cúbicos al año y la presa El Molinito otros 10 millones, y eso es la tercera parte. El resto, que son alrededor de 80 millones de metros cúbicos al año, viene de las zonas de captación de aguas subterráneas, donde se tiene pozos profundos, de más de 100 metros, de donde se extrae.

Están ubicados en La Victoria, Mesa del Seri, las Malvinas, hay otra zona a un lado del parque Industrial, son como 87 pozos, más los ubicados al poniente en Los Bagotes, y esos pozos, dijo, son la salvación de Hermosillo para este año.

 

Una realidad: “no hay suficiente agua”

“Si se llegara a secar la presa, aunque parece ser que no, pero sí proyectamos cómo van descendiendo las presas, pues no llegamos a junio. No sé qué plan se vaya a aplicar, porque no hay suficiente agua para surtir con la presa, además, que El Novillo también surte al valle del Yaqui. Entonces si se llegara a agotar las aguas superficiales de presas, por lo menos la ciudad de Hermosillo cuenta con los pozos”.

Sin embargo, señaló que la parte de la ciudad que más sufriría es el sur de Hermosillo, porque ahí sí dependen mucho del acueducto que viene del Novillo.

A pesar de esto, aclaró que se está violando un principio básico de la extracción de agua subterránea, el equilibrio entre la carga y recarga, el principio dice que no se debe extraer más agua de la que recarga en los periodos y en Hermosillo llevan muchos años sobreexplotados, pues se extrae más de lo que se recarga.

“Eso a mediano y largo plazo es un problema, o puede convertirse en un problema serio para la ciudad Hermosillo, porque agotándose un acuífero, y esto pasa cuando los pozos se empiezan a secar, al principio los cambian de lugar, los rehabilitan o los hacen más profundos y sacan más agua, pero pudiera llegar el caso de que ya no haya más agua ahí”.

Por eso, dijo que él considera que la medida debe ser provisional, mientras se busca la menara a mediano y largo plazo de que se recarguen los acuíferos, porque no son infinitos y su recarga es muy lenta, tardan una generación en recargarse, entre 20 a 30 años. Entonces debemos cuidar más los acuíferos.

 

El desperdicio es la fuga monumental

Por otro lado, el doctor Pineda explicó que en Hermosillo se debe moderar y administrar más su demanda de agua, y aquí urge tener una gestión más desarrollada y eficiente, o nos convertiremos en una ciudad inviable y no sostenible, con los patrones de consumo que tenemos actualmente.

“Hermosillo está desechando actualmente más de casi 70 millones de metros cúbicos al año. Es casi la misma cantidad que abastece a la ciudad, es la misma que llega al suministro, que llegan a los usuarios. Entonces en el drenaje de alcantarillado, más o menos se canalizan más de 60 millones de metros cúbicos que van a dar a la planta de tratamiento, y lo que quiero llegar es que debemos de promover los reúsos de esa agua, más allá de la agricultura”.

Esa agua residual se podría utilizar en consumos más humanos que reduzcan el uso del agua potable de la ciudad. Como el uso del agua en las industrias, como lo hace la empresa Unión Fenosa, que está más allá del aeropuerto, y así se libera agua buena, potable, para el consumo humano.

También que las áreas verdes de la ciudad y todos los usos que sean posibles, sean con agua residual tratada, que es buena, pero no apta para consumo humano.

“Esto se esto se hace por medio de otra red adicional que se llaman le llaman línea morada de agua potable, tenemos otra red de drenaje y hace falta impulsar mucho el tratamiento de las aguas residuales y para todos los recursos que podamos avanzar y tratarlo a lo máximo el agua para que tenga la mejor calidad”.

Esta situación se debe trabajar en conjunto entre las autoridades, con expertos y la academia, y no ser un asunto que se acabe como tema político sino algo de carácter técnico, con planeación a mediano y largo plazo.

 

Sequía en todo Sonora y su efecto dominó

Nicolás Pineda explicó que la situación de sequía, mientras se va haciendo más severa, va afectando a más factores. Por ejemplo, el año pasado llovió la mitad de lo que cae normalmente, en el Río Sonora de más de 330 milímetros cayó alrededor de 170, pues eso afectó desde la ganadería hasta la agricultura.

“El primer afectado son los pastos y los suelos que les falta humedad y eso en primera instancia el ganado porque no hay pasto y se tienen que comprar pastura y se encarece la ganadería y se carece la carne y los productos de la ganadería, es el primer afectado; el segundo afectado cuando se reduce el almacenamiento de presas, se afectan los distritos de riego y eso afecta la agricultura”.

Precisó que la agricultura consume muchísima agua, el 85% del agua del estado se va en los distritos de riego que se tienen, principalmente lo que se riegan con aguas superficiales en el sur del estado, sobre todo el Yaqui y Mayo que dependen de las presas y ellos serían los más afectados.

Si no lloviera este año y no se recargan las presas se van a ver muy afectadas, porque el año pasado no llovió como se esperaba y este año todavía es incierto, pero estamos en situación de sequía.

 

Acuíferos en riesgo  

Y el último afectado son las ciudades, porque en ellas dependen de las aguas subterráneas, pero reiteró que de mantenerse la situación sin duda habrá afectaciones, porque depender del agua subterránea sin recargar los mantos es jugarse un volado y no se sabe cuánta queda, es caro y viene con metales pesados.

“Es muy caro porque se gasta mucha electricidad con el agua subterránea, en bombear de más de 100 metros de profundidad y mientras más profundo se extraiga el agua, contiene más más metales pesados, puede traer arsénico, flúor, manganeso, entre otros”.

También, dijo, hay que administrar mejor el consumo, no tener gasto excesivo de agua en ciudades como Hermosillo; aquí, dijo, urge cambiar un patrón de consumo donde es muy alto, hay muchas pérdidas de agua y se regala mucha agua, hay instituciones, escuelas, hospitales, áreas verdes que no pagan el agua y ahí se pierde mucha agua.

Aclaró que sin duda hacen falta estudios hidrológicos de los acuíferos que surten a la ciudad de Hermosillo, pero sobre todo programas para recarga de los acuíferos y una recomendación para los usuarios para que cuidemos nuestro consumo, sobre todo en estos tiempos que no hay lluvias, de marzo a junio.

“Seamos cuidadosos, no excedamos nuestros consumos de agua, tratemos de aprovechar el agua del lavamanos, del lavatrastes, lavadoras para las plantas y bueno arreglar nuestras fugas y muy importante pagar el servicio, porque hay un problema muy serio que no pagan su servicio y eso sirve para que haya fondos como para rehabilitar los pozos, darles mantenimiento a las redes, tapar las fugas”.