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La vida pasa…

Sabemos que existe un inicio y también un final, pero ni la ciencia más exacta es capaz de decirnos cuánto durará, en la vida los minutos, las horas y los días se convierten en una ilusión

Por Christian Romo

Permíteme mi estimado lector, hablarte desde lo más profundo del corazón, permíteme por un momento expresar mi sentimiento y mi visión, te invito a que repasemos juntos la siguiente reflexión, que tal vez y sólo tal vez pueda iluminar tu camino.

La vida es un momento fugaz, un regalo que a veces, y sólo a veces olvidamos apreciar, un regalo divino que ni todo el dinero del mundo ni las piedras más preciosas pueden comprar, una montaña rusa de emociones y desafíos, en donde el dolor y la alegría nos recuerdan de vez en cuando que estamos vivos.

Una rueda de la fortuna que gira y gira; a veces para adelante y en ocasiones para atrás, que nos obliga a retroceder y nos permite avanzar, nos impulsa a subir y a veces bajar, una experiencia única digna de ser apreciada y de ser vivida. 

La vida es una obra de arte, en donde tú, eres el autor, donde tú tienes el control, un lienzo en blanco, regalo de la creación, al que puedes teñir de sombras o llenar de color.

Es en ese preciso momento, cuando logras entenderlo, cuando eres capaz de ver más allá, cuando puedes apreciar, cuando entiendes tu realidad, cuando al fin te conviertes en protagonista y dejas de ser espectador, de ver cómo la vida pasa, es en ese preciso momento cuando te vuelves el creador, el amo y señor de tu destino, en donde entiendes que tú y solo tú, eres dueño de cada decisión, el responsable de cada elección, el autor de tus sueños, el arquitecto de tu futuro y el dueño de tu tiempo.

En la vida, el tiempo no es una garantía, sabemos que existe un inicio y también un final, pero ni la ciencia más exacta es capaz de decirnos cuánto durará, en la vida los minutos, las horas y los días se convierten en una ilusión, pierden relevancia en una vida maravillosamente vivida, cuya certeza es únicamente su final, ya que hay quien es capaz de vivir 7 años en un solo día, y quien vive atrapado en un solo día durante toda la vida. 

Hay una realidad que no se puede negar, la vida es misteriosa, curiosa, impredecible y extremadamente difícil, pero a su vez es bella, cálida e inigualable, llena de desafíos y retos que nos ponen a prueba, que nos hacen dudar y que ponen en jaque nuestra capacidad de pensar, que nos dejan en blanco en solo un momento y que de un solo golpe derrumba nuestro Ego y transforma nuestra realidad. Es verdad, no podemos predecir el futuro, pero tampoco podemos retroceder el tiempo, el secreto de la vida está en disfrutar el momento, de vivir el presente, de detenernos y aprender a apreciar lo bello, de entender que no importa el destino, sino disfrutar cada minuto vivido a lo largo del camino, porque la vida es un conjunto de experiencias, un conjunto de recuerdos, un río de anhelos y un mar de sueños, del que tú eres el dueño, en donde todo es posible y todo se puede lograr, tú eres el creador de tu realidad solo tú decides de qué manera ver las circunstancias, solo tú decides cómo reaccionar, si quieres esperar o si es tiempo de avanzar, si decides observar o aventurarte a subir cada uno de los peldaños de la escalera de la vida, porque hay otra realidad, la vida pasa, la vida sigue, la vida no espera, la vida se va, decidas o no apreciarla, te animes o no a vivirla la vida es fugaz y en un abrir y cerrar de se va.

Por eso mi querido lector, la pregunta del día de hoy: ¿Te vas a quedar sentado viendo como la vida pasa? o ¿te vas animaras a vivirla?