DestacadaGeneral

Revelan abandono de clínicas rurales en Sonora

Por Rigo Gutiérrez E. /

Grandes doctores fueron consagrados tras sus estancias como pasantes, hoy el clima de inseguridad rompe el círculo de aprendizaje y los estudiantes se oponen a pasar un año en pueblos sin ley; mientras la Secretaría de Salud, se “lava las manos”

Alejandra Félix, es estudiante de Medicina por la Universidad de Sonora, desde febrero está como médico pasante en San Antonio de la Huerta, municipio de Soyopa. A las ocho de la mañana inicia su jornada en el centro de salud rural y aunque las puertas se cierran a eso de las tres de la tarde, debe estar disponible las 24 horas del día para cualquier emergencia. Así lo señala el reglamento de Servicio Social que firmó para poder acreditar y solventar la última fase de su carrera profesional.

Es el último paso, pero a la vez el más complicado, confiesa en entrevista para Primera Plana, y no sólo por el hecho de brindar atención médica —es lo que más le apasiona—, sino porque debe trabajar en medio de un ambiente de zozobra por la inseguridad que se respira en estas zonas de la sierra sonorense.

“Dentro del reglamento está estipulado que el pasante debe contar con seguridad en su Centro de Salud, con las condiciones de infraestructura necesaria para una calidad de vida digna, dentro del año que prestes tus servicios sociales y no se cumple”, platica Félix García.

Ni medicinas ni seguridad

La doctora pasante, al igual que otros 15 de sus compañeros y algunos padres de familia, se reunieron el martes por la mañana para platicar con la coordinadora de Servicio Social Médico de la Unison. Ya no quieren regresar a sus comunidades, en tanto no se les brinden garantías de seguridad.

Judith García y Alejandra Félix, previamente habían denunciado a la Unison las deplorables condiciones de los centros, así como la falta de seguridad. Nadie las escuchó.
Judith García y Alejandra Félix, previamente habían denunciado a la Unison las deplorables condiciones de los centros, así como la falta de seguridad. Nadie las escuchó.

En medio de esta espera, Alejandra narra que a duras penas brindan un servicio digno a los pobladores de esta zona asentada en las márgenes del río Yaqui. A pesar del intenso calor, el centro no cuenta con aire acondicionado, el techo es de lámina, en el botiquín hay un déficit de medicamentos, materiales de curación, de suturas y lo que hay fue donado por personas externas, toda vez que la Secretaría de Salud no abastece.

En estos pueblos que salpican toda la sierra sonorense, no hay más doctor que los “pasantes” y como tal, sus conocimientos salvan vidas. Tan sólo la Unison cada año envía cerca de 50 estudiantes. Por su parte instituciones como UABC, Xochicalco, UVM, tienen otros 20 espacios, todos asignados en convenio con la Secretaría de Salud e IMSS.

“Son comunidades muy alejadas, aquí en la Universidad las califican de muy difícil acceso rural, son comunidades de menos de 500 habitantes. No hay medios de transporte suficiente para llegar”, detalla.

“Nunca me hicieron caso”

Pero la mayor inquietud de esta estudiante así como sus compañeros ahí plantados, es que no hay medios de seguridad.

“Solicité a las autoridades que por favor mandaran alguien que apoyara a la comisaria —la única policía en el pueblo— y no. Nunca me hicieron caso, no mandaron a nadie. Me sentía insegura de que no hubiera ni un policía de planta que estuviera vigilando constantemente”.

El Comité de Salud tiene este informe que elaboró Félix García, otra copia está en la Coordinación de Servicio Social de la Universidad. Ninguno de los dos resolvió, así como tampoco ocurre en otros pueblos considerados como “focos rojos”.

Los pasantes y padres de familia finalmente fueron atendidos a las puertas de la oficina de la Dra. María Elena Reguera. “Ya estuve hablando con las autoridades de Salud y se tienen que regresar”, les comenta de entrada y añade “aquellos lugares donde haya problemas no van a volver pero deberán hacer un escrito”. Como si se tratara de un pase de lista de los pueblos, los padres comienzan a mencionar uno a uno, Trincheras, Magdalena, Nacozari, Soyopa, etc.

Entraron de noche y se la llevaron

Así como narra uno de los pasantes —solicitó omitir su nombre— ocurrió a una compañera que estaba en Tepache. Ahí mataron a un sicario en la plaza, fueron por la pasante, el único médico del pueblo. Cuando llegó, el pistolero yacía sin vida y no podía hacer nada por la víctima. Al día siguiente, cerca de las once de la noche, un grupo de policías entró a la fuerza para llevarla a declarar a otro pueblo. “Imagínate, entraron a la fuerza a su centro de salud, es mujer, sola y van hombres armados… qué piensas, ya ni se sabe, por eso a nosotros nos dicen en cuestiones así mejor ‘no estuviste ahí’”.

La Dra. María Elena Reguera, titular de Servicio Social de la Unison platicó con papás y alumnos, acordando informaran de las condiciones en cada centro.
La Dra. María Elena Reguera, titular de Servicio Social de la Unison platicó con papás y alumnos, acordando informaran de las condiciones en cada centro.

Judith García, también pasante de Medicina, recuerda un tanto molesta cómo semanas atrás durante la noche le habían quebrado los cristales en su consultorio. Ella se mantiene firme en no volver. “Hay comunidades donde hay narcos, que han llegado a amenazar de que abran. Nosotros tenemos miedo de regresarnos, por más seguras que diga la Secretaría, están en condiciones deplorables. En mi consultorio no tengo aire, si viene una persona deshidratada, ahí se deshidrata más”.

Salud se “lava las manos” ante pasantes

Fue hasta el miércoles por la tarde que la Secretaría de Salud, ante las presiones de los mismos estudiantes de medicina, reaccionó y emitió una postura, después de una serie de reuniones que realizó con algunas de las Universidades que participan de los programas de Servicio Social.

En un comunicado de prensa, la dependencia estatal confirmó: “Una parte importante de los médicos pasantes ya se encuentra en las comunidades que les corresponde, otra parte está en proceso de traslado y sólo se analizan 29 casos de estudiantes que tuvieron inquietudes con respecto a su estancia en comunidades de Sonora”.

El reporte continúa detallando que los casos que analizarán, 12 son de estudiantes de la Universidad de Valle de México (UVM) y otros 17 de la Unison.

Añade que las localidades que no cuenten con doctor, serán atendidas por programa “Caravanas” y “Oportunidades”.

Sin embargo, los responsables de Salud en la entidad no dejan clara una postura sobre las garantías de seguridad para los pasantes, solo establecen que hay un compromiso de trabajar en equipo para “brindar un mejor servicio en las comunidades y una estancia fructífera para los alumnos”, alumnos que, durante los últimos años, sus estancias son consideras más un periodo de pesadilla que de aprendizaje en campo.

El secretario de Salud, Bernardo Campillo y representantes de universidades, por el momento analizan 29 casos de pasantes que no volverán a pueblos.
El secretario de Salud, Bernardo Campillo y representantes de universidades, por el momento analizan 29 casos de pasantes que no volverán a pueblos.