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»Sound of Freedom”, la película

Te llevará a través de un viaje emocional, mostrándote la crudeza del tráfico de niños, un problema que afecta a nuestra sociedad a una escala que muchos no pueden imaginar

Por Dr. Jorge Ballesteros

Ayer 31 de agosto se estrenó “Sound of Freedom” en los siguientes países: México, Guatemala, Hondura, El Salvador, Nicaragua, Belice, Panamá, Colombia, Venezuela, Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana, en España se estrenará el día 11 de octubre.

Los invito a todos a ir al cine a ver la película, para que la mantengan en salas durante muchas semanas.

El movimiento que se está creando alrededor de esta película va a trascender fronteras y no va a proteger a los menores únicamente de la gran lacra que representa la trata, sino que, con el foco puesto en la protección de la infancia, acabará cubriendo todas las amenazas que los niños reciben estos días, y que, aunque uno no lo crea tienen relación con la trata.

Pero para esto tenemos que apoyar en masa el movimiento y la película y aprovechar la gran oportunidad que se ha abierto gracias a esta gran obra Sound of Freedom.  

La película sigue a un ex agente del gobierno de Estados Unidos que se convierte en justiciero, embarcándose en una peligrosa misión para rescatar a cientos de niños de los traficantes.

Esta película te llevará a través de un viaje emocional, mostrándote la crudeza del tráfico de niños, un problema que afecta a nuestra sociedad a una escala que muchos no pueden imaginar.

Pero no toda es oscuridad en esta historia, también demuestra que incluso en las circunstancias más oscuras hay personas que están dispuestas a arriesgarlo todo para hacer el bien.

Con una actuación estelar de Jim Caviezel, Sound of Freedom es una película que no puedes perderte, te dejará con el corazón desgarrado, pero también con la esperanza de que siempre hay luz en la oscuridad

Esta película no solo te conmoverá sino también te abrirá los ojos a una realidad desgarradora, basada en una historia real que retrata el rescate de 127 niños, víctimas de abuso sexual en América del Sur.

Eduardo Verástegui declaró en una entrevista que en total hay más de 40 millones de esclavos en el mundo, hay más esclavos ahora que cuando la esclavitud era legal; muchos de ellos son niños, niños que son traficados, que son violados de 10 a 15 veces al día y por muchos años y cuando el cliente ya no los quiere, porque en su vocabulario, ya no es carne fresca, pasan al segundo negocio, el mercado negro de tráfico de órganos; los abren y los venden en partes…

Verástegui dice, yo soy cineasta y tengo un arma muy poderosa de instrucción masiva y de inspiración que es el cine y estamos generando un movimiento que ya empezó, esto ya no nos para nadie.

La película se estrenó en Estados Unidos el 4 de julio en más de 3,000 salas de cine, producida por Eduardo Verástegui y protagonizada por Jim Caviezel, triunfó en la taquilla estadunidense en su estreno, superando a la última entrega de Indiana Jones.

Una maldad verdaderamente satánica la de estas personas que convierten la vida de estos niños inocentes en un infierno en la tierra, una realidad aterradora que nos devela esta película, el sufrimiento atroz de los niños, su destrucción física y mental, el ensañarse cruelmente con ellos, el utilizarlos como pedazos de carne sin valor, el quebrarlos, despedazarlos, y venderlos como si fueran reses y todo por dinero, es un negocio criminal y malvado.

Es casi lo mismo que quiere la ideología de género, a través de la pedofilia, utilizar a nuestros niños como pedazos de carne para satisfacción de viejos degenerados, pervertirlos con la Educación Sexual Integral o ESI, confundirlos diciéndole que pueden ser niñas a los hombrecitos y niños a las niñas, mutilarle sus órganos sexuales y darles hormonas de por vida para que simulen lo que no puede ser, los libros de texto de López Obrador por ahí van y toda la izquierda sigue la agenda criminal de los financieros sionistas.

Estamos viendo que esta es una batalla de la gente de bien contra las élites corruptas, una batalla del bien contra el mal, en la que vamos a necesitar que nosotros, la gente de a pie, estemos conscientes y despiertos, porque no podemos quedarnos al margen de esta batalla, están en juego nuestros niños y como dice Ballard “Los hijos de Dios no están a la venta”.