Cuando crees que los diputados de la LXIII Legislatura no te pueden sorprender más, se superan, y manchan un proceso tan importante como nombrar al presidente del Instituto Sonorense de Transparencia y Acceso a la Información (ISTAI), sesionado de noche y por un grupo de Whatsapp.
LOS DIRIGENTES y voceros de partidos políticos opositores a MORENA están en sueños, a pesar de que abundan argumentos para dejar asentado en la historia sus posiciones.
Hace más de 50 años un grupo de investigadores de la UNAM y el Instituto Nacional de Ciencias del Comportamiento y de la Actitud Pública realizaron un estudio transcultural con entrevistas y pruebas psicológicas a sujetos mexicanos y de otros países para determinar la personalidad del mexicano.
¿Por qué sigue siendo el presidente de la República el único que toma la decisión final a pesar de tantas reformas políticas y que cambien los partidos en el gobierno?
Agentes de la Seguridad del Estado están en máxima alerta ante el agravamiento de la crisis social económica, provocada por la escasez de combustible y por la falta de alimentos
¿CÓMO puede mitigarse el profundo dolor de una madre que busca a su hijo desaparecido y no lo encuentra, a pesar de sus esfuerzos con pico y pala y ante una autoridad que se conforma con verlas actuar y sumar cifras?
MORENA sabe perfectamente que el “Plan B” electoral de López Obrador, contiene inconsistencias constitucionales, pero es tal su actitud sumisa al Presidente, que sólo vive esa realidad alterna, donde pueden hacer y deshacer pasando por encima de nuestra Carta Magna.
Debido a la ola de terrorismo que tanta sangre derramó, las familias colombianas sufrían de una tensión que los obligaba a refugiarse en sus hogares, como bien me lo contó mi amigo de Medellín el Contador Público Orlando Ruiz Cardona
No sé de otro abogado de Sonora que haya cursado la licenciatura en la UNAM y haya tenido como sinodal de su examen profesional a un futuro presidente de la República.
Pues López Obrador dejó a la oposición con el menudo preparado y el café para velarlo, ya que al parecer su enfermedad llámese COVID, embolia cerebral, o infarto cardiaco, sólo era una cortina de humo del tartufo de Palacio, para distraer a la gente y a los medios y que se ocuparan de especular sobre su salud y si el vampiro viejo de Adán Augusto López, secretario de gobernación lo iba a sustituir.