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La situación es catastrófica: COSAES

 Por Imanol Caneyada/ Están desesperados, al grado de que se plantean algún tipo de movilización social para que las autoridades, tanto federales como estatales, tomen cartas en el asunto para que los apoyos a los productores camaroneros comiencen a fluir y salvar al menos un poco lo que califican sin duda como una catástrofe.

La bacteria que ha causado una altísima mortalidad en el crustáceo de la región tiene en jaque a las granjas acuícolas y existe la alta posibilidad de que no haya siembra para el año entrante.

Así las cosas, entrevistamos a Reyes Eugenio Molina Moreno, presidente del Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora A.C (COSAES), y productor acuícola; su visión es pesimista, el problema no es para menos.

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Reyes Eugenio Molina Moreno, presidente del Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora.

A la fecha, nos dice el entrevistado, la pelota está en la cancha del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA).

“Ellos tienen que emitir, además del reconocimiento de la enfermedad bacterial, la identificación de la misma; aún no se ha hecho, es una falta muy

grave, se está perdiendo mucho tiempo en ponerle nombre a la enfermedad, de lo que se derivarían los apoyos a los productores acuícolas”.

Pero en este momento, insiste Molina Moreno, independientemente del nombre que se le ponga a la enfermedad, la mortalidad está presente, no ha podido contenerse ni va a poder hacerse. No hay solución ni para el año que entra.

La misteriosa enfermedad que ataca al camarón recién nacido apareció hace tres años en Asia y hasta ahora no han encontrado ninguna solución, confirma el productor.

“Sin embargo, el SENASICA se resiste a calificar la enfermedad porque tienen que cumplir con un protocolo que nosotros vemos que es muy lento”.

La mayor autoridad en identificación de patógenos y enfermedades del crustáceo en el mundo es el doctor Donald Lightner, quien trabaja en la Universidad de Arizona.

“Él se encuentra en Tailandia desde hace años investigando el problema de la alta mortalidad; ha identificado los daños, pero no hay ni vacuna ni solución, estamos hablando de una pandemia que entró a México, tal vez, por la introducción de camarón furtivo procedente de Asia”.

Esta deducción del presidente del Comité de Sanidad parte del hecho de que ni Ecuador ni Brasil, países productores de camarón, se han visto afectados.

“Suponemos que entraron camarones reproductores contaminados a México procedentes de Asia, es una hipótesis, pero para nosotros es la más creíble”.

Cuando en marzo SENASICA dio la alerta, ya era tarde.

“Desde febrero de este año tuvimos reuniones en los que estuvimos analizando el problema en Asia, sin embargo, nosotros no cerramos como es debido nuestras fronteras como sí lo hicieron Brasil o Ecuador; ahora ellos son los beneficiados de esta situación.

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Fuente: COSAES, A.C.

Cuando se le pregunta si se puede hablar de negligencia de SENASICA, el entrevistado contesta:

“Si te lo aceptara estaría metiéndome en problemas con mi jefe, pues el Comité depende de SENASICA; pero sí creemos que no se ha establecido una normatividad fuerte que impida la entrada de animales contaminados”.

Y agrega que en su momento, cuando la enfermedad asolaba las costas asiáticas, no se le dio la importancia debida, “en México no hicimos la tarea, o la hicimos de forma tardía”. Apenas en marzo de este año se hizo la declaratoria a petición de los diferentes comités sanitarios de las entidades afectadas; pero en marzo ya se había detectado el problema en Nayarit, en abril en Sinaloa y en mayo en Sonora.

Durante los últimos años, la Mancha Blanca fue la gran amenaza para los productores camaroneros, pero a diferencia de esta enfermedad, en la que hay un protocolo que les permite a los productores convivir con el virus y evitar que la enfermedad golpee masivamente al camarón, en el caso de la nueva bacteria no han encontrado la forma de reducir los riesgos, por eso, califica Eugenio Molina, la situación es catastrófica.

“Honestamente no veo que ni el gobierno federal ni el estatal sean conscientes de la magnitud del problema; soy consciente de que el gobernador tiene muchos problemas, pero este es serio y es él el que debe tocar la puerta y presionar al gobierno federal para que fluyan los apoyos”.

Y compara la seriedad con que están tomándose las cosas en el estado vecino de Sinaloa. “En la reunión que tuvimos hace tres semanas, estuvo el Gobernador de esa entidad, los senadores, siete diputados, mucha jerarquía política que está apoyando a los productores.

A estas alturas, ya todo mundo conoce la problemática y nos atienden, nos escuchan, pero nadie parece asumir esto como la crisis económica que es ni nadie toma medidas políticas”.

La situación es tan desesperada que muchos de los productores camaroneros, si no hay respuesta pronta del gobierno federal, no piensan sembrar camarón para el año que entra.

Lo anterior, insiste el empresario camaronero, sería una catástrofe económica; en el sector primario, aquí en Sonora, después de la agricultura, la acuacultura genera más empleos y recursos que la ganadería, la cual recibe muchos más apoyos.

Y el camarón representa el 90% de la actividad acuícola.

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En el sector primario en Sonora, después de la agricultura, la acuacultura genera más empleos y recursos que la ganadería.

“Con la enfermedad de la Mancha Blanca ya tuvimos muchas mermas durante los últimos tres años; con esta enfermedad, como inversionista, no puedo pensar en volver a sembrar”, dice con firmeza.

“Hemos salido tablas en los últimos años, ahora va a haber pérdidas; hay que pagar los créditos y los seguros que contratamos son muy caros, nada más contratamos para cubrir un 30% o 35% de los sembrado y únicamente contra la Mancha Blanca”.

Siete mil empleos directos dependen de esta actividad en Sonora y 35 mil indirectos, entre los que se incluyen los de las plantas de alimentos, que son sonorenses, y que el año que viene podrían quedarse sin ingresos; además de la cantidad de empleo que se genera en las plantas de proceso del camarón en la temporada alta.

En la actualidad, el camarón que se consume en México es importado principalmente de Brasil y Ecuador, con lo que el precio se incrementa considerablemente.

“De las ochenta mil toneladas que se llegaron a producir en Sonora en años anteriores, si este año llegamos a once mil, será mucho”, sentencia trágico el entrevistado, quien no quita el dedo del renglón: hay una falta de atención y sensibilidad para la actividad.

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