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Denuncian colusión de agente de tránsito y empresa SEPSA

Por Redacción/

Un accidente, un informe de tránsito falseado y una empresa de transporte de valores que se niega por lo redondo hacerse responsable, mantienen al joven Juan Daniel y a su familia viviendo en medio de la impotencia

Alma Leticia Méndez Peña tenía tres meses de embarazo cuando su hijo de 14 años, Juan Daniel, sufrió un aparatoso accidente que a punto estuvo de costarle la vida. A causa del estrés que el propio accidente le provocó y de la serie de injusticias que se sucedieron, perdió el bebé que llevaba en su vientre y Juan Daniel dejó de ser el muchacho sano y alegre que era.

Según el testimonio de Méndez Peña, un policía de tránsito y un chofer de la empresa SEPSA fueron los culpables; hace cuatro meses puso la denuncia ante la 2da Agencia del Ministerio Público Investigador Especializado en Delitos de Accidente de Tránsito Vehicular.

Alama Leticia tiene la esperanza de que pronto, el expediente 0808/12 sea consignado ante el juez y la empresa transportadora de valores asuma su responsabilidad.

La mujer solo desea, después de reconocer el profesionalismo con que hasta el momento se ha comportado el Ministerio Público, que se haga justicia.

Un croquis mal hecho

Todo empezó el 14 de julio de 2012. Eran las doce del mediodía y el calor no impidió que Juan Daniel tomara su bicicleta y enfilara por el carril exclusivo de peatones, triciclos, motos y bicicletas de la calle Sierra de las Huertas, rumbo al bulevar Lázaro Cárdenas, al Norponiente de Hermosillo.

De pronto, un camión trasportador de valores de la empresa SEPSA lo invistió por detrás. El muchacho salió volando y quedó semiinconsciente. Semiinconsciente llegó al DIF Municipal adonde ingresó con múltiples heridas en la cabeza.

Varios fueron los testigos que presenciaron cómo el camión de SEPSA derrapó al menos 28 metros, al parecer por venir a exceso de velocidad y presentar fallas en los frenos, invadió el carril exclusivo de vehículos ligeros y chocó al ciclista menor de edad.

Pero cuando cinco días después Alma Leticia se presentó ante la Agencia 2da. del Ministerio Público para conocer las circunstancias del accidente, se encontró con que su hijo, según el croquis que había presentado el agente de tránsito, era culpable del accidente por circular en sentido contrario y atravesarse en la ruta del camión de SEPSA.

Incluso, le informó el ministerio público, basados en el informe y croquis Nro. 7175/12, podría terminar en el ITAMA.

La madre de Juan Daniel había tenido la precaución, antes de presentarse en la agencia, de indagar en el lugar del accidente lo sucedido; al menos cuatro testigos coincidieron en que el vehículo venía a exceso de velocidad, que había derrapado más de veinte metros, que había invadido el carril exclusivo para bicicletas y que había alcanzado al ciclista por la espalda.

Sin embargo, el informe del agente de tránsito Jesús Carlos Ramo Palominos y la declaración del chofer del camión, Fausto Valdez Martínez, indicaban todo lo contrario.

Desesperada, impotente por la injusticia del que su hijo estaba siendo víctima, acudió con Salvador Vargas Rodríguez, un asesor jurídico que presta sus servicios a gente de escasos recursos.

Fue Vargas Rodríguez quien en el lugar de los hechos reconstruyó el accidente y posteriormente lo corroboró con los testigos presenciales.

Con las pruebas y testimonios recabados, acudieron al Ministerio Público para demostrar que el croquis y el informe estaban falseados, probablemente a causa de un posible arreglo al que llegaron el chofer y el agente de tránsito.

En un principio, el titular de la agencia 2da. no hizo caso de los reclamos de los denunciantes y se sostuvo en que Juan Daniel era el culpable, basado siempre en el informe y el croquis de Tránsito Municipal.

Por ello, Alama Leticia terminó por presentar una denuncia por daños, lesiones por culpa y lo que resulte en contra de Fausto Valdez Martínez, SEPSA y quien resulte responsable, integrándose la averiguación previa 0808/12.

El policía se retracta

Después de mucho presionar y amenazar con denunciar el caso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la Agencia 2da. Investigadora, por vía del secretario del MP Rafael Armenta, comenzó con las diligencias en torno a la denuncia.

El 22 de junio de 2012 la agencia investigadora llevó a cabo una inspección y fe de los daños en los vehículos. Resultó que el vehículo de SEPSA presentaba un pequeño desprendimiento de la pintura en el centro de la defensa delantera y la bicicleta de Juan Daniel, “hundimiento total hacia dentro de la llanta trasera deformada junto con el rin”.

El 29 de julio Guadalupe Esparza García y el 12 de septiembre Wilber Moreno Gutiérrez, testigos presenciales, rinden declaración ante la representación social; sus testimonios coinciden en que la culpa fue del chofer del camión de SEPSA.

El 14 de septiembre, otro testigo ocular, Jesús Aquilino Olguín Ruiz, declara en el mismo sentido que los testigos anteriores.

Antes, el 31 de agosto, el agente de tránsito Jesús Carlos Ramos Palomino, había ratificado su informe y, curiosamente, presentado a Jesús Aquilino Olguín como el testigo al que había entrevistado el día del accidente, y quien le contó la versión que exculpaba al chofer del camión.

Tres días después, Ramos Palomino cambió su versión y reconoció que el chofer Fausto Valdez sí venía a exceso de velocidad y sí había invadido el carril de bicicletas. También declaró haber actuado de mala fe a la hora de elaborar el informe pues omitió el derrape que dejó el vehículo y los testimonios de los testigos del accidente.

Finalmente, el 2 de octubre, el agente de tránsito, en su tercera comparecencia ante el Ministerio Público, amplía y su declaración y reconoce y firma que el culpable del accidente es Fausto Valdez Martínez.

Este aún sostiene su inocencia, apoyado por la empresa SEPSA, la cual no ha respondido por los daños morales y físicos causados al menor.

A la fecha, la familia del menor está a la espera de que el Ministerio Público efectúe una pericial de causa y consigne la averiguación ante el juez para que se termine de hacer justicia.

Secuelas

El dictamen médico pericial de la PGJE indica que Juan Daniel presentó esguince cervical, fractura en ambos lados en la cadera, a nivel del hueso isquion; está a la espera de la valoración de un médico ortopedista para una posible intervención quirúrgica.

Por su parte, el subdirector de la Secundaria Técnica 66, José Alfredo Núñez Palma, certificó que Juan Daniel, antes del accidente, era un joven sano, sociable, deportista y estudioso; después, ha dejado de poner interés en los estudios, falta mucho, se duerme en clases, ha bajado su rendimiento escolar y presenta constantemente dolores de cabeza, cadera y rodillas.

De hecho, Juan Daniel no recuerda nada del accidente.

Alma Leticia, además de perder al feto de tres meses en el tránsito de estos hechos, ha tenido que endeudarse para hacer frente a los gastos médicos y de atención psicológica para su hijo; está en la ruina.

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