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Gisela Peraza, la historia… un abuso de poder

Por Imanol Caneyada/

El grupo antimotines R18 entró en la celda de la ex trabajadora doméstica del gobernador Padrés, la destrozó y le sembraron los cinco globos de crystal bajo el refrigerador con la complicidad de la celadora; antes, le habían ofrecido una casa en Mexicali y 200 mil pesos a cambio de no hablar

A las seis con quince minutos de la mañana del martes 2 de junio, el grupo antimotines R18 (la policía especial del Sistema Penitenciario de Sonora), llegó a la celda número 3 del área femenil del Cereso I de Hermosillo; Angélica, la celadora, los estaba esperando para señalarles quién era Gisela Peraza: —Es la gordita, —les confirmó; ese mismo día saldría libre después de cumplir una condena de cuatro años, acusada del millonario robo en la Casa de Gobierno, hogar de Guillermo Padrés Elías.

Destrozaron la celda. La pusieron patas arriba. Arrojaron la ropa limpia de las internas al suelo y la pisotearon hasta dejar las huellas de las botas marcadas. El café, el azúcar, el jabón de lavar quedó regado por el suelo formando una mezcla inservible; algunas reas, después del terremoto, trataron de recuperar algo de café y azúcar del piso. Lo recogían con una cuchara. Entraron gritando, insultando, sometiendo a las presas con lujo de violencia, humillándolas, vejándolas, amenazándolas si protestaban, si hablaban, si respiraban.

Entonces, de la nada, Angélica, la celadora, encontró debajo del refrigerador cinco globos con ‘crystal’.

La maquinaria judicial, una vez más, entraba en acción como acostumbra, de forma brutal y arbitraria; esta vez se trataba de sembrar droga a Gisela para acusarla de posesión con fines de venta, un delito federal con una posible pena de cinco años sin beneficio.

¿Por qué?

Porque la exniñera del gobernador no había aceptado salir en libertad en la madrugada, a escondidas, y refugiarse en una casa en Mexicali, con un premio de 200 mil pesos y un posible trabajo.

No lo había aceptado porque tenía miedo de que la desaparecieran.

Acusan a Ricardo Ornelas, director de los centros penitenciarios en Sonora por presionar a la ex trabajadora doméstica.
Acusan a Ricardo Ornelas, director de los centros penitenciarios en Sonora por presionar a la ex trabajadora doméstica.

El ofrecimiento venía de Ricardo Ornelas, Director General del Sistema Penitenciario de Sonora, vía un tal licenciado Andrade.

Un día antes, el supuesto cómplice del robo millonario en la Casa de Gobierno acaecido en mayo de 2011, Roberto Munro, en ese entonces miembro de la escolta del gobernador de Sonora, había salido libre sin mayor escándalo.

A las siete de la mañana, una vez terminado el cateo, Gisela Peraza fue conducida a la celda de castigo.

Dos horas después, se presentó en esa misma celda el ministerio público para notificarle del delito del que se le acusaba: posesión con fines de venta.

Encerrada en la celda de castigo permaneció hasta las cuatro de la tarde, hora en que la sacaron para cumplir con el trámite de notificarle su libertad por el delito de robo. Gisela le dijo a la notificadora que había sido acusada de un nuevo delito, por lo que no podría salir libre.

La notificadora, que desconocía la situación, se fue enojada. Gisela Peraza regresó a la celda de castigo de la que la sacaron a las dos de la mañana del miércoles 3 de junio, gracias al amparo que tramitó su abogado.

En mayo de 2011, Gisela Peraza llevaba nueve años trabajando como niñera de la familia del gobernador Padrés. En ese tiempo hubo un robo en la habitación del mandatario, de la que sustrajeron más de tres millones de pesos en efectivo y joyas por valor de 400 mil pesos, aunque la cifra nunca se aclaró oficialmente.

Del robo fueron acusados Roberto Munro, miembro de la escolta de la Casa de Gobierno, y la niñera, Gisela Peraza, quien, a pesar de las torturas a las que fue sometida, nunca aceptó su culpabilidad.

De todos modos la sentenciaron a cumplir una condena que en mayo de este año llegaba a su fin.

Gisela Peraza Villa en 2011 fue acusada de un robo millonario en Casa de Gobierno, esta semana debía quedar en libertad.
Gisela Peraza Villa en 2011 fue acusada de un robo millonario en Casa de Gobierno, esta semana debía quedar en libertad.

Unos días antes de la liberación de Gisela Peraza, las internas del área femenil del Cereso I de Hermosillo se encontraban muy nerviosas, incluida Gisela. Sabían que se acercaba la hora de la liberación de ésta y temían lo peor.

Varias veces Gisela fue requerida en las oficinas administrativas del Cereso, en las que se entrevistó con un licenciado Andrade, con Ricardo Ornelas y el comandante del centro penitenciario; en esas reuniones le ofrecieron a la exniñera del gobernador una nueva vida en Mexicali acompañada de quien quisiera, siempre que aceptara ser liberada discretamente y guardar silencio.

Gisela Peraza no aceptó, al principio, porque pidió a cambio que limpiaran su expediente judicial, a lo que se negaron; posteriormente, no quiso por temor a que le sucediera algo estando ya en Baja California.

Ahora, a sólo horas de que la liberaran por purgar su condena, permanece retenida acusada de un nuevo delito.

*La información que consta en este artículo fue obtenida gracias a las filtraciones que se dieron desde el mismo interior del Cereso I de Hermosillo.

Exigen libertad para Gisela

Por Redacción/

Días antes de quedar en libertad, funcionarios del gobierno de Sonora ofrecieron a Gisela Peraza llevársela a Mexicali con todas las comodidades, pero al no acceder le “plantaron” droga, así lo reveló Delma Peraza.

En entrevista exclusiva para Noticias de Primera Mano con Ruiz Quirrín (88.9 FM Grupo Larsa), la hermana de la inculpada sostuvo que fueron funcionarios del gobierno de Sonora quienes hicieron ofrecimientos a Gisela.

Familiares de Gisela tomaron las calles de Hermosillo y protestaron frente a Palacio.
Familiares de Gisela tomaron las calles de Hermosillo y protestaron frente a Palacio.

“Recibí una llamada donde me comunicaron que a mi hermana y su acompañante la habían metido a la celda de castigo porque le habían encontrado cinco globitos de crystal. Mi hermana y la otra muchacha no son drogadictas. En los cuatro años que ha estado en prisión ha sido una muchacha tranquila, el único delito de ella es haber trabajado para esta familia, con Guillermo Padrés”, señaló.

Delma Peraza adelantó que continuarán con su exigencia para que dejen libre a Gisela. “Vamos a ir al Cereso para exigir que la saquen de ahí. No es justo que haya abuso de poder”.

Juan Antonio Ortega, abogado de la familia, sostuvo que a Gisela nunca se le admitió ninguna prueba, no tienen elemento incriminatorio. “Vamos a seguir luchando contra la intolerancia, el abuso del gobierno que tenemos”, insistió el abogado y recordó que Gisela fue vilmente golpeada, estando a punto de matarla.

Durante el miércoles por la mañana, la familia Peraza salió a las calles de Hermosillo y se manifestaron frente a Palacio de Gobierno exigiendo la liberación de Gisela. Hasta el cierre de edición, por ningún medio oficial las autoridades habían manifestado una postura al respecto ni tampoco los representantes de la Comisión de Derechos Humanos.