Héctor Rodriguez Espinoza

Héctor, el mito griego entre la épica y la ética (I/II)

Por Héctor Rodríguez Espinoza

En la guerra y en la política no hay buenos ni malos, ni bandos buenos ni bandos malos. Hay humanos que caen en la tentación de la sangre, la traición, la cólera desmedida y los excesos.

I.- ORIGEN. No sé si les pase a mis homónimos ¿por qué fuimos bautizado como Héctor? Nunca les pregunté a mis padres y, por sus estudios, no creo que hayan conocido el origen, como propio masculino de origen griego antiguo en su variante en español, de ῝Εκτωρ (Héktôr), «nomen agentis» del verbo ἔχειν (échein), «tener, poseer»; su significado originario era «poseedor» o «El hombre posesivo», persona materialista, pero que sabe encontrar el equilibrio entre su ambición y el amor.

Héctor en la mitología griega.

II.- ¿Y qué de la personalidad? Nacho Andújar, graduado en Filología Hispánica por la Universidad de Almería y fanático del análisis del significado de los nombres, para los de personas o los de animales y mascotas, Profesor en Colegio público de Sevilla donde, desde el año 1999, compagina su pasión por la docencia y el estudio del lenguaje y la historia de las palabras.

Los análisis en su web han sido elaborados en base a sus conocimientos con el estudio de bibliografía de referencia de autores como Bertrand Russell, Antenor Nascenteso o Elio Antonio de Nebrija. (https://www.significados-nombres.com/significado-de-hector/)

Andujar escribe: “Hablamos de un hombre que madura mucho antes que otros. Por ejemplo, al conquistar a otras personas, no solo se fija en el físico, también una mentalidad especial, que realmente le atraiga. Necesita a una chica madura, que realmente piense en sus actos y que le importe el mundo. Como no es habitual en jóvenes, lo es más que busque una pareja más madura. Tiene seguridad en sí mismo y hace lo imposible por estar con su media naranja. En lo laboral es muy lista, … Se desenvuelve bien en ciertas disciplinas como LA FILOSOFÍA y en el pensamiento activo, aunque le cuesta bastante asimilar el tradicional; también pensar en el avance de la sociedad en relación con la ciencia. Le gusta mucho el medio ambiente y suele pertenecer a organizaciones que ayuden a protegerlo y emociones extremas: sabe cuando tiene que manifestarse por sus derechos, que ha llegado el momento de hacer nuevas actividades para estimular la mente y trabajar. A veces se obsesiona con su trabajo, y le puede dar problemas sentimentales. …

Analizando las primeras referencias en la Historia, una de las primeras apariciones nos remite a Troya, a un hombre que se llamaba Héctor. Y sería Aquiles quien lo mataría. Su santo es el 20 de julio, San Héctor, aunque también es el 9 de octubre. No existe un diminutivo ni tiene forma masculina. Tanto en inglés, como en castellano o francés, es Héctor. En alemán Hektor. En italiano Ettore.

III.- HOMERO. A Homero (griego antiguo Ὅμηρος Hómēros; ca. siglo VIII a. C.), tradicionalmente se atribuye la autoría de los principales poemas épicos griegos: la Ilíada y la Odisea. Desde el período helenístico se ha cuestionado que el autor de ambas obras fuera el mismo; sin embargo, antes no solo no se dudaba sino que eran considerados relatos históricos reales; el pilar sobre el que se apoya la épica grecolatina y la literatura occidental.

El nombre es una variante jónica del eólico Homaros. Su significado es rehén, prenda o garantía. Una teoría sostiene que proviene de una sociedad de poetas los Homéridas (Homēridai), literalmente «hijos de rehenes», descendientes de prisioneros de guerra. Dado que no eran enviados a la guerra al dudarse de su lealtad en el campo de batalla, no morían en él. Cuando no había literatura propiamente dicha (escrita), se les confiaba el trabajo de recordar la poesía épica local y los acontecimientos pasados. Se ha sugerido que lo que podría contener el nombre Hómeros es un juego de palabras derivado de ho me horón, que significa el que no ve.

En su figura confluyen realidad y leyenda. La tradición sostenía que era ciego, y varios lugares reclamaban ser su lugar de nacimiento: Quíos, Esmirna, Colofón, Atenas, Argos, Rodas, Salamina, Pilos, Cumas e Ítaca.

IV.- TROYA. Durante siglos se creyó que era una ciudad legendaria, que existió únicamente en la Ilíada. … Años después, los estudios de Schliemann sobre el poema le condujeron a la costa egea del oeste de Anatolia, colina llamada Hissarlik, actual Turquía.

Troya o Ilión (Τροία —Troia—, Ίλιον —Ilión—, o Ίλιος —Ilios— y en turco Truva) es una antigua ciudad anatolia en la colina de Hisarlik (en turco ‘[colina] dotada de fortaleza’). Según Frank Starke (1997), J. David Hawkins  (1998) y W. D. Niemeier (1999), la palabra Wilusa era la denominación usada en hitita para ella.

En ella se desarrolló la mítica y célebre guerra de Troya, descrita, en parte, en la Ilíada atribuida a Homero, quien lo compondría, según la mayoría de la crítica, en el siglo VIII a. C.; también la refiere en la Odisea. La leyenda fue completada por autores griegos y romanos, como Virgilio en la Eneida.

La Troya histórica estuvo habitada desde principios del tercer milenio a. C. Situada en la actual provincia turca de Çanakkale, junto al estrecho de los Dardanelos, entre los ríos Escamandro (o Janto) y Simois y es estratégica en el acceso al mar Negro. En su entorno se encuentra la cordillera del Ida y frente a sus costas se divisa la cercana isla de Ténedos. Las especiales condiciones del estrecho, hay una corriente constante desde el mar de Mármara hacia el mar Egeo y donde suele soplar un viento del nordeste de mayo a octubre, hace suponer que los barcos que en la antigüedad pretendían atravesarlo debían esperar a menudo condiciones más favorables durante largas temporadas en el puerto de Troya.

Tras siglos de olvido, sus ruinas fueron descubiertas en las excavaciones en 1871 por Heinrich Schliemann, tras prospecciones iniciales realizadas a partir de 1865 por Frank Calvert. En 1998, el sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco:

“Tiene una inmensa importancia para el entendimiento de la evolución de la civilización europea en un estado básico de sus primeras etapas. Es, además, de una excepcional importancia cultural por la profunda influencia de la Ilíada de Homero en las artes creativas durante más de dos milenios”.

V.- GUERRA DE TROYA. Durante el reinado de Príamo, y a causa del rapto de Helena de Esparta por el príncipe troyano Paris, los griegos micénicos, comandados por Agamenón, tomaron Troya tras haberle puesto sitio durante diez años. Eratóstenes fechó la guerra entre el 1194 y el 1184 a. C., el Marmor Parium entre el 1218/7 y el 1209/8 a. C., y Heródoto en el 1250 a. C.

La mayoría de los héroes de Troya y de sus aliados murieron en ella, pero dos grupos de troyanos, liderados uno por Eneas y otro por Antenor, lograron sobrevivir y navegaron hasta arribar los primeros a Cartago y a la península itálica, donde llegaron a ser los ascendientes de los fundadores de Roma; los segundos a la costa septentrional del mar Adriático y se les atribuía la fundación de Padua. A los primeros asentamientos de estos supervivientes en Sicilia y en Italia se les dio igualmente el nombre de Troya. Los barcos troyanos en los que viajaron fueron transformados por Cibeles en náyades, cuando iban a ser quemados por Turno, el rival de Eneas en Italia. Según Tucídides y Helánico de Lesbos, otros troyanos supervivientes se establecieron en Sicilia, en Erice y Egesta, recibiendo el nombre de élimos. Heródoto comenta que los maxies eran una tribu del oeste de Libia cuyos miembros afirmaban ser descendientes de los hombres llegados desde Troya. Algunos de estos relatos míticos, a veces con contradictorios, aparecen en la Ilíada y la Odisea y en otras obras y fragmentos posteriores.

VI.- LA ILIADA. Junto a la Odisea, epopeya atribuida a Homero, son poemas que suponen compendian textos tradicionales transmitidos oralmente por los rapsodas durante siglos. Nos recuerdan nuestros estudios preparatorianos con Etimologías griegas y latinas del culto profesor Amadeo Hernández Coronado y Literatura de Ernesto López Riesgo -con el desperdicio por nuestro intenso verdor cultural- y las ediciones de divulgación de Editorial Porrúa. 

Poema épico, trata el asedio de la ciudad de Troya por los aqueos, para rescatar a Helena, esposa del rey Menelao, raptada por Paris, príncipe troyano. Se origina guerra entre aqueos y troyanos. Compuesto por 24 cantos que narran diferentes sucesos en el último año de la guerra, durante 10 años. Atiende a la cólera de Aquiles, guerrero griego que decide mantenerse al margen del conflicto después de enfadarse con Agamenón, líder del ejército aqueo que le arrebata a su esclava Briseida.

En el Canto 22, muerte de Héctor, tiene lugar la batalla entre éste y Aquiles alrededor de las murallas de la ciudad. Éste lo ataca y Héctor intenta huir. En duelo final, Héctor es asesinado por Aquiles, quien después ata su cadáver a un carro de combate y recorre con él la ciudad. …

VII.- ODIO DE DIOS. Alma Delia Murillo (Como del odio de Dios, Reforma, 11 dic. 2020) escribe que, en días recientes, había vuelto a pensar en el cuerpo de Héctor mancillado por Aquiles. Dentro de la enorme tragedia que es la Ilíada -dice-, profanar a un cuerpo resulta el culmen de lo verdaderamente doloroso. Piensa qué habría escrito Homero viviendo en este inenarrable mundo y en el aún más inenarrable 2020. Volvió a pensar en Héctor luego de ver a Angela Merkel desesperada, tratando de explicar a los alemanes por qué no era momento de organizar fiestas navideñas.

«Lo siento desde el fondo de mi corazón, pero cuando pagamos el precio de 590 muertos en 24 horas, en mi opinión no es aceptable», dice esta lúcida mujer cuya inteligencia también es emocional. Llamó mi atención que tantos diarios destacaran que Merkel había estado inusualmente emocional en su discurso. Ay, nosotros los racionales”, se lamenta Alma Delia.

VIII.- NETFLIX. Y sí. Quiere el destino que este mismo día 11 de diciembre me tocó ver el capítulo de la serie “Troya, la caída de una ciudad”, en Netflix y sus admirables producciones. Es de la BBC que recientemente llegó a dicha plataforma, cuya adaptación de la Guerra de Troya ha escandalizado a todo mundo.

IX.- CRÍTICAS. VONNE LARA -abril 13, 2018-, en Hipertextual Series y películas, dice que la serie fue uno de los estrenos de Netflix de abril y producción de la que se puede hablar largo y tendido. Por el tema épico de la Guerra de Troya, que sigue fascinándonos, y la peculiar producción de la BBC que ha puesto al público, críticos e intelectuales a hablar sobre temas bastante relevantes.

“Antes que nada, ‘Troya: la caída de una ciudad’ es un título disfrutable, ocho episodios con gran tensión y acción. Hay unos mucho mejor acabados y que logran dejarnos un sabor amargo de sangre y de venganza. Ambiciosa, en casos fastuosa para dar vida a una de las leyendas épicas más importantes de la cultura.

Pero esta serie creada por David Farr y Nancy Harris de altibajos tiene caídas muy graves. La escasa o nula química entre los protagonistas: Louis Hunter y Bella Dayne, quienes dan vida al deiforme Alejandro y Helena, de la casta de Zeus. Otra es que, aunque es atrevida en varios puntos, como en el reparto, se rehúsa a hacerlo en otros y cae en lugares comunes. A pesar de seguir la historia desde Troya y de presentarnos a un Paris renegado y valiente, su personaje jamás se vuelve entrañable. Antes lo hacen otros como Héctor, Andrómaca o el rey Príamo.

Del lado opuesto encontramos a los griegos y sus feroces personajes: Odiseo, interpretación magnífica de Joseph Mawle; Agaménon por un excelente Johnny Harris, y Aquiles por David Gyasi. Es éste el que causa sorpresa y escozor, no por su interpretación sino por el color de su piel. Parece impensable de piel negra; uno no deja de pensar si no estaremos cayendo en la hipercorrección de la diversidad o en lo que se podría llamar «blackwashing». Y si de primera mano se cree que no hay nada que discutir y que Aquiles es rubio (claro, como Brad Pitt), tal vez valdría la pena analizar los puntos siguientes.

En otras representaciones de la Guerra de Troya o sobre las muchas historias de la Ilíada y demás poemas épicos, jamás había existido un Aquiles de color, pero sí de diversas complexiones y orígenes. Claro, ¿qué no Aquiles, el de los pies ligeros, era rubio? Aunque es cierto que algunas traducciones lo describen con una melena rubia, en una entrevista el profesor de Cultura Griega, Tim Whitmarsh, Universidad de Cambridge, explica que no necesariamente lo que entendemos hoy en día por «rubio» fue lo mismo en los tiempos que fue escrita.

(Continúa)