Ley de igualdad sustantiva y de género

Esta reforma de Ley fue aprobada por Morena y por las comisiones de la cámara de diputados, nefasta y perversa que ha existido en la historia de México

Por Dr. Jorge Ballesteros

Esta es la nueva ley que Morena pretende imponer a todo el país, reformando la Constitución Federal. Quieren cambiar la Constitución, para no batallar estado por estado, dando un solo golpe a todo el país a través de la Constitución o a través de leyes federales y con ello terminar con todas las leyes estatales que protegen la vida, el matrimonio, la familia y la libertad religiosa.

Después de leer el escalofriante texto de la nociva propuesta para la Ley de igualdad sustantiva y de género, que recientemente ha aprobado por unanimidad el partido Morena, esta secta de delincuentes de López Obrador, que se ha convertido en el peor enemigo de México, llama la atención, que la única voz crítica que ha surgido para condenarla sea la del Consejo Mexicano de la Familia, ¿y los  grupos pro-vida y los partidos de oposición dónde están?

En medio de este aplastante y estridente arremetida de la ideología de género, siguiendo la agenda del Judío Globalista, George Soros, nuestra sociedad que tantos logros en materia de derechos y libertades ha conseguido después de superar infinitos obstáculos, va camino del pozo más oscuro que nos podamos imaginar.

Me refiero a la ideología de género que ésta ley quiere implantar y que encuentra en la destrucción de la familia, un paso necesario para lograr su meta revolucionaria: la utópica sociedad comunista. Por esto, quien acepta la premisa falsa e ingresa en el pensamiento ideológico de género, ya no puede salir de él, pudiendo llegar hasta el fanatismo más irracional.

La implantación de la ideología de género no es el fin, sino el medio para facilitar el objetivo último que es operar una «reingeniería social» que pueda dar paso al «Nuevo Orden Mundial», un orden centralizado, socialista y ateo.

Esta reforma conocida como la Ley de igualdad substantiva y de género, aprobada por Morena y por las comisiones de la cámara de diputados, es la ley más agresiva, nefasta y perversa que ha existido en la historia de México.

Pretende destrozar la vida de las familias mexicanas como hoy las conocemos, con ello Morena y sus apéndices  se posicionan claramente como los partidos en los que abundan los pervertidos y los pervertidores.  Ellos buscan imponer una forma de vida absurda, contraria a la naturaleza, la ciencia, la razón, los tratados internacionales de derechos humanos y nuestra fe.

En esta reforma la mentira se hace ley, pues se elimina la realidad como referente  de la verdad. Esto podría parecerles algo exagerado, pero pongan atención a esto ¿Conoce usted el significado de los términos incluidos en esta reforma?

•          Autonomía reproductiva

•          Derecho a la sexualidad

•          Derecho al libre desarrollo de la personalidad

•          Derecho a la inclusión

•          Identidad percibida de género

•          Identidad de género

•          Identidad fenotípica

•          Identidad genital

•          Identidad gonadal

•          Identidad sexual

•          Identidad integral de la sexualidad

•          Expresión de género

•          Igualdad sustantiva… y .todavía faltan otros

Les voy a dar varios ejemplos de lo que puede pasar con estos términos:

A su niño de kínder le van a enseñar si ahorita es varón, pero cuando crezca, si quiere puede ser mujer.

A su niña, si quiere cuando crezca, puede ser hombre.

A los niños varones les van a enseñar que el recto es un órgano también de entrada, por donde otro hombre podrá introducirle su pene.

A las niñas les dirán que pueden alcanzar su plenitud uniéndose a otra mujer y disfrutando masturbándose una a otra por el resto de su vida.

A su hija adolecente le van a decir que se acueste con los hombres que quiera… pero que se pongan un condón.

A sus hijas les dirán que si quedan embarazadas pueden abortar desde los 12 años sin el consentimiento de los padres.

Podrán meter a la cárcel a los sacerdotes y ministros religiosos por leer la Biblia donde se critica a la homosexualidad… y así la lista de absurdos es interminable.

Todavía falta que la aprueben en el pleno de la Cámara de diputados y senadores y los Congresos Estatales.

Para lograr sus fines el gobierno pone en marcha una campaña masiva de desinformación e ideologización a través de los medios de comunicación, se lanzan  consignas y propaganda masiva, se habilitan leyes que coaccionan a ministros religiosos, profesores, funcionarios, médicos y profesionales de la sanidad y hasta en el ámbito de la familia, cuestionando la patria potestad de los padres.

En efecto, en casi todos los países Europeos  se ha logrado implantar estas legislaciones que promueven la agenda LTGBI y el aborto  y por supuesto los padres son el enemigo  y no tienen nada que decir.

A los niños, desde la más temprana edad, se les lava el cerebro, con la supuesta “educación para la defensa de sus derechos sexuales”.

Por supuesto, vulnerando la patria potestad de sus padres, que casi no pueden ni opinar al respecto. Existen casas de acogida que el estado proporciona a jóvenes adolescentes que quieren  cambiarse el sexo y  alegan que están siendo presionados por su entorno familiar. Y no hablemos del personal docente: nada se puede opinar en contra de la ideología dominante, a riesgo de ser estigmatizado, denunciado ante los tribunales o perder incluso el puesto de trabajo.

No quiero dejar de mencionar a los profesionales de la medicina, que deben acatar las directrices de las aplastantes leyes, sin poder acogerse al derecho fundamental de su libertad de conciencia. Esto ya existe y se está aplicando en países del norte de Europa en mayor o menor medida. Pero la Ideología de Género se extiende como una mancha de aceite imparable, que ha llegado con toda su fuerza a través de este desgobierno de Morena a nuestro país, como una nueva forma de totalitarismo y no sabemos hasta dónde llegará. Lo que sí es indudable que, como todo Marxismo traerá no pocos sufrimientos e infelicidad, y atrocidades que están todavía por venir.