Así lo veo

Tiempo de comenzar los análisis de la jornada electoral

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Ya estamos a un mes de que pasó la jornada electoral del seis de junio del 2021, donde en Sonora ganó y con amplio margen el partido Morena; pero más allá de eso y de esperar que hagan un buen papel como gobierno, ya se puede empezar a analizar a fondo qué pasó ese domingo y por qué fue la peor elección de la historia del estado en cuanto a participación Ciudadana.

El doctor Víctor S. Peña Mancillas, profesor e investigador del Colegio de Sonora, publicó un breve artículo donde analiza el porqué de la baja participación en las elecciones del 2021, donde menciona que el desencanto o desinterés de los ciudadanos por los partidos políticos pudo ser un factor clave.

Pero también previo a la jornada de la votación, el proceso estuvo cubierto con una sombra por la violencia general y particularmente en la política que enfrenta el Estado, aunque la jornada en si fue tranquila.

A estos factores se les puede sumar la pandemia del covid19 y la desconfianza de algunos sectores para ir a votar a una casilla, y el calor intenso que se sintió ese día seis de junio superior a los 46 grados. Así como la presencia de grupos criminales, que previo a la jornada hasta amenazaron a funcionarios de casilla para que no se presenten el domingo.

El doctor del Colson aseguró que Sonora no está caracterizado por ser un estado donde los ciudadanos participen en los procesos electorales, sin embargo, en unas elecciones intermedias al menos participaban entre el 50 y el 52%.

Para este proceso electoral 2020-2021, pese a todas las condiciones antes mencionadas, se esperaba una participación de alrededor del 55%, pero la realidad fue mucho más desastrosa, pues fue de apenas entre el 40 y 45%.

En Sonora, el INE presentó un padrón electoral de dos millones 193 mil 253 personas, que según los registros son quienes contaban con su credencial para votar con fotografía vigente. Pero, según el resultado final del cómputo estatal, en Sonora votaron 958 mil 526 personas.

Esta participación es de apenas el 43.7% del total, la peor de los últimos procesos. No es sorpresa que después de las 11 o 12 de la mañana, las casillas que abrieron temprano, prácticamente se encontraban solas.

En 2018 se logró tener una participación ciudadana del 52.1% de la lista nominal vigente; en el 2015, donde también estaba en juego la gubernatura, la participación fue de 51.9%; en 2012 fue del 58.3%, el más alto hasta el momento; y en las intermedias del 2009 se tuvo una participación del 53.41%.

Sin poner en duda los resultados, que fueron contundentes, ni la organización en sí, donde si hubo fallas pero se logró tener todo en tiempo; donde se falló y feo, fue en generar la confianza y motivación para los que ciudadanos salieran a votar, algo que desde ahora se debe comenzar a analizar a fondo para corregirlo en el futuro, porque si la mayoría de la sociedad no participa en los procesos electorales, esto no puede llamarse democracia.

Así lo veo yo, como la ven ustedes.