Principales

Truena nueva crisis de niños migrantes

En los últimos seis meses se ha desatado una ola de detenciones masivas de migrantes en la frontera de Estados Unidos con México; miles de niños son abandonados y remitidos a centros de detención temporal

Por Gerardo Moreno Valenzuela

Solos, llorando, sin poder comunicarse con nadie y únicamente con el número telefónico de la madre escrito en un brazo, así fueron encontrados dos niños abandonados en la zona de Jacume, California, en Estados Unidos, que se localiza exactamente entre Tecate y Mexicali.

Según el reporte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés), los agentes localizaron a las 3:00 de la tarde del siete de abril a dos adultos que acompañaban a dos menores, los adultos levantaron a los niños a una roca y luego los dejaron.

Al llegar al lugar, encontraron a los niños solos. Se trataba de un menor de seis años y una niña de cinco años. Ellos no pudieron comunicarse, salvo enseñar el nombre y número de teléfono de la madre escrito con marcador en el antebrazo.

Los infantes fueron procesados ​​y transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), quienes determinan la situación legal y protección de los menores no acompañados en Estados Unidos.

La atención en el albergue San Juan Bosco de Nogales, Sonora se incrementó y están atendiendo hasta 150 migrantes diariamente.

Un día después, el siete de abril, una mujer encontró a un menor de ocho años caminado solo por el desierto de Nuevo México, también en Estados Unidos. Fue cerca de Commodore Road en Lordsburg, la zona ubicada geográficamente al norte de Janos, Chihuahua.

Según el reporte oficial de la CBP, la mujer iba acompañada de su hijo cuando vio al otro menor y lo ayudó, luego del reporte de un ciudadano que se preocupó por el grupo de migrantes, los agentes los localizaron a siete millas de la carretera.

El menor no acompañado fue trasladado al Centro de Procesamiento Central del Sector de El Paso en espera de ser colocado en el Departamento de Salud y Servicios Humanos.

Histórica ola migrante

Esta situación de menores no acompañados abandonados en la Frontera Sur de los Estados Unidos se ha vuelto más grande de lo que uno pensaría, y ya ha alcanzado niveles históricos que nunca se habían visto, lo que hacen pensar a las autoridades y especialistas en una crisis humanitaria en este tema.

Según los datos oficiales de la CBP, al cierre del mes de marzo del año fiscal 2021 (periodo octubre-marzo) se encontraron un total de 47 mil 642 menores no acompañados en la frontera sur de Estados Unidos, cuando en el mismo periodo del año fiscal 2020 fueron 18 mil 96, un incremento del 168%.

Además, ha sido algo que se ha ido duplicando durante los últimos meses, pues en octubre del 2020 fueron detenidos cuatro mil 690 menores no acompañados, en noviembre fueron cuatro mil 476 y en diciembre cuatro mil 853.

Para enero el número creció a cinco mil 698, en febrero fueron nueve mil 271 y para marzo se duplicó la cifra a 18 mil 663 menores en un solo mes, un número récord histórico desde que se comenzó a contabilizar este fenómeno por el Gobierno de Estados Unidos en el 2009.

La zona donde más detención de menores migrantes no acompañados tuvo fue en Río Grande, Texas, con 20 mil 964 (en el año fiscal 2021); le siguió la zona de El Paso, Texas, con ocho mil 636 menores asegurados; y en tercer lugar el área de Tucson, Arizona, con siete mil 79.

El principal país de origen de los menores no acompañados fue Guatemala con 18 mil 372, luego Honduras con 11 mil 949, de cerca está México con 11 mil 785, y después el Salvador con tres mil 755.

La política de Estados Unidos es no repatriar a los menores no acompañados sino asegurarlos en un centro de detenciones temporales administrados por la HHS, por un plazo de 72 horas, mientras se consigue un patrocinador para los tenga resguardados y seguros mientras se arregla su situación migratoria.

Mientras en el Gobierno de Estados Unidos busca cómo abordar este tema, en México se sigue permitiendo que menores migrantes crucen por el territorio nacional, lleguen a la frontera y luego sean abandonados del lado norteamericano, a la buena de Dios y a la espera que sean encontrados por la Patrulla Fronteriza antes que por la muerte.

Los niños son abandonados a su suerte por los “coyotes” y la Policía Fronteriza los manda a centros de detención.

Crece migración

En plena pandemia y con un cambio de administración en los Estados Unidos, el fenómeno migratorio ha crecido exponencialmente los últimos meses, donde cada vez son más personas de Centroamérica y de México que deciden arriesgar sus vidas, familias e hijos, en búsqueda del sueño americano.

Según los datos de la CBP, en marzo se alcanzó el máximo de detención de migrantes extranjeros de las últimas dos décadas en la frontera sur de Estados Unidos, al interceptar a 172 mil 331 migrantes ilegales, una cifra que no se registrada desde marzo del 2001.

Existe un pico importante que se ha visto a partir de enero del 2021, ya que en octubre del 2020 se reportaron 71 mil 945 detenciones, en octubre fueron 72 mil 111, en diciembre 74 mil 20 y en enero 78 mil 444. Sin embargo, para febrero ya fueron 101 mil 28 y en marzo los 172 mil 331.

En total, este año fiscal, se han detenido a 559 mil 879 personas que entraron ilegalmente a los Estados Unidos: 19 mil 469 por la Oficina de Operaciones de Campo (ICE por sus siglas en inglés) y 550 mil 410 por la CBP.

En total fueron 47 mil 642 menores migrantes no acompañados encontrados este 2021, también 93 mil 308 unidades familiar, es decir adultos que van en familia con, 410 mil adultos solteros, y 697 menores acompañados.

Con estas cifras ya se superó a todas las personas detenidas en el año fiscal 2020 que fueron un total de 521 mil 90, aunque todavía no se alcanza al 2019 cuando se detuvieron a 977 mil 509 personas ese año fiscal.

Impacto en la Frontera de México

Este incremento migratorio también tiene su impacto en México, pues ya no solo somos un país de paso, sino también un lugar donde los migrantes extranjeros esperan una respuesta sobre sus solicitudes de asilo político en Estados Unidos, según el título 42 de la Ley migratoria de ese país donde no se acepta a nadie por el Covid19.

Esto ocasiona que más migrantes estén en las calles de las ciudades fronterizas, algunas sufriendo verdaderas penurias porque no tienen trabajo, alimento, ni donde dormir.

El señor Juan Francisco Loureiro Esquer, asesor jurídico del Albergue para Migrantes San Juan Bosco, ubicado en Nogales, Sonora, aseguró que ellos atienden a diario de entre 100 a 150 migrantes, la mayoría que llegaron de Centroamérica y un 80% de ellos que fueron repatriados de Estados Unidos.

“Definitivamente el flujo migratorio ha aumentado de enero a la fecha, hemos tenido un aumento bastante considerable, muchas personas que se encuentran en tránsito con intención de internarse a Estados Unidos y otros que son repatriados de Estados Unidos. Entones sí estamos recibiendo arriba de 100 personas a diario, de 100 a 150 personas, entre hombres mujeres y niños”.

Aclaró que los menores no acompañados son canalizados a un Albergue Camino a Casa del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), quienes se encargan de acompañarlos hasta entregarlos con un círculo de protección familiar en su país de origen.

Comentó que los migrantes que llegan al Albergue normalmente es en malas condiciones, con hambre, mala higiene y afectados totalmente porque son viajes bastante largos.

Sin embargo, dijo que afortunadamente les pueden brindar una ayuda, con un lugar donde dormir, alimentación, atención médica, medicamentos, asesoría jurídica y psicológica, ropa, artículos de aseo personal, y en general un refugio luego de un viaje que aún no termina.

“Tenemos 39 años trabajando a favor del grupo vulnerable de los migrantes, y bueno pensamos seguirlo haciendo. El director que era mi padre falleció el 18 de diciembre pasado, entonces nos dejo un mandato de continuar con su labor y bueno lo estamos haciendo y esperamos continuar atendiéndolos, sobre todo ahora que están suspendidos los procesos migratorios”.

Un legado de ayuda que continúa

El albergue San Juan Bosco se fundó por el señor Juan Francisco Loureiro Herrera y su esposa Gilda Irene Esquer Félix el 31 de enero del 1982, es decir, hace ya más de 39 años.

“Mis padres al ir circulando por las calles de Nogales se dan cuenta de todas las personas que se quedaban a dormir principalmente en los parques que existían en la ciudad y veían que venían acompañados de niños. Mi padre se compadecía de estas personas y el mismo les daba albergue en la cochera de sus casas”, comentó Juan Francisco Loureiro.

De esta forma vio que la necesidad era muy grande y que cada vez había más personas durmiendo en la calle, ahí adecuaron un lugar para albergar a más personas y con el apoyo de amigos de la familia formalizaron el albergue que hasta la fecha no ha cerrado sus puertas, permaneciendo abierto las 24 horas los 365 días del año.

Lamentablemente, luego de una convalecencia de un mes y 15 días de estar hospitalizado, el señor Juan Francisco falleció el 18 de diciembre, pero aun así nunca permitió que cerrará el albergue.

“Nunca se cerraron las puertas, todavía él estando en el hospital decía que no quería que se cerraran las puertas, decía yo no quiero que las personas duerman en la calle o se queden sin comer”, recordó.

Ahora son sus hijos, esposa y amigos quienes buscan mantener vivo el legado que les dejó en el Albergue San Juan Bosco y así apoyar a las personas han decidido dejar su hogar en busca de una mejor vida.