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Tu salud depende de tu alimentación

Cómo alimentarse correctamente (Primera parte)

Por Redacción

En la actualidad es muy difícil postular cuál es la mejor alimentación ya que cada ser humano tiene su propia capacidad de equilibrarse y de escoger lo que es más adecuado de acuerdo a sus propias actividades, su economía y como fue su educación alimentaria.

Sustancialmente el ser humano está dotado para comer de todo, pero en una determinada proporción. Cuando se pierde la conciencia, se pierde también la capacidad de conocimiento de esta proporción y, por tanto el ser humano, a través de su propia necedad, va enfermando y perdiendo progresivamente su intuición hasta hacer imposible el reencuentro del equilibrio.

El ser humano debería tener en cuenta los siguientes factores:

*Factores fisiológicos. La composición del cuerpo del hombre está conformada aproximadamente entre un 65 y un 70% de agua, e indica que sería importantísimo que en su nutrición hubiera la misma cantidad de líquidos, pero no en forma de bebidas añadidas, sino en forma de alimentos que tuvieran aproximadamente esta proporción.

Por cada 7 partes de agua debería ingerirse una parte de hidratos de carbono, que se pueden conseguir a través de los alimentos ricos en azúcares y almidones (cereales integrales frutas y verduras). Los hidratos son grandes productores de energía en el organismo, sin la cual sería imposible cualquier otro proceso.

Por cada siete partes de hidratos de carbono, se debería ingerir una parte de proteínas, los “ladrillos alimenticios”, como se les denomina en nutrición.

Aparte, debería ingerirse un aporte suplementario en pequeña cantidad de grasas, minerales, oligoelementos y vitaminas.

Si relacionamos las proporciones alimentarias con los cinco elementos, observaremos que en “agua convivirán los líquidos, sales minerales, en “madera” las grasas, en “fuego” las vitaminas, en “tierra” los hidratos de carbono y en “metal” las proteínas. Todos estos elementos forman parte de la constitución del hombre, por tanto, se debe proveer de un aporte de ellos a través de la alimentación.

*Factores constitucionales. No existe ningún ser humano igual a otro. Por ley de herencia hay personas que necesitan un mayor aporte de agua y otras que por el contrario, necesitan más hidratos de carbono o proteínas. Así pues, sería necesario hacer un estudio de diagnóstico morfológico   de  cada persona que demande una dieta.

*Factores ambientales. Están relacionados con el clima. No es lo mismo alimentarse en el Polo Norte que en el Ecuador. Las diferencias de temperatura marcan también las pautas a seguir en cada país y en cada ciudad ya que nunca se podrá comparar el clima de Hermosillo con el de Toluca. De igual forma no es lo mismo comer en un día de lluvia o niebla que predomina  la humedad exterior, que en un día seco; en el primer caso, la dieta debería tener mucho menos líquido ya que este se encuentra implícito en el ambiente; en el segundo caso, la dieta debería ser líquida y más rica en frutas y verduras por ejemplo para compensar la sequedad ambiental.

*Factores  condicionales. No es lo mismo alimentarse a los cinco años que a los sesenta y cinco o más. En este aspecto incluso se han llevado a cabo investigaciones sobre la velocidad de masticación en las diferentes edades. En los primeros años de la vida se utiliza fundamentalmente la succión, mientras a los primeros dientes van creciendo; posteriormente, la masticación se vuelve intermitente, son los años de crecimiento y, después, se transforma en superficial durante la época de la juventud. Seguirá el periodo de la plenitud, en que la masticación es mucho más  profunda para terminar en la vejez, de nuevo con la succión  (por pérdida de los dientes).

La alimentación sigue los mismos derroteros y será más blanda o más dura según la época en la vida de cada individuo.

El trabajo que desarrolla la persona será de gran importancia también para desenvolver su pauta alimenticia. No es lo mismo un trabajo físico con mucho desgaste de agua, hidratos de carbono y grasas que un trabajo intelectual con una importante pérdida de energía mental cifrada en sales minerales y vitaminas.

*Factores a tener en cuenta en los alimentos. Observando que el ser humano se manifiesta a través de sus actitudes exteriores es obvio que el medio externo influye también en lo que podríamos llamar su ecología interior. Así pues, aunque toda acción sea consecuencia de una actitud, al evitar ciertos alimentos y utilizar otros de mejor calidad, mejorará sustancialmente la reacción interior de la persona y hará  que su actitud delante de la vida sea mucho más saludable.

Siete pautas para conseguir una buena alimentación

1.- Alimentos integrales y biológicos. La palabra integral responde al concepto de “complejo”. De un grano de trigo surge el germen y finalmente  una planta siempre y cuando éste no ha sido mutilado, mientras que sí de él se extraen vitaminas por un lado, salvado por otro y harina por otro aunque estos componentes después se recogieran y se mezclaran, serían incapaces de crear una nueva vida. Esta realidad nos debería hacer reconsiderar la necesidad de nutrirnos de alimentos completos o sea, que su nutriente  agua, hidratos, proteínas, vitaminas estén relacionadas entre sí de una forma viva, es decir manteniendo su forma original.

La alimentación actual abusa considerablemente del refinado, enlatado, congelado, conservando y saborizando los alimentos con aditivos (en muchos casos originarios del mundo mineral) que rompen la estructura del alimento primario.

La industria alimentaria en su afán de aumentar los beneficios ha perdido su objetivo de nutrir y lo ha transformado en fomentar la necesidad de consumir alimentos en donde no se tienen en cuenta las concepciones energéticas de los mismos, ni tampoco la organización de nutrientes dentro de ellos, simplemente se pretende llegar al público con un producto con sabores y colores artificiales, conservadores etc.- que provoquen la necesidad de consumirlo continuamente.