ESPECIAL: AMLO A UN AÑO

Sonora: el corazón minero de México

De existir políticas adecuadas podríamos ver un mejor desempeño de la actividad y la confianza permitiría a los inversionistas incrementar su participación,

Nadie puede contradecir esta afirmación: Sonora es el Corazón Minero de México. Es sabido que Sonora es primer lugar en producción de oro y cobre, cuarto en plata y único productor de wallastonita, molibdeno y carbón antracita; representa más de un tercio del valor de la producción minera nacional; genera más de 100,000 empleos directos e indirectos y es el estado que atrae inversión extranjera en minería por excelencia. Pero hay que decir también que la minería es un corazón que late y fuerte; la acción del sector no se mide solo por las 46 minas actualmente en operación y toda la proveeduría de bienes y servicios que la hacen funcionar 24/7 con estándares reconocidos a nivel internacional; sino por la derrama que representa también en términos de sinergias, aprendizaje y construcción de capital social; en este sentido las personas —que se desempeñan en el sector y en sus comunidades— le dan ritmo y vitalidad, al mismo tiempo que se genera identidad y calidad de vida.

Dra. Z. Margarita Bejarano Celaya, Directora General de Clúster Minero de Sonora, A.C.

La minería es estratégica porque sin sus productos nada sería posible… ¡Nada! Pero además, la minería de Sonora es muy importante para el desempeño de la economía nacional: la inversión productiva minera en Sonora fue de 4,897 millones de dólares en 2018, sumemos la derrama en compra de bienes y servicios asociados; consideremos su contribución por el pago de impuestos y además los impuestos extraordinarios como el Fondo Minero que en 2017 representó en Sonora aproximadamente 1,115 millones de pesos y, obviamente estos son recursos que se invierten y gastan en nuestro país para generar desarrollo.

En temas sociales es importante recordar que esta actividad se caracteriza por su compromiso. La inversión social es permanente en las comunidades mineras y vecinas inmediatas: obras de infraestructura, consultas médicas, alianzas con sociedad civil y universidades, inversión en medio ambiente, becas, centros de desarrollo comunitario, programas culturales, etc. Y esto merece una numeralia aparte. Es por ello que de existir políticas adecuadas podríamos ver un mejor desempeño de la actividad y la confianza permitiría a los inversionistas incrementar su participación, misma que podría alcanzar los 24,200 millones de dólares durante la presente administración federal, lo cual generaría la creación de 50 mil empleos directos y 274 mil indirectos, adicionales a los 385 mil 200 directos, de acuerdo con CAMIMEX; sin duda incentivar el sector es apostarle al crecimiento y desarrollo de nuestro país.